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Ecuador

Ante el segundo asesinato de Sucre

Manifiesto al país, Decálogo de un compromiso histórico para la salvación Nacional

   

Este manifiesto, preparado por diversas personas y representantes de organizaciones (entre otras la CONAIE), fue leído en la mañana del sábado 9 de septiembre, en un simbólico acto, por el economista Alberto Acosta, en la Plaza de Santo Domingo de Quito, frente al monumento del mariscal Antonio José de Sucre, asesinado el 4 de junio de 1830.

  "La hora más obscura es la más próxima a la aurora" 
Eloy Alfaro, 1842-1912

Ecuador vive una hora difícil. Problemas sociales y políticos, pero sobre todo económicos, tienen a la República al borde del naufragio. Las mafias político-bancarias han creado una institucionalidad oligárquica, sustentada en el paternalismo, el rentismo y la corrupción, que ha depredado la economía, incluyendo la moneda nacional.

En esta hora, cuando los grupos dominantes han impuesto la muerte del Sucre como parte de un esquema excluyente y concentrador; y cuando se quiere cristalizar una serie de propuestas privatizadoras entreguistas, que apuntan al saqueo de los recursos del país y a una renuncia de la soberanía nacional y de su propia independencia, l@s abajo firmantes nos comprometemos con la historia para la construcción diferente, de un país sin exclusiones, de un país plural, un país sustentable en términos de equidad social, de equidad económica, de equidad étnica, de equidad intergeneracional, de equidad ambiental, de equidad cultural, de equidad de género. Hacemos de este momento -duro para l@s ecuatorian@s- un acto de esperanza y optimismo, el cual implica impulsar:

1.- La construcción democrática de una sociedad, sustentada en la libertad y en la equidad, colocando a las personas como la razón de ser del desarrollo.No se trata solamente de cuántas cosas se producimos los seres humanos, ni de cómo se las reparten. Se trata más bien de saber si dichas cosas alcanzan para vivir o desempeñarse adecuadamente en la vida. Sobre todo, se trata de saber cuántas vidas y cuánta vida, entendidas como capacidades, se logran con la utilización de las cosas necesarias para las personas. En consecuencia, para nosotros más cuenta el "ser" y el "hacer" que el "tener". Nos mueve una visión humana del mundo.

2.- La ausencia de todo tipo de fuerzas militares extranjeras en el territorio nacional, cuya presencia no será permitida bajo ningún pretexto. Para lo cual empezaremos con la salida de las tropas norteamericanas de la base Manta. El Ecuador debe ser una tierra de paz, que contribuya al respeto de la autodeterminación de los pueblos para evitar que se regionalicen los
conflictos.

3.- El restablecimiento de la capacidad de gestión del Estado nacional en el campo económico, lo cual incluye la recuperación de una política monetaria y cambiaria propia, con una nueva moneda nacional o latinoamericana.

4.- La aplicación de políticas que garanticen una redistribución más justa de la riqueza y que tiendan sistemáticamente a reducir las brechas entre ricos y pobres, impulsando la constitución de controles mundiales al capital especulativo transnacional, luchando por relaciones de equidad entre el Norte y el Sur, propiciando reformas agrarias y urbanas, la democratización de la propiedad, así como una reforma tributaria sustentada en impuestos directos y progresivos, para frenar la concentración exagerada de la riqueza, desalentar la especulación y fomentar las actividades productivas sustentables.

5.- La recuperación del control y de la administración por parte de la sociedad, a través del Estado, de aquellos recursos estratégicos para su supervivencia, como lo es el petróleo y las grandes plantas de generación eléctrica y el agua. El primer paso será la derogatoria de todas las leyes privatizadoras, empezando por la Trole II: "Ley para la promoción de la inversión y la participación ciudadana". Todo contrato lesivo a la economía nacional, firmado en base a estas leyes, será revisado y desconocido.

6.- La revisión de todos los contratos de renegociación de deuda externa, ajustándolos a procesos sustentados en la justicia y la transparencia, para lo cual se apoyarán esquemas de arbitraje internacional al margen de las actuales estructuras del poder financiero mundial, para lo cual será indispensable la construcción de acuerdos entre los países latinoamericanos.

7.- La transformación profunda del régimen político para superar el grave déficit de democracia existente, dando paso a una real participación de todos los sectores sociales en el Congreso Nacional y en todos los organismos del Estado; así como a una verdadera descentralización que implique el reconocimiento de la gran diversidad regional en el control de los gobiernos seccionales por parte de la propia ciudadanía, así como de las organizaciones y comunidades sociales. Apuntamos al reconocimiento de una sociedad plurinacional, en donde sea posible construir una nueva identidad sobre la base del respeto a la identidad y diversidad de tod@s. Construir una nueva democracia basada en la soberanía popular y un Estado independiente de los grupos de poder nacionales y transnacionales.

8.- La reconstrucción integral de las estructuras inmorales del poder judicial, para garantizar una adecuada aplicación de la justicia. 

9.- El combate frontal a la corrupción y a la impunidad en todas sus formas, tanto en el sector público como en el privado; y la construcción de una nueva ética de honradez, trabajo y solidaridad, basada en el mandato del buen gobierno: ama llulla, ama shua, ama killa (no mentir, no robar, no ser ocioso).

10.- El restablecimiento de una relación más armoniosa entre la sociedad y la naturaleza (La "Pachamama"), con el fin de impulsar una alternativa de desarrollo económica, política, social y ecológicamente sustentable: cumplir nuestro compromiso de un mundo limpio y equitativo, para entregar un ambiente habitable a las próximas generaciones.

Los abajo firmantes nos comprometemos a difundir el contenido de este Compromiso Histórico, a incorporarlo en todas nuestras actividades políticas y a procurar su cristalización. Con ello, no permitiremos que los ideales de nuestros libertadores sean enterrados por oligarquías incapaces de sentir la dignidad y la soberanía de nuestra Patria: Bolívar, Sucre, Manuela Sáenz, Atahualpa, Rumiñahui, Alfaro seguirán siendo el fundamento de nuestra identidad nacional y latinoamericana.

¡VIVA EL ECUADOR! ¡VIVA SUCRE!
 

 Informa: Red Eco Alternativo; Correo E-: redeco@rcc.com.ar . Buenos Aires, Argentina