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Una base militar aumenta amenaza de guerra
La concesión a Estados Unidos de una base para el combate contra el narcotráfico puede aumentar el impacto en Ecuador de la guerra en Colombia, según creen parlamentarios, militares retirados y dirigentes sociales. El presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales del Congreso, Hugo Moreno, llamó a los ministros de Defensa y Relaciones Exteriores y a los mandos militares a aclarar, el 8 de este mes, para valorar las implicaciones de la concesión a Estados Unidos de la base militar de Manta, sobre la costa del Pacífico. Por su parte, la religiosa Elsie Monge, presidenta de la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos, afirmó que el convenio de concesión de Manta es inconstitucional, porque no fue aprobado por el Congreso. El flujo de refugiados colombianos hacia Ecuador, provocado por los combates en zonas fronterizas entre guerrilleros izquierdistas, paramilitares de derecha y el ejército, propagó el temor a que este país resulte involucrado en el conflicto de Colombia. La alarma ganó intensidad al difundirse la versión no confirmada de que paramilitares colombianos compran tierras en zonas ecuatorianas de frontera. La presencia militar de Estados Unidos en Manta lleva a Ecuador, según los críticos de ese acuerdo, a involucrarse en el llamado Plan Colombia, aunque el gobierno de Gustavo Noboa lo niegue. El plan es una iniciativa del gobierno colombiano, apoyada por Estados Unidos, para incrementar la lucha contra el narcotráfico. Pero los guerrilleros creen que está dirigida contra ellos y los países vecinos de Colombia han reforzado su dotación de tropas en la frontera. ''Ecuador ya está involucrado en un conflicto que tiende a regionalizarse'', afirmó el teniente coronel Edison Sánchez, que en enero apoyó el levantamiento indígena contra el gobierno de Jamil Mahuad, depuesto finalmente por el ejército, y luego pidió su pase a retiro. Sánchez fue encargado en 1999, junto a otros militares de la escuela de Guerra del Ejército, de elaborar un informe sobre los escenarios posibles que se crearían en Ecuador al ceder la base de Manta y en caso de involucrarse en el Plan Colombia. El teniente coronel señaló que sus conclusiones, contrarias a la presencia de Estados Unidos en Manta, no fueron tenidas en cuenta por el mando militar. El convenio que otorga la base a las fuerzas armadas de Estados Unidos fue firmado por Mahuad y por el actual canciller Heinz Moeller, presidente entonces de la comisión de Asuntos Internacionales del Congreso. No fue conocido por el pleno del Congreso ni por la opinión pública hasta después de suscripto, pero el gobierno de Noboa confirmó su vigencia. La Constitución nacional, en su artículo 161, numeral 2 encarga
al Congreso la aprobación y la rescisión de tratados y
convenios internacionales, incluso de los que "establezcan alianzas
políticas o militares, como sucede en este caso'', arguyó
Monge, de la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos.
''El acuerdo se firmó violando la norma constitucional y sin que sea discutido y analizado con participación ciudadana", dijo Gilberto Talahua, presidente de la comisión de Asuntos Indígenas del parlamento. Por el convenio, el gobierno de Ecuador autoriza a Estados Unidos a utilizar "la base de la Fuerza Aérea Ecuatoriana en Manta, así como el Puerto de Manta e instalaciones relacionadas con la base o en su vecindad". También permite "la entrada y salida de la República del Ecuador al personal de los Estados Unidos con sólo la adecuada identificación estadounidense", sin visa ecuatoriana ni pago de tarifas de entrada y salida. Asímismo, los militares estadounidenses están exonerados de "todos los procedimientos de importación y exportación, aranceles, impuestos directos o indirectos y de otros cargos que de otra manera impondría el Ecuador a los productos, equipos, materiales, provisiones y otros bienes importados y exportados a la República del Ecuador en relación a este acuerdo". Ecuador renuncia a todo reclamo por "daño, pérdida o destrucción de bienes gubernamentales a consecuencia de actividades relacionadas con este acuerdo o por concepto de lesiones o muertes sufridas por el personal de cualquiera de los dos gobiernos en el desempeño de sus obligaciones", de acuerdo con el texto firmado. Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos iniciaron trabajos para ampliar y reforzar la capacidad de las instalaciones de Manta. El costo es de 80 millones de dólares y será financiado por Washington. La embajadora de Estados Unidos en Ecuador, Gwen Clair, indicó que, una vez concluidas las obras, aterrizarán por semana en Manta "hasta tres aviones" de la fuerza aérea estadounidense. Según Clair, el mejoramiento de la pista de aterrizaje "fomentará el interés de compañías aéreas extranjeras para ocupar esta terminal" y, de ese modo, se favorecerá el desarrollo turístico y comercial de Manta. El coronel Jorge Brito, uno de los estrategas militares ecuatorianos en la guerra con Perú en 1995 y que fue formado en la Escuela de las Américas, del ejército de Estados Unidos, opina que la base es parte de la regionalización del conflicto colombiano y está estrechamente vinculada al Plan Colombia. Brito se mostró preocupado por las implicancias militares que puede tener el convenio. A su juicio, la base de Manta es como ''los ojos y los oídos del Plan Colombia''. ''Con su sistema de inteligencia electrónica, la base proporciona datos de inteligencia en tiempo real sobre movimientos de la guerrilla, para que sean utilizados por los tres batallones contrainsurgentes que está entrenando Estados Unidos", dijo. Brito advirtió que los guerrilleros colombianos intentarán probablemente cortar esos ojos y oídos. ''Para eso sólo se necesita un grupo comando bien entrenado, lo que muestra el peligro que corre Ecuador involucrándose en el conflicto a través de la base", señaló. |