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Panamá

 

EU construye base militar en Panamá, según colombianos 

Henry Raymont, corresponsal de "El Panamá America" (27 de diciembre de 2000, Cartagena de Indias, Colombia) 

Distintas circunstancias se sumaron en días recientes para impulsar a la prensa colombiana a destacar cómo la lucha antidrogas del Gobierno del presidente Andrés Pastrana, apoyado por Estados Unidos, podría involucrar a Panamá. 

El semanario "Cambio" dice lisa y llanamente que "está confirmada la noticia sobre la construcción de una base militar de Estados Unidos en la antigua Zona del Canal", a pesar de los reiterados desmentidos tanto por parte del Gobierno panameño como de Washington. 

Por su parte, "Semana" dedica un extenso reportaje sobre la construcción de una pista de aterrizaje en el Darién-lejos de la "antigua Zona del Canal"- basado en el reportaje publicado en primera plana de "El Panamá América" el 5 de diciembre, que podría recibir grandes aviones militares. 

"La nueva pista quedará a 25 minutos de vuelo de ciudad de Panamá y a 100  kilómetros de la frontera con Colombia", anota Semana, señalando que según un piloto de los Hércules C-130, los grandes transportes militares, estaría a 18 minutos de vuelo del aeropuerto colombiano de Los Cendros, en Antioquia. 

El popular semanario cita a Pablo Quintero Luna, secretario del Consejo de Seguridad Pública y Defensa Nacional de Panamá, enfatizando que la pista es parte del Plan para el Desarrollo Sostenido del Darién, región a la que dice que la presidenta Mireya Moscoso "quiere apoyar", aunque no menciona que debiera ser avalado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con una suma de más de 70 millones de dólares. 

Sin embargo, señala que "es obvio que esta pista también servirá para ejercer una mayor vigilancia sobre la zona limítrofe con Colombia", informa Semana, a la vez que apunta que Quintero Luna "niega que esta labor de control vaya a ser realizada de manera conjunta con fuerzas militares de Estados Unidos". 

No hay duda que Panamá salió a relucir en primer término por las repercusiones del reciente anuncio en Washington del zar antidrogas de Estados Unidos, el general en retiro Barry McCaffrey, de que varios guerrilleros de las FARC fueron detenidos en un operativo en el que fueron decomisadas cuatro toneladas de cocaína en dos lanchas rápidas rumbo a aguas panameñas en el Pacífico. 

Esta noticia cayó como un trueno, pues a pesar de años de especulación sobre el papel de la insurgencia con el tráfico de drogas no ha habido  pruebas fehacientes para comprobarlo. 

Pero McCaffrey fue categórico en el anuncio, aunque parco en las pruebas.  "Hemos recogido a tripulantes de las FARC en el mar" declaró. "Esta es una indicación de cómo están involucradas las FARC en el tráfico de drogas". 

Otro incidente en el que participó Panamá es la captura de José Milciades Urrego, (a) Rigoberto Lozada, acusado de ser jefe de finanzas del frente 57 de las FARC. 

"Milciades fue aprehendido por la Policía Nacional en una operación denominada "Canal" después de ser deportado de Panamá, en donde fue capturado con cédula panameña falsa", dice Semana. 

"Según funcionarios colombianos, desde hace cinco años Urrego venía adelantando contactos para el intercambio de estupefacientes por armas para las FARC. Aseguran, además, que este hecho, así como su vinculación como miembro de las FARC, fue reconocido por el mismo Urrego en un vídeo que está en poder de la Policía y de la DEA". 

La negativa por parte de las autoridades, especialmente de McCaffrey, de precisar más detalles sobre los nexos de las FARC con el narcotráfico, invocando el rutinario argumento "para no entorpecer las investigaciones que se están adelantando tanto en Colombia como en mi país", llevan a los medios colombianos a ser más cautelosos. 

"Todavía falta saber qué tan contundentes son", cuestiona la revista Semana, refiriéndose a las pruebas aducidas por McCaffrey. 

"Las pruebas de McCaffrey no pueden ser una confesión forzada en alta mar o unos panfletos de propaganda guerrillera. Es difícil imaginar para qué iban a cargar propaganda las FARC junto con un cargamento de droga, sino fuera para autoincriminarse".