Prioridad de la Minería: ¿Del Perú Posible al Perú Inviable?
Lecciones mineras para Alejandro Toledo
Juan Aste Daffós; Grupo ECO, asesor de CONACAMI (Diciembre de 2001)
Alejandro Toledo había prometido un modelo económico basado en la agroindustria, el turismo y la construcción
en favor de un desarrollo sostenible. Ahora, frente a tantas demandas
populares y a la falta de inversiones, Toledo parece querer continuar
con una política de priorización de las inversiones
mineras a todo costo. Juan Aste, reconocido experto en asuntos mineros
y ferviente defensor de las comunidades afectadas por la minería,
le recuerda al presidente porqué la explotación minera,
a pesar de sus beneficios financieros aparentes, no sirve como eje
de un modelo de desarrollo sostenible para el Perú.
Señor Alejandro Toledo, ¿Sabe usted
que las grandes inversiones mineras tienen una elevada carga financiera
para pagar sus préstamos y que el volumen de importaciones
que involucra la minería debido al elevado nivel tecnológico
de las operaciones así como los beneficios tributarios recibidos,
significan que menos del 70% de las divisas obtenidas por exportación
son retenidas en el país y que la minería sólo
aporta con el 8% del total de los ingresos tributarios que recibe
el Estado Peruano?
Señor Alejandro Toledo, ¿Sabe usted
que la alta tecnología de los nuevos proyectos mineros ha reducido
la generación de puestos de trabajo aumentando la inversión
por trabajador de 250 mil dólares USA a más de 1 millón
de dólares USA en promedio y ha contraído la obtención
del empleo local al preferir las empresas contratar personal con experiencia
y de fuera de la zona donde se encuentran los yacimientos y también
en razón a la débil formación educativa y de
capacidades técnicas locales?
Señor Alejandro Toledo, ¿Sabe usted
que dado el alto nivel tecnológico, la compra de insumos y
equipos de otros sectores productivos del país para la actividad
minera, o también llamado efecto multiplicador, está
concentrada en muy pocos productos como explosivos, reactivos y algunas
piezas y que dado el estado de la poca industria que queda y su presencia
casi nula en las regiones fuera de Lima y en algunas ciudades hace
que sea poco menos que imposible generar clusters o asociaciones de
empresas e instituciones públicas y privadas articuladas a
la minería, sin hablar de transformar los metales a productos
con mayor valor agregado porque esto es más complicado aún?
Esto quiere decir que el mayor impacto económico
y social de la minería en las localidades del entorno de las
minas se da a través del aumento de la demanda de alimentos,
los servicios de hospedaje y la recreación, incluidos el incremento
de la prostitución y la delincuencia, ampliándose a
la demanda de los servicios de salud, educación, energía
eléctrica y otros servicios en las ciudades más cercanas,
todo lo cual se traduce en un aumento de los precios más que
del empleo, ocurriendo la ampliación de las poblaciones marginales
alrededor de las ciudades con los campesinos desplazados de sus tierras.
El canon minero se ha mantenido reducido y sin significación
para las comunidades y poblaciones locales. Su aumento al 50% de los
ingresos y rentas generadas por la minería, no garantiza su
aumento porque no se aplica sobre el valor de las ventas.
Señor Alejandro Toledo, ¿Sabe usted que se ha reducido
el período de vida útil de los proyectos mineros de
20 años y más, a sólo 10 a 15 años en
promedio, particularmente en el caso del oro?
Señor Alejandro Toledo, ¿Sabe usted
que aún con el avance de las nuevas tecnologías al aumentar
el tamaño de las operaciones de 2-10 mil toneladas por día
hasta las 50-130 mil toneladas por día, se ha incrementado
el riesgo del impacto ambiental y social al requerirse grandes extensiones
de terrenos y elevados volúmenes de agua y generarse también
importantes volúmenes de cargas contaminantes con sustancias
tóxicas que están agravando los problemas para las cuencas
y la economía de las poblaciones locales del entorno de las
minas?
Si la minería tiene un reducido aporte en
impuestos al Estado, genera poco empleo, tiene un débil efecto
multiplicador, y por el contrario, está abarcando más
áreas productivas agropecuarias y desplazando poblados con
consecuencias a futuro sobre la conservación y el valor económico
de las cuencas y sus poblaciones, siendo su único aporte el
proveer al país con el 47% del ingreso de divisas por exportaciones.
¿Por qué se la trata como un sector privilegiado para
nuestro desarrollo y se pretende imponer las demandas de la Sociedad
Nacional de Minería, Petróleo y Energía, gremio
que representa a los inversionistas mineros sin establecer claramente
cual es su rol en el modelo económico?
Esta posición favorable del Estado con las
empresas mineras desde inicios de la década de los 90s sumado
al poder las empresas transnacionales y los grupos nacionales asociados
con ellas frente a poblaciones locales con muchas urgencias económicas
y que desconocían sus derechos territoriales y ambientales,
ha generado conflictos absolutamente desiguales en cuyo tratamiento
el Estado se mantuvo ausente. Veamos los tres casos de mayor impacto
para evaluar lo que está en juego.
Tambogrande/Piura:
agricultura o minería ?
En el caso del Proyecto Minero Tambogrande en el
departamento norteño de Piura, más del 80% de la población
del valle frutícola de San Lorenzo y el distrito de Tambogrande
rechaza el proyecto de explotación minera concedida por el
estado peruano a la empresa canadiense Manhattan Sechura.
Lo que está en debate es si la minería
puede imponerse en cualquier lugar del país así la población
local esté en contra por razones económicas, ambientales
y sociales o si se respeta la decisión mayoritaria de la población
y se establece un nuevo mecanismo de consulta a futuro donde se compatibilicen
los criterios local y nacional. Aquí en realidad está
en discusión la prioridad de la minería frente a la
decisión de la población de Tambogrande y de las diferentes
provincias del departamento de Piura de asumir una opción de
desarrollo basada en la agroindustria, el turismo, la construcción
y los servicios, incorporando la minería ahí donde sea
compatible con el entorno y aporte al desarrollo sostenible.
El
oro de Cajamarca
En el caso de Minera Yanacocha en el departamento
de Cajamarca, la empresa transnacional USA Newmont que posee el 51.35%
de las acciones frente al 43.65% del grupo nacional Benavides y al
5% del IFC del Banco Mundial ha impuesto su poder desde 1992 avalada
por un Estado corrupto y aprovechándose de un nivel de analfabetismo
que alcanza el 71.3% en el área de influencia de sus actividades
caracterizada por el predominio de productores individuales dependientes
de la ganadería de vacunos.
El predominio absoluto de la empresa en Cajamarca
hizo que desde el inicio impusiera condiciones en el pago reducido
por el acceso a terrenos y en la contaminación de los ríos
afluentes. Pero el hecho que muestra de manera más clara el
abuso del poder y la corrupción es en el manejo del conflicto
generado por el derrame del mercurio en Choropampa.
La omnipotencia de la mina es abrumadora frente
a todos los demás y ha dominado todos los aspectos de la vida
de Cajamarca.
De esta manera, Minera Yanacocha se ha ganado el
rechazo de la mayoría de la población de Cajamarca,
luego de 8 años de convivencia en los que sólo cultivó
la desconfianza y en circunstancias que la empresa ha ampliado el
área de sus concesiones mineras de 26 mil hectáreas
a 138,500 hectáreas en el 2001 comprometiendo varias cuencas
lecheras. ¿Hasta donde va a avanzar el área de exploración
y explotación de Minera Yanacocha en el Departamento de Cajamarca?
La Minera Yanacocha sigue insistiendo en la explotación del
Cerro Quilish, lugar donde nacen las cuencas del río Grande
y del río Porcón que es afluente del río Cajamarquino
que pasa por la ciudad de Cajamarca, aún cuando el poder judicial
ha ratificado la declaratoria de intangibilidad emitida por la Municipalidad
Provincial de Cajamarca con el respaldo de toda la población.
Sin embargo la empresa sigue comprando los terrenos en el cerro mencionado.
Ancash:
Antamina
En el caso de Cía. Minera Antamina en el
departamento de Ancash, empresa de propiedad de las transnacionales
Noranda con 33.75% y Teck Cominco con 22.5% del Canadá, BHP-Billiton
con 33.75% de Australia e Inglaterra-Holanda, y Mitsubishi con 10%
del Japón, el problema central ocurre cuando en marzo de 1988
cambia de dueños y se modifica completamente el proyecto original
cambiándose el plan de minado, la ubicación de la planta
concentradora, los botaderos y el transporte de los concentrados de
camiones a concentraducto o mineroducto.
A los problemas iniciales de la empresa en cuanto
al pago reducido por el acceso a los terrenos y el uso de agua sin
considerar el caudal ecológico mínimo que dejaba en
la Quebrada Ayash, se sumaron los problemas de la reubicación
acelerada de las comunidades de Yanacancha y Trancas en el área
de las operaciones mineras así como la disposición del
agua contaminada procedente del concentraducto en el puerto y el área
cercana a la ciudad de Huarmey.
Aunque los cambios en el proyecto han sido radicales,
sin embargo, sólo se consideró elaborar un addendum,
o informe adicional, para identificar los nuevos impactos ambientales
y su mitigación sin el requisito legal de la audiencia pública.
La empresa no sólo no informó sobre el impacto del proyecto
a la población sino que utilizó de manera fraudulenta
el padrón de firmas de 630 personas que asistieron a una reunión
informal convocada en Enero de 1999 por Antamina para explicar los
beneficios del proyecto. Asimismo, ha desplazado la pesca del puerto
convirtiéndolo en puerto minero con la consiguiente contaminación
al caer el polvo del concentrado al mar. Pero lo más grave
es que el agua que se utilizará para riego es aquella obtenida
luego de tratar el agua transportada con los concentrados, pero que
todavía contiene cianuro y otros metales pesados en niveles
superiores a lo aceptable segun la Ley de aguas para agua de riego,
haciendo inviable el programa de forestación con eucalipto,
alfalfa y otras especies que pretende implementar la empresa en la
zona. El problema mayor es que la infiltración del agua a razón
de 70 o más litros por segundo corrobora el peligro que el
agua infiltrada alcance a mezclarse con las aguas subterráneas
al norte y fuera de la propiedad de Antamina, alcanzando el área
de los agricultores y las cercanías de la ciudad de Huarmey.
Estos tres conflictos han dado lugar a la conformación
de Frentes de Defensa para proteger los derechos económicos,
sociales y ambientales de las poblaciones involucradas y han colocado
en el debate la interrogante ¿hasta dónde la minería
es compatible con el desarrollo sostenible? Esto evidentemente no
implica el rechazo a la minería porque esta constituye una
oportunidad para obtener excedentes y dirigirlos hacia la inversión
en otros sectores, sino que plantea la urgente necesidad de redefinir
su rol, zonificar el territorio nacional determinando áreas
y cuencas no aptas para la minería, así como establecer
mecanismos institucionales que garanticen la equidad en el manejo
de los conflictos a fin de arribar a acuerdos concertados.