CODEPU pide a la Comunidad internacional que rechace este fallo de la justicia
Consejo Directivo CODEPU (Santiago
de Chile, 9 de julio de 2001)
Respecto al fallo de la sexta sala de la Corte de Apelaciones, que
sobreseyó temporalmente a Pinochet, CODEPU declara a la opinión
pública lo siguiente:
1. Este fallo no es creíble. La comunidad nacional e internacional
sabe que el dictador no está demente y que es el principal responsable
de las graves, masivas y sistemáticas violaciones a los derechos
humanos cometidas durante su régimen terrorista. El presente fallo
no lo exculpa en absoluto de tal responsabilidad.
2. Este fallo constituye un grave revés para los anhelos de
justicia que motivan nuestra acción judicial, dado que garantiza
la impunidad para el dictador. Asimismo, confirma que en Chile no era
posible juzgarlo, contradiciendo de paso lo que sostuvo el gobierno en
su defensa que permitió su vuelta a Chile liberándolo de
la prisión en Londres.
3. Esta resolución pone de manifiesto la precariedad del sistema
democrático nacional, dado que, una vez más, no se aplican
las garantías constitucionales de igualdad ante la ley ni el derecho
a la justicia, ante los crímenes de lesa humanidad cometidos durante
la dictadura militar.
4. El Poder Judicial que ayer con su silencio amparó los crímenes
de la dictadura, hoy tenía la posibilidad histórica de reivindicarse
ante la comunidad nacional e internacional abriendo paso a la justicia.
Sin embargo, desoyendo la voz de la mayoría del país, niega
una vez más la verdad y la justicia para los cientos de víctimas
de la dictadura, comprometiendo su imagen y credibilidad ante la sociedad
chilena.
5. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos reiteradamente
ha señalado que en Chile existe denegación de justicia.
Este fallo, junto con reafirmarlo, demuestra que en el país no
existe vigencia de los Tratados Internacionales ratificados por el Estado
en materias de Derechos Humanos.
6. Frente a este fallo aberrante, se deben ejercer todas
las acciones judiciales tanto a nivel nacional como internacional, para
perseverar en la búsqueda de la verdad y la justicia. Pinochet,
no debe quedar impune. Llamamos, por tanto, a la comunidad nacional e
internacional, a movilizarse activamente para denunciar y
rechazar este fallo.
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Pinochet
ha logrado evadir a la justicia
Equípo
Jurídico de FASIC ( Santiago,
9 de julio de 2001)
En el día de hoy, la 6ª Sala de la Corte de Apelaciones
de Santiago ha dispuesto suspender el juicio que se sigue a Augusto Pinochet,
a solicitud de su defensa, tendiendo en consideración que el ex
dictador presenta un dererioro de su estado de salud asimilable a la locura
o demencia.
Así, y por esta vía, ha logrado sortear la difícil
situación ante los tribunales de justicia, instancia en la cual
enfrentaba cargos por la responsabilidad que le cabía por gravísimas
violaciones a los derechos humanos.
Pinochet logró eludir la justicia, y desde esa perspectiva,
su defensa ha tenido éxito.
Hay varias victorias, sin embargo, cuya significación es mucho
más negativa que una honorable derrota.
¿Fue sólo un pretexto o efectivamente el ex dictador
está francamente debilitado en su salud?
Y si así fuere, ¿nuestros tribunales han actuado en
casos equivalentes con la misma vara?
Sin duda, que las legítimas dudas que los chilenos sienten
ante esta resolución judicial, no se disiparán en el curso
del tiempo, quedando clavado sobre la justicia chilena un gran signo de
interrogación sobre si ha sido capaz o no de superar su triste
trayectoria en el pasado reciente.
Pinochet y su entorno deben sentirse satisfechos , lograron sortear
un temporal más. Con todo, la historia registrará como un
orgulloso general de nuestro Ejército, barrió con la tradición
y el honor militar, y no fue capaz de enfrentar virilmente un juicio y
defenderse de los cargos que se formularon.
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Pinochet,
la última jugarreta
Redacción
de SERPAL, Servicio de Prensa Alternativa de Reus
(madrugada del 9
al 10 de Julio de 2001)
* Un nuevo ardid judicial, apelando una vez más a la "quebrantada
salud" de Pinochet, fijó un sobreseimiento provisional del
ex dictador.
Conforme la legislación chilena, la única causa que pudo
haber admitido el Tribunal de Apelaciones para su decisión, es
que Pinochet esté loco. Dicho de otra manera, que padezca un comprobable
grado de demencia. Era previsible. No su presunta locura, sino el final.
Porque este paso tiene toda la apariencia de convertirse en el cierre
de toda posibilidad jurídica. Ni Garzón, ni un Tribunal
Internacional, ni el Reino Unido, ni Chile han podido procesar a Pinochet.
Ni siquiera cumplir el mero trámite de "fichar" al procesado.
Las "gambetas" del chacal y de su costosísimo equipo
de abogados ( pagados directa o indirectamente por el pueblo chileno ),
le permitirán morir en impunidad jurídica.
Una red de interesadas complicidades
Pero para gran parte de su pueblo y de la opinión pública
internacional, Pinochet ya ha sido juzgado y considerado culpable de haber
ejecutado en 1973 un golpe de estado sangriento, y haber montado una maquinaria
represiva que no tuvo fronteras. También se sabe que lo hizo para
beneficiar a sectores minoritarios de su país y en especial, por
encargo de intereses políticos y económicos extranjeros
que le alentaron, le ayudaron, y después le protegieron. Entre
ellos, el propio gobierno norteamericano con su ex secretario de estado
Henry Kissinguer como artífice de la operación. Pero las
responsabilidades van mucho mas lejos y hay que recordarlas: también
la de aquellos que a partir del 18 de octubre de 1998, cuando Pinochet
fue retenido en Londres por petición del juez Garzón buscaron
desesperadamente argumentos, resquicios, por donde Pinochet pudiera evitar
un proceso. Y no nos referimos únicamente a su amiga británica
Margaret Thatcher, que se encargó de recordar lo bien que Pinochet
se portó durante la guerra de Malvinas, pasando datos de inteligencia
militar al Reino Unido. También una amplia gama de políticos,
empresarios, medios de comunicación, ministros y gobernantes europeos
con diferente implicación y entusiasmo, aportaron "sensatez"
y recomendaron que fuera Chile quien juzgara a Pinochet. Claro, muchos
de ellos, en realidad evitaban que un proceso amplio, con garantías,
sacara a luz los miles de folios de testimonios que revelan las múltiples
complicidades que en esos años disfrutó la junta militar
chilena.
Pinochet no es Milosevic
Esas mismas cancillerías, expertos en derecho internacional y gobiernos
europeos tuvieron diferente criterio meses mas tarde en el "Caso
Milosevic". Claro, Milosevic, además de dictador, fue un obstáculo
a los propósitos y objetivos de los Estados Unidos y de la Unión
Europea. Milosevic fue un "enemigo" de la OTAN. Y Pinochet,
además de dictador, fue un "peón", ( pese a su
grado de general ) que realizó el trabajo sucio de derrocar a sangre
y fuego a un gobierno socialista alcanzado por los votos y con legalidad
constitucional, que molestaba a los intereses políticos de los
Estados Unidos y a los de las grandes transnacionales.
Por eso Milosevic está detenido en Holanda para ser juzgado por
un tribunal cuya legalidad y capacidad curiosamente nadie pone en duda.
Y lo juzgarán los mismos que ordenaron el bombardeo de Yugoslavia,
y que mantienen el bloqueo criminal contra el pueblo iraquí y .....
( ¿ A ellos qué tribunal les juzgará ? ).
Valga la reflexión y la alusión balcánica para comprender
como manipulan el término justicia los gobiernos y los diferentes
poderes, conforme sus intereses y conveniencia.
El antecedente de
Londres: "razones de salud"
Pero regresemos al Pinochet retenido en Londres: para los que procuraban
evitar a toda costa un proceso en la Audiencia Nacional española
y con ello el riesgo de airear responsabilidades y complicidades, todo
era muy difícil desde el punto de vista jurídico. Y por
eso, en definitiva el arreglo fué "político".
Por "razones de salud", el anciano enfermo fue devuelto a su
país. Allí le esperarían para juzgarlo por las mas
de 200 querellas criminales en su contra. En realidad la recepción
fue una bienvenida en toda regla de sus compinches militares de la nueva
generación y del círculo de sus mas devotos y agradecidos
partidarios. Se produjo el "milagro de Santiago", dejó
la silla de ruedas y volvió a caminar.
Después comenzaron las idas y venidas judiciales, apelaciones,
recursos... y este casi seguro final: un sobreseimiento basado en su presunta
"demencia subcortical moderada".
La memoria colectiva
Mas allá del justificado dolor de familiares y amigos de las víctimas
de la dictadura chilena , como latinoamericanos, como seres humanos, nos
indigna la cadena de complicidades hipócritas que han facilitado
esta impunidad judicial. Ni las enfermedades ni la muerte de Pinochet,
conseguirán que olvidemos los grados de responsabilidad de quienes
hicieron posible hace mas de 27 años, la tragedia que padeció
gran parte del pueblo chileno. Nos queda la memoria colectiva. Con esa,
no podrán.--
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"Hay que
recordar...que también los diligentes ejecutores de órdenes
inhumanas, no eran esbirros natos, no eran ( salvo pocas excepciones)
monstruos; eran gente cualquiera.
Los monstruos existen pero son demasiado pocos para ser realmente peligrosos;
más peligrosos son los hombres comunes, los funcionarios listos
a creer y obedecer sin discutir, como Eichmann, como Hoess, comandante
de Auschwitz, como Stangl, comandante de Treblinka, como los militares
franceses de veinte años mas tarde, asesinos en Argelia, como los
militares norteamericanos de treinta años mas tarde, asesinos en
Vietnam".
Primo Levi,
sobreviviente del campo de concentración de Auschwitz en "Si
esto es un hombre"
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