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Bolivia

DOS MILLONES DE CAMPESINOS POBRES SON PROPIETARIOS DE SOLO EL 7 % DE LA TIERRA Y REPRESENTAN EL 93 % DE LOS PROPIETARIOS DE TIERRAS

Diario Los Tiempos, Cochabamba (Bolivia, 3 de Octubre de 2001)

La Paz Econoticias.- Cerca de 2 millones de bolivianos sobreviven a duras penas en el altiplano y valles, donde reina el minifundio, la extrema pobreza y una creciente y explosiva frustración ante el centenario olvido y menosprecio de los gobernantes y de los propios habitantes de las ciudades.

La inequitativa distribución de la tierra, la ausencia de apoyo gubernamental en créditos y asesoramiento técnico, las escasas inversiones y el mal uso de los recursos de la cooperación internacional son algunas de las causas que están deteriorando las ya de por sí malísimas condiciones de vida y de trabajo en el agro, asegura un reciente informe del Foro Jubileo 2000.

"Las organizaciones de la sociedad civil involucradas en el desarrollo rural constatamos que la mayoritaria población que habita los campos y los bosques de Bolivia continúa viviendo en condiciones infrahumanas de extrema pobreza", señala.

ECONOMÍA DE SUBSISTENCIA

En el altiplano y los valles, hay un evidente deterioro de la base productiva, la productividad está estancada en bajísimos niveles, hay altos costos de producción mientras que los productos campesinos tienen bajos precios en los mercados.

Pero por si esto fuera poco, existe un acelerado proceso de contaminación y degradación de suelos, hay un evidente aislamiento de las comunidades respecto a los mercados de consumo, y los minifundios son cada vez más pequeños y numerosos.

LOS MINIFUNDIOS

Y este inequitativo acceso a la tierra, persiste a pesar de la reforma agraria de 1953. Según un estudio del Ildis-Cedla, el 7 % de los propietarios rurales, que tienen acceso a capital y recursos tecnológicos, concentran el 93 % de las tierras, especialmente en el oriente.

En cambio, el 93 % de los propietarios, que son mayoritariamente pequeños campesinos, poseen sólo el 7 % de las tierras, que las cultivan intensivamente. De esta producción se calcula que el 40 % va al autoconsumo campesino y el restante 60 % al mercado.

Otro estudio de Tom O'omen, experto de la FAO, señala que en las últimas dos décadas, "el fraccionamiento de la tierra en el altiplano habría alcanzado un ritmo promedio de unos 16.000 minifundios nuevos por año", lo que ilustra la magnitud del problema.

CAUSAS DE MISERIA Y VIOLENCIA

Extrema concentración de los mejores recursos naturales (tierra, agua y bosques) en pocas manos. Hay enormes latifundios improductivos. Secular abandono del Estado y ausencia de políticas públicas que protejan y favorezcan a los pequeños productores agropecuarios.

Bajísima inversión en infraestructura productiva en el área rural. Persistencia de una conducta de exclusión étnico-cultural que se traduce en formas disfrazadas de racismo de sectores de la sociedad blanca y mestiza, instituciones gubernamentales y sistema de partidos políticos, que segrega a los pueblos indígenas y campesinos.

Virtual inexistencia de inversión pública municipal para infraestructura productiva, de caminos, riego, red de energía eléctrica, almacenamiento y mercados. Equivocada visión de los organismos de cooperación que no reconocen en los campesinos la capacidad de producir riqueza.