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Colombia

 

PLAN COLOMBIA: PARA LA GUERRA Y UN MODELO SALVAJE DE SOCIEDAD

"LA UNIDAD". Revista del Ejército de Liberación nacional. ELN - Colombia (18 de Diciembre de 2000)
 

El plan Colombia en su presentación inicial presentaba unos costos  de 7.558 millones de $US, de los cuales el país debía aportar 4.033 Millones de US$, el resto se cubriría por parte de Europa y Estados Unidos. Estos últimos ya aprobaron 1.300 millones US$. Los europeos son reacios a desembolsar sus fondos por las dudas y polémicas que en el mundo ha suscitado este plan, en el cual el 80% de los dineros se destinaran a gestiones militares y de guerra.

La inversión social formulada en el plan  es un simple relleno demagógico. Es la mentirita que adornan todos los planes de desarrollo, incluido el de Pastrana. Hasta ahora lo único asegurado que tiene el Plan Colombia es el gasto militar, que es requisito indispensable para que los Estados Unidos aprobara estas iniciativas.

Sin duda, la aprobación de la ayuda militar en el Congreso Norteamericano abre una  fase de mayor intervención del imperio en los asuntos internos del país y por ende se dará un mayor escalonamiento en la guerra, con la mascara del combate al narcotráfico. Es bueno saber que del total del paquete de la ayuda norteamericana para el Plan Colombia, el 85% va destinado al fortalecimiento de los mecanismos de represión y la actividad militar.

Este mismo hecho, que el Plan Colombia tenga su mayor destinación a la inversión militar, se contradice con las declaraciones presidenciales que han querido tapar el sol con las manos alegando que no es un plan de guerra.
Colocar lo militar en el centro, en un país lleno de pobreza y desigualdad en todos los niveles, en abierta contradicción a la inversión económica para producir empleo y desarrollo social, es un despropósito muy grande a la paz, produciendo un engorde de las Fuerzas Militares que de ningún modo puede considerarse que sea productivo para el país.

Si lo que se quiere es combatir al narcotráfico lo que se debe colocar como política central es la realización de una adecuada reforma agraria integral y un plan de desarrollo que supere la pobreza y la miseria en la población del campo e incentive de manera real y sostenida la producción agropecuaria.

La fumigación de los cultivos de coca y de amapola, la persecución a los productores no es la solución y al contrario la vía represiva profundiza el conflicto social. Con toda seguridad,  el país y las poblaciones agrarias se someterán a un desplazamiento y con ello los cultivos se trasladaran a otras regiones. El mal no esta en los cultivos sino en la política neoliberal que estimula en los campesinos y en los pobres, la necesidad de cultivar lo que puede competir y le da posibilidad de sobrevivir.

Importantes son los cuestionamientos al Plan Colombia tanto en el país como en el ámbito internacional y a partir de ello se han ido configurando amplios movimientos de condena y rechazo a los propósitos de guerra de los Estados Unidos. De igual manera ha sido duramente cuestionado lo antidemocrático del plan ya que su discusión se dio en el Congreso Norteamericano excluyendo al de Colombia y al país entero. También su
elaboración se hizo sin consultar los sentimientos y realidades nacional al ser concebido y diseñado en el pentágono, el FMI y la DEA.

Es muy significativo que centenares de movimientos sociales, de organizaciones defensoras de los derechos humanos y personalidades democráticas nacionales e internacionales, se estén movilizando y enjuiciando duramente el plan por la destrucción humana y ambiental que conlleva, porque aumenta el mayor control e intervención de los gringos en la región andina y por propiciar una guerra en donde las multinacionales sacarán jugosos dividendos, al vender numeroso armamento y utilizar nuestro territorio como laboratorio para experimentar nuevos tecnologías militares.

Este escalonamiento oligárquico e imperialista de la guerra, trae entonces, fuertes implicaciones sociales, políticas y de orden militar que nos obliga a levantar una política nacionalista, de soberanía y  vida, disponiendo todas nuestras fuerzas y razones para enfrentar los desafíos.  En este sentido un planteamiento alternativo es tarea urgente a fin de congregar y darle dirección a los distintos esfuerzos nacionales e internacionales que confronten de fondo a las políticas fondo monetaristas y guerreristas impulsadas desde los Estados Unidos. 

El  Estado colombiano, las clases dominantes, van dependiendo cada vez de los Estados Unidos en la lucha contrainsurgente, un cuadro similar al de los 80 en el Salvador, cuando la ayuda norteamericana se convirtió en el factor decisivo para truncar el triunfo revolucionario y sostener el régimen y el ejercito Salvadoreño. Recordemos que en Vietnam los Norteamericanos, se vieron obligados a intervenir de manera cada vez más activa hasta el punto de llegar a tener allí  500.000 marinos, centenares de aviones y helicópteros y asumir el peso principal de la guerra en todos los terrenos.