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Magreb


Las Fuerzas Armadas españolas retoman la Isla de Perejil
La operación comenzó a las 6.17 horas. - El Rey, la OTAN y los líderes de la oposición han estado al tanto del operativo

"El País" (17 de Julio de 2002)

El Gobierno español "se ha visto obligado" a ordenar el desalojo del destacamento marroquí establecido en la Isla del Perejil, sin que se hayan producido bajas ni heridos, según ha informado el Gobierno en un comunicado.

La operación, que fue diseñada durante el fin de semana, comenzó a las 6.17 horas de esta madrugada. Ha sido llevada a cabo por 28 soldados del Grupo de Operaciones Especiales del Ejército de Tierra, con sede en Alicante, apoyado por cinco helicópteros "Superpuma" del mismo ejército. Previamente, dos submarinistas de la infantería de marina de Cádiz habían reconocido la zona.

Los seis militares marroquíes que se encontraban en la isla no han opuesto resistencia. Poco después, han sido entregados a las autoridades de Marruecos. El islote está ocupado desde las 8.07 horas por un destacamento del Segundo Tercio de la Legión de Ceuta. Por su parte, efectivos de la Guardia Civil pertenecientes a unidades de élite especializadas en tareas de protección, denominadas Grupos Rurales de Seguridad (RGS) se han desplegado entorno a los perímetros fronterizos de las ciudades de Ceuta y Melilla.

Según fuentes de Iberia, los aeropuertos de Jerez y Melilla se cerraron a las 7:30 horas de la mañana con motivo de la intervención. El aeropuerto melillense permaneció varias horas abierto pero con su espacio aéreo restringido "por razones militares". En estos momentos la situación "está totalmente normalizada" tras haberse desactivado la zona de exclusión al tráfico aéreo civil, según han informado fuentes de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena).

El comunicado explica también que el presidente del Gobierno, José María Aznar, ha mantenido informado del desarrollo de la operación al rey Juan Carlos I, y que el Ejecutivo, por medio de su representante permanente ante la ONU, ha informado a su Consejo de Seguridad de estas actuaciones.

El vicepresidente Primero del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha puesto en contacto con los líderes de los principales partidos políticos con representación parlamentaria para informarles de la operación.

Aliados

El Ejecutivo, continúa el comunicado, se ha puesto en contacto con sus aliados internacionales para informarles de la operación. Por último, el texto reitera su deseo de mantener "unas relaciones fecundas de amistad y cooperación" con el Reino de Marruecos, y manifiesta desde este mismo momento su disposición a entablar conversaciones "para la consecución de este fin".

Esta medida se produce cinco días después de que un grupo de militares marroquíes desembarcará en el islote de Perejil y plantaran la bandera de su país en la peña.

Pese a apostar por la vía diplomática, España ha decidido demostrar su intención de recuperar el islote sin descartar ningún recurso, por lo que ya ayer envió a Ceuta en un buque de transporte a un grupo de operaciones especiales de la Armada, dotado con tres helicópteros, lanchas de desembarco y mísiles antiaéreos Mistral.

Marruecos restringe el paso por Ceuta

Las autoridades marroquíes no han permitido el paso a los "porteadores" que todas las mañanas se dirigen a un polígono industrial y comercial de venta al por mayor para adquirir productos que luego venden en el país vecino. Sin embargo, no se ha restringido el tráfico de vehículos ni el de otras personas, como turistas, que puedan cruzar la frontera. Esta medida no ha producido ningún tipo de incidente en la zona, que permanece en situación de normalidad, según han asegurado fuentes de la Delegación del Gobierno en Ceuta. En Melilla, los puestos fronterizos registran retenciones que afectan a los súbditos marroquíes que entran a la ciudad española. El tránsito en la zona española es fluido, mientras que en la marroquí presenta restricciones tanto en el tránsito de personas como de vehículos.

El Gobierno dice que su voluntad es "acabar cuanto antes con la presencia militar"
Palacio y Trillo explican en el Congreso la operación militar en el islote

Agencias (Madrid, 17 de Julio de 2002)

La ministra de Asuntos Exteriores, Ana de Palacio, que ha comparecido junto al ministro de Defensa, Federico Trillo, ante una reunión extraordinaria conjunta de las comisiones de Exteriores y Defensa del Congreso ha afirmado que la voluntad del Gobierno es poner fin "lo antes posible" a la actual presencia militar española en la isla de Perejil y volver "sin dilación" a la situación anterior a la ocupación marroquí del pasado jueves.

De Palacio, que ha comparecido junto al ministro de Defensa, Federico Trillo, ante una reunión extraordinaria conjunta de las comisiones de Exteriores y Defensa del Congreso, ha ofrecido a Marruecos "hablar y dialogar sobre cualquier tema en las relaciones hispano-marroquíes en un plano de igualdad". La titular de Exteriores ha subrayado que el objetivo de la operación llevada a cabo esta mañana es restablecer el "statu quo" anterior al pasado jueves y garantizar "el acceso libre a la isla", como ocurría desde hacía 40 años. Ana Palacio, descartó hoy incluir Ceuta y Melilla en el diálogo que ha ofrecido a Marruecos para intentar devolver la normalidad a las relaciones bilaterales tras el contencioso de la isla Perejil. No obstante, admitió que está dispuesta a sentarse a hablar "sobre sobre cualquier otra cuestión que pueda beneficiar el diálogo". Palacio respondía así, durante su comparecencia urgente en el Congreso donde acudió a dar cuenta de los últimos hechos relacionados con Perejil, a las palabras del portavoz parlamentario de Izquierda Unida, Felipe Alcaraz, quien dijo ver en el conflicto del Sahara Occidental el telón de fondo de la actual crisis. "Sobre Ceuta y Melilla no hay diálogo, porque son cuestiones incontestadas en derecho internacional y forman parte integrante del territorio de España, pero sobre cualquier otra cuestión que pueda beneficiar el diálogo, por supuesto, que el Gobierno está dispuesto a dialogar con una mesa abierta", afirmó la ministra

El Ejecutivo pretende que la Guardia Civil, como hacía hasta el pasado día 11, pueda seguir en el futuro usando Perejil para labores de persecución del contrabando, del tráfico de drogas y, en su caso, de lucha contra la inmigración ilegal. La ministra ha anunciado también que tiene previsto entrevistarse en los próximos días con el secretario general de la Liga Árabe, Amr Musa.

"Operación de legítima defensa"


Por su parte, el ministro de Defensa, Federico Trillo, ha dicho en su comparecencia que la Legión permanecerá en Perejil hasta que el Gobierno, en contacto con Marruecos, tome las decisiones para restaurar el "statu quo" de la isla.

Trillo ha explicado que 28 militares de operaciones especiales de Rabassa (Alicante) tomaron al alba la isla, a la que llegaron en tres helicópteros "Cougar", apoyados por dos "Volkov", y, sin disparos, retuvieron a los seis militares marroquíes establecidos, que ya han sido entregados a las autoridades de Marruecos.

El ministro ha relatado que, a continuación, las tropas españolas izaron la bandera de España, y completaron así una operación de "legítima defensa", que cuenta con el "aval" de la comunidad internacional, a la espera de que se restaure la situación anterior al 11 de julio, cuando Perejil fue ocupada por fuerzas del orden de Marruecos.


Marruecos denuncia que la acción de España en Leila-Perejil "equivale a una declaración de guerra"
Tras la reunión del Consejo de Ministros, presidida por Mohamed VI, las autoridades han denunciado "la agresión española" contra territorio marroquí

Comunicado oficial marroquí (Tarde del 17 de Julio de 2002, Agencias)

Rabat.- El ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Mohamed Benaissa, ha declarado que la acción militar de España en la isla Perejil, "equivale a una declaración de guerra". Según Benaissa, ayer por la tarde, España y Marruecos, con la mediación de EEUU, alcanzaron un acuerdo para una retirada "condicional" de los soldados marroquíes.

"Esta invasión entra en contradicción con la legalidad internacional y es un acto innoble que equivale a una declaración de guerra", afirmó el ministro en una declaración leída ante los periodistas. "Este islote constituye una parte integrante del territorio nacional", reiteró Benaissa.

Sin embargo, en tono más conciliador, el ministro de Exteriores afirmó que "Marruecos está dispuesto a volver a dialogar siempre que (las fuerzas españolas) se retiren" y haya el compromiso de "no volver a ocupar" el islote. "Somos optimistas y confiamos en que la sabiduría y el espíritu de diálogo van a triunfar", manifestó.

Tras este anuncio de Marruecos, el Gobierno español ha manifestado su disposición a acordar sin dilación la vuelta al 'statu quo' previo al 11 de julio.

Según el ministro de Asuntos Exteriores marroquí, anoche, su gobierno propuso retirar a los soldados instalados en el islote "a condición de tener una garantía expresa" de que España no "pisaría jamás el suelo de esta isla, condición que fue aceptada por España, según Benaissa. Además, el titular marroquí de Exteriores aseveró que su colega, Ana de Palacio, aceptó el acuerdo durante la noche, unos instantes antes del comienzo de la operación militar.

"Agresión flagrante", según Mohamed VI

Antes de la declaración del ministro de Asuntos Exteriores, un portavoz habló en nombre de la Casa Real marroquí. Según éste, el Rey de Marruecos considera la operación española "una agresión flagrante" y que España quiere "transformar una diferencia política en un conflicto militar".

"Su majestad el rey Mohamed VI, acompañado por el príncipe Mulay Rachid, presidió hoy un Consejo de Ministros extraordinario en el transcurso del cual el soberano ha informado al Consejo de la invasión hoy, al alba, de las fuerzas españolas del islote marroquí conocido con el nombre de Leila", señaló el portavoz, Hassan Aourid.

"La decisión de desplegar fuerzas de ocupación españolas sobre el islote constituye una agresión flagrante contra el Reino de Marruecos. España quiere utilizar esta cuestión y transformarla de una diferencia política a un conflicto militar", explica la nota, que añade que "España quiere imponer por la fuerza los hechos consumados".

Según la nota, la "invasión" se produce "cuando había contactos dirigidos a lograr un acuerdo sobre esta crisis, creada después de que las autoridades marroquíes enviasen a miembros de sus fuerzas de seguridad para operaciones normales de control de contrabando y lucha contra la emigración clandestina, en respuesta a la petición de los países europeos y de España en particular".

"Frente a esta situación -agrega el texto- el Gobierno de su majestad el rey condena y denuncia con fuerza esta agresión española contra territorio marroquí y condena el despliegue militar frente a las costas marroquíes en el Mediterráneo, de navíos de guerra, de un portaaviones, submarinos y helicópteros, lo que no es conforme a la naturaleza y a la dimensión del problema".

Así, se señala que el gobierno de su majestad el rey "pide con insistencia a España retirarse inmediatamente y sin condiciones" y anule todas las medidas adoptadas sobre la isla marroquí, para demostrar realmente la seriedad de su intención de establecer un diálogo franco y constructivo con Marruecos y crea un clima de seguridad en la región estratégica del Estrecho de Gibraltar.

"El reino de Marruecos, que siempre ha expresado su compromiso con las virtudes del diálogo, la sensatez y la paz para poner fin al colonialismo español en el norte y el sur de Marruecos, defenderá su soberanía e integridad de sus territorios siguiendo la vía del diálogo abierto, franco y global y apegándose a la legalidad internacional", añade la declaración.

"Todo ello -agrega la nota- permaneciendo apegados a los principios de la paz, la cooperación y el respeto mutuo para preservar los lazos históricos que unen al reino de Marruecos y España, sus intereses comunes y los intereses estratégicos presentes y futuros".