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Guatemala

  
Generales: No canten gloria  
  

 Miguel Ángel Albizures  (Diario "El Periódico". Guatemala, 26 de diciembre del 2000)    

No cante gloria, general Ríos Montt, ni cante gloria general Mejía Víctores, Aníbal Guevara, ni mucho menos los Lucas García, porque la gloria no es para ustedes y porque el fallo, por el momento, de la justicia española no los exime de culpa, ni dobla el dedo acusador de los familiares de las víctimas y de las víctimas sobrevivientes al holocausto humano que ustedes provocaron.  

No canten gloria, porque el fallo de la justicia española no sólo es momentáneo, sujeto al uso de recursos de los querellantes, sino huele a una funesta decisión política convenida entre el Estado español y el Estado guatemalteco para no hacer olas y enturbiar, ante la opinión pública internacional, el ambiente político guatemalteco.  

No pueden cantar gloria, porque la base del fallo no es porque sus crímenes no sean catalogados y juzgados de acuerdo a la Jurisdicción Universal respecto a la violación de los Derechos Humanos, sino simple y llanamente los magistrados españoles consideran que en "el plano legislativo (guatemalteco) ningún impedimento existe para que la justicia guatemalteca persiga el delito presuntamente cometido en dicho país".  

Pareciera que no saben ni quieren saber del paso de tortuga que caracteriza a la justicia guatemalteca y de los escalofríos que les atacan cada vez que se presenta una denuncia por crímenes de lesa humanidad. Buenas leyes, indudablemente tenemos; faldas y pantalones bien puestos hacen falta, aun cuando los magistrados españoles digan que "reconocen que en algún momento la justicia guatemalteca pudo haber estado atemorizada, ahora mismo lo que no se constata es que los jueces guatemaltecos de hoy se nieguen a actuar si la denuncia y querellas se formulan ante los órganos guatemaltecos". Lógico es que al otro lado del charco no se perciba el temblor de piernas de fiscales, jueces y magistrados cuando de investigar y juzgar a militares se trata.  

No canten gloria, porque si no es en España, será en cualquier otro país del mundo o será en este enclenque país, huérfano de la justicia, que en mal momento los vio nacer, donde seguiremos insistiendo en no sepultar en el olvido sus crímenes ni dejarles descansar en paz, mientras podamos hacerlo, como ustedes lo hicieron con tantas víctimas del conflicto armado.  

No canten gloria con la boca, el alma y la conciencia sucias, porque la Audiencia Española también hace suyo lo que la Comisión para el Esclarecimiento Histórico señaló: "Que el Estado cumpla y haga cumplir la promulgada Ley de Reconciliación Nacional a efecto de perseguir y enjuiciar delitos como genocidio, tortura y desaparición forzada cuya responsabilidad no se extingue en virtud de esa ley".  

No canten gloria, porque ustedes no sólo sí se parecen a Pinochet en el traje, en el comportamiento, en lo autoritario, en lo bestial, sino en la sangre fría con que ordenaron o permitieron que se cometieran los crímenes de lesa humanidad de los cuales con justa razón se les acusa. También se parecen al ex dictador chileno en la pretendida amnesia que les ha dado y les hace decir que no supieron, no se enteraron, no dieron la orden.  

Pero el pueblo guatemalteco también se parece al pueblo chileno, al pueblo argentino, al pueblo sudafricano, que está empeñado en hacer justicia para que sus muertos puedan descansar en paz; para que los restos de los que aquí cayeron puedan descansar y recordarnos  eternamente la guerra sucia a la que nos sometieron los militares guatemaltecos; para que, al no morir la memoria, garanticemos que nunca más se repitan estos hechos macabros que acabaron con cientos de miles de gentes.