AUTONOMÍA
INDÍGENA EN MARCHA
La
Fiesta de Los Caracoles
- ''Somos gente sencilla, sin mucho conocimiento,
pero nuestro trabajo es gobernar bien''
- Miles de indígenas atestiguan el estreno de las juntas de gobierno
- Es hora de despertar, dijo el comandante Omar a los jóvenes del
campo y las ciudades
Hermann
Bellinghausen, enviado de "La
Jornada" (10 de Agosto de 2003. Oventic, Chiapas)
Desde las 6 de la mañana una culebra de carros inició
el retorno a las otras regiones de Chiapas y hacia el centro del país.
En redilas, carros o autobuses, indígenas y "sociedades
civiles" desmadejaron el Caracol que dejaban atrás. Llegaron
delegaciones y concejos autónomos del norte, las Cañadas,
la selva, la frontera. Y de los Altos, por supuesto, pero éstos
acompañados por multitudes: pueblos enteros de San Juan de
la Libertad, San Andrés Sakamchen de los Pobres, San Pedro
Polhó, Santa Catarina, Magdalenas La Paz, San Juan Apóstol
Cancuc y Dieciséis de Febrero.
Se dijo que llegaron a Oventic 30 concejos autónomos en rebeldía.
Este enviado calcula que fueron más. Como sea, más de
10 mil indígenas acompañaron el nacimiento de su Caracol
y la junta de buen gobierno (JBG), corazón céntrico
de los zapatistas delante del mundo.
Simultáneamente al acto de Oventic, durante tres días
hubo fiesta en los otros Caracoles, donde iniciaron funciones las
JBG Nueva Semilla que va a Producir (Roberto Barrios), Hacia la Esperanza
(La Realidad), El Camino del Futuro (La Garrucha) y Corazón
del Arcoiris de la Esperanza (Morelia). Allá hicieron festejo
millares de indígenas de todos esos municipios y pueblos. Las
fiestas comenzaron con la partida de las delegaciones hacia Oventic,
y habrán de concluir hoy al retornar los consejos autónomos
a sus localidades.
Este mediodía, en la calzada del Caracol en Oventic, aún
esperaban transporte centenares de indígenas y "sociedades
civiles" prietas y güeras. Aunque ya se había retirado
la mayoría de los visitantes, seguían en pie un centenar
de cobertizos de nailon y tiendas de campaña. Centenares de
indígenas zapatistas se echaban unas tostadas, casi listos
para partir.
Un centenar de miembros del Congreso Nacional Indígena, procedentes
de ocho de las entidades más indígenas del país,
estuvieron presentes en Oventic desde el viernes. El CNI respondió
hoy afirmativamente a la invitación del Ejército Zapatista
para aplicar los acuerdos de San Andrés Larráinzar como
ley legítima para los pueblos indios de México.
Tan sólo de Oaxaca participaron en el encuentro más
de diez organizaciones zapotecas, mixtecas, mixes y otras. Vinieron
amuzgos, nahuas y mixtecos de Guerrero; tének de Veracruz;
rarámuris, mazahuas y nañús.
También presentes estuvieron delegaciones de los sindicatos
Mexicano de Electricistas (SME), de Trabajadores de la UNAM (STUNAM),
telefonistas, trabajadores de la educación y otros. La organización
nacional campesina Unorca envió representación. Otras
organizaciones sociales urbanas e indígenas acompañaron
el nacimiento del Caracol. Vino gente de Jalapa, Guadalajara, Tijuana,
Cuernavaca, Puebla, Tlaxcala, Chilpancingo, Chihuahua, Juárez,
Neza, Toluca, Distrito Federal y otras ciudades. Esta tarde, el piso
de la calzada y la explanada del Caracol lucían completamente
limpias. Nadie diría que allí acababan de echarse un
''Woodstock'', como quien dice, miles de personas juntas y revueltas.
Primer día
Al cabo de tanta fiesta y ajetreo, empieza para los Caracoles su primer
día, que por suerte es domingo. La junta de buen gobierno se
estrena en su casa, sobre una alfombra de juncia. En los muros interiores
una estrella de verdes palmas, atadas con papel crepé de colores
a ramilletes de flores que, para llevar así colgadas más
un día, siguen aceptablemente vivas.
Sus integrantes comienzan por dar entrevistas a distintos medios de
información. "Somos gente sencilla, sin mucho conocimiento,
pero nuestro trabajo es gobernar bien", dijo esta tarde un miembro
de la JGB al enviado de La Jornada.
El novedoso organismo está constituido aquí en los Altos
por 14 delegados de siete municipios autónomos. Sus ropas los
revelan andreseros, pedranos, cancuqueros, sanjuaneros, zinacantecos.
Los pasamontañas los unifican como zapatistas.
Parte de la oficina, donde la junta de los Altos bordea una larga
mesa de pino para atender a periodistas, está ocupada por los
equipajes (morrales, mochilas, bolsas) de los hombres designados por
los pueblos para representar el gobierno autónomo; dos por
cada municipio de la región, si bien esta junta de buen gobierno
atiende también a las comunidades y colonias en resistencia
de Tuxtla Guitérrez (capital del estado), Barriozábal,
Ocozocuautla, Chiapa de Corzo y Cintalapa.
Sobre la calzada del Caracol se estrenan la Oficina de Mujeres La
Dignidad, la sede de la Osimech (Organización de Salud Comunitaria
de Indigenas Mayas del Estado de Chiapas, AC), la Sociedad Cooperativa
Fábrica de Calzado Primero de Enero, la peluquería y
otras casas que se añaden a las ya existentes Clínica
La Guadalupana, cooperativa de las artesanas en resistencia, tienda
y comedor Che Guevara, el auditorio multiusos Emiliano Zapata. Unos
metros adentro se ha erigido una bonita iglesia de madera dedicada
a San Andrés.
La vasta explanada al final de la pendiente deviene instantánea
cancha de básquet o futbol, y hacia la izquierda se ubican
los ya varios edificios de la escuela secundaria autónoma (dos
pisos de aulas, biblioteca, oficinas, dormitorios). Aquí funciona
también una escuela de idiomas (de momento tzotzil y castellano)
para extranjeros.
Saludos y adhesiones
''Saludamos la iniciativa zapatista de la instalación de las
juntas de buen gobierno, así como la creación de los
Caracoles, ya que representa una oportunidad de reunirnos entre todos,
conocernos y construir un camino de unidad para enfrentar los problemas
de las comunidades indígenas de México", declaró
el Frente de Comunidades Mixtecas, del cual vinieron representantes
de San Pedro Yosotatu, San Isidro Vista Hermosa y Santa Catarina Yosonotu,
en uno de los primeros saludos del movimiento indígena a la
nueva iniciativa autonómica del EZLN.
En el mismo sentido se manifestaron aquí dos de los perseguidos
políticos favoritos del gobernador José Murat: los dirigentes
Adelfo Regino Montes (de Servicios del Pueblo Mixe) y Raúl
Gatica (del Consejo Indígena Popular de Oaxaca).
A pocas horas de instaladas las juntas zapatistas se han sumado a
su llamado organizaciones y comunidades triquis y otomíes del
Distrito Federal, diversas organizaciones nahuas, mixes, zapotecas
(de la sierra y el Istmo). También los autónomos guerrerenses
de Xochistlahuaca, las policías comunitarias de la Montaña
y el consejo del Alto Balsas.
''Es hora de despertar'', dijo ayer el comandante Omar, dirigiéndose
a los jóvenes del campo y la ciudad, de México y el
mundo. "Nos persiguen por ser diferentes. Ya quisieran que fuéramos
viejitos o viejitas para que ya no se preocupen. Se equivocan, porque
nunca seremos viejitos.
Unos vamos muriendo y otros retoñando, así que aquí
la lucha va estar todo el tiempo joven."
Indios y no indios, desempleados, migrantes, estudiantes: el llamado
de los zapatistas se dirige a los de abajo. Ha de ser por eso que
de abajo les llegan las primeras respuestas. Caracol comenzando.
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Las juntas zapatistas de gobierno pueden
encuadrarse en el esquema constitucional, según el secretario de Gobernación,
S. Creel Miranda
Alonso
Urrutia/ "La Jornada" (México,
D.F., 12 de Agosto de 2003)
El secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, "celebró"
la determinación del Ejército Zapatista de Liberación
Nacional en Oventic de dar paso a juntas de gobierno cuya estructura
mantiene un perfil más civil que militar, lo cual amplía
las posibilidades de reanudación del diálogo con el gobierno
federal.
Para el responsable de la política interior del país,
las juntas de gobierno recién creadas por el zapatismo pueden
encuadrarse como una estructura de organización interna y formar
parte del esquema constitucional que confiere autonomía a los
pueblos y comunidades indígenas, establecido en el artículo
segundo de la Carta Magna.
En tanto, el comisionado para el Diálogo y la Negociación
en Chiapas, Luis H. Alvarez, sostuvo que las juntas de buen gobierno
''pueden servir, primero, para que vigilen la actuación de los
municipios autónomos, pero también es una indicación
de que pueden ampliarse los cauces de diálogo, que es algo por
lo que todos debemos pugnar''.
Análisis del Ejecutivo
En relación con Chiapas, Creel Miranda dijo que el Ejecutivo
federal ha comenzado el análisis de los planteamientos zapatistas,
pero adelantó que a su juicio pudiera haber ''un buen encuadre''
con el texto constitucional relacionado con la autonomía de los
pueblos indígenas.
Recordó que hace dos años se realizó la reforma
a nivel de la Constitución federal, pero faltan precisamente
las modificaciones a nivel de las constituciones locales, con el fin
de adecuarlas en lo relativo a las autonomías de los pueblos
indígenas sin alterar el texto de la Carta Magna.
De cualquier forma, comentó, hay que aguardar la fecha en que
sea reformada la Constitución chiapaneca, pues existen otras
experiencias, particularmente en Oaxaca, donde ya se realizaron modificaciones
constitucionales que hacen posible la conformación de este tipo
de autonomías.
-¿No quebrantan la ley al crear un territorio dentro de otro?
-le preguntó alguien.
-No se está hablando de un territorio, sino de formas de organización
interna que, además, están reconocidas en la propia Constitución
como parte de la autonomía de los pueblos indígenas.
-¿Será el momento de que el gobierno federal busque
la reanudación del diálogo que tanto tiempo se ha postergado?.
-Nosotros vemos que las posibilidades de diálogo se amplían,
toda vez que estamos hablando ya de un movimiento cívico, civil
y no militar, dado que estas juntas de buen gobierno constituyen formas
de organización civil y no militar.
Sin duda -continuó-, esto debe ayudar a buscar exitosamente el
diálogo con el EZLN, pues hay que considerar también que
en Oventic se hizo un pronunciamiento para que en las juntas de gobierno
no hubiera distinción entre zapatistas y no zapatistas.
Creel reiteró que en el gobierno hay plena disposición
al diálogo, como lo demuestra la preservación de las condiciones
que favorezcan su reanudación, demandadas en su momento por el
Ejército Zapatista: la reubicación de las bases militares,
la liberación de presos vinculados al zapatismo y haber turnado
y defendido la ley de la Cocopa ante el Congreso.
A nadie conviene el silencio...
Hacia el mediodía, Creel Miranda recibió al ex secretario
de Gobierno de Chiapas y diputado electo por el PRD Emilio Zebadúa,
quien a su salida dijo que en su conversación coincidieron en
la importancia del pronunciamiento zapatista, así como en la
concepción de que las juntas de gobierno no contravienen la legalidad.
Zebadúa comentó que estas juntas de gobierno representan
en los hechos un proceso de reorganización política del
EZLN ''para refrendar su propia autoridad sobre cierta región
de Chiapas donde existen municipios autónomos".
Aseveró que este paso dado por el Ejército Zapatista acerca
las posibilidades de la paz, pues es necesario que las partes reconozcan
la necesidad de que se reanude el diálogo, ya que a nadie conviene
una situación de silencio y suspenso.
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