El presupuesto militar no debe ser incrementado

Grupo de Apoyo Mutuo (22 de Noviembre de 2001)

Para Guatemala el 2001 ha sido un año de frustraciones y sueños fallidos, por primera vez en la historia han salido a luz pública males endémicos como la extrema pobreza, la hambruna, el analfabetismo, la marginación y exclusión social.

Varios cientos de niños y niñas están muriendo de hambre en Camotán, Jocotán, Olopa y otros municipios de Chiquimula y se prevé que para los primeros meses del 2002, ésta crisis llegará a otros departamentos, especialmente en la época seca del verano.

Muchos funcionarios del gobierno han desfilado por esos municipios que se encuentran en proceso de africanización en el centro del continente americano, sin que ninguno de ellos haya propuesto una política seria de combate a la pobreza y la hambruna. Luego de su visita altruista regalando unas libras de frijol, maíz y azucar se han retirado a inaugurar casas de cuentistas en municipios vecinos a aquellos en que se vive diariamente la crisis.

En estos momentos el Congreso de la República se encuentra discutiendo el proyecto de presupuesto general de ingresos y egresos de la nación para el 2002, que no contempla en ninguno de sus componentes elementos que nos permitan interpretar que pronto se iniciará la lucha contra la hambruna o contra la pobreza y extrema pobreza.

Sin embargo en el proyecto presupuesto sí se plantea un incremento de 163 millones de quetzales para el Ministerio de la Defensa, además de que se tienen previstas 120 transferencias, muchas de las cuales beneficiarán a ésta misma institución, que regularmente termina manejando muchos más recursos de los que le han sido asignados.

Con éste posible incremento a las fuerzas armadas se viola el Acuerdo de Fortalecimiento del Poder Civil y Función del Ejército en una Sociedad Democrática, que establece que el presupuesto militar se debe reorientar el uso y distribución de su presupuesto hacia las funciones constitucionales y la doctrina militar a que hace referencia el presente Acuerdo, optimizando los
recursos disponibles de forma tal de alcanzar en el año 1999 una reducción respecto al gasto destinado en 1995, de un 33% en relación con el PIB. Esto permitirá liberar recursos del Presupuesto General de Ingresos y Egresos del Estado para la atención de los programas de educación, salud y seguridad ciudadana

El presupuesto militar ha sido incrementado de manera permanente a partir de la firma del acuerdo definitivo de paz de la siguiente manera (Nota: "Q", es "Quetzal", moneda guaremalteca):

AÑO APROBADO INCREMENTADO EJECUTADO
1997 Q728,935,130.00 Q73,194,517.00 Q802,129,647.00
1998 Q797,678,400.00 Q99,704,240.00 Q897,382,640.00
1999 Q844,638,776.00 Q87,343,480.00 Q931,982,256.00
2000 Q906,601,217.00 Q318,903,375.00 Q1,225,504,592.00
2001 Q836,994,298.00 Q305,703,811.00 Q.1,142,698,109.00

Como se puede ver, existe una diferencia sustancial entre lo aprobado y lo ejecutado, por lo que se prevé que los mil millones que se tienen previstos para el 2002, seguramente se quedarán cortos en el momento en que sea ejecutado el presupuesto del Ejército.

Al presupuesto del ministerio de la Defensa Nacional debe agregársele el presupuesto del Estado Mayor Presidencial y todas las transferencias que desde los Ministerios de Educación, salud y comunicaciones se hacen a la escuela politécnica, Adolfo V. Hall, Hospitales Militares y cuerpo de ingenieros.

La sociedad civil debe presionar al partido en el gobierno, para evitar que se otorgue tanto dinero a la institución armada y que parte del mismo sea destinado a programas sociales de ataque a la pobreza y la hambruna que acecha al país.

Igualmente pedimos que la MINUGUA realice la verificación de manera adecuada a fin de dar a conocer los abusos que se cometen desde la Dirección Técnica del Presupuesto y el Ministerio de Finanzas Pública.