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Argentina

1976 – 24 de marzo – 2001
30.000 Detenidos-Desaparecidos ¡Presentes!

Declaraciones leídas en el Acto por los 25 años, el sábado 24 de Marzo de 2001.

El poder económico y los gobiernos de turno garantizan que el genocidio impune de ayer continúe con el genocidio de hoy

¡BASTA DE HAMBRE, ENTREGA, DESOCUPACION Y REPRESION!
¡BASTA DE IMPUNIDAD!

Hagamos del 24 de marzo un día de lucha

- Cárcel a los genocidas y sus cómplices.
- Anulación efectiva de las leyes de punto final y obediencia debida y de los decretos de indulto para que todos los represores puedan ser juzgados y castigados.
- Restitución de la identidad a los chicos apropiados y nacidos en cautiverio.
- Reconocimiento de la identidad nacional a los chicos/as nacidos/as en el exilio de sus padres.
- No a la teoría de los dos demonios que iguala a los luchadores populares con el terrorismo de Estado.
- Inhabilitación inmediata y vitalicia para ejercer la función pública a los genocidas y sus cómplices.
- Libertad a todos los presos políticos, gremiales y demás luchadores populares.
- Contra la penalización de la protesta social.
- Investigación y castigo a los responsables de la represión a las luchas sociales.
- Investigación de los fusilamientos, torturas y desapariciones en los hechos de La Tablada en cumplimiento de la resolución de la CIDH de 1997.
- Investigación y castigo a los culpables de las masacres de la Embajada de Israel y la AMIA.
- Basta de represión, mano dura y gatillo fácil. Juicio y castigo a sus responsables.
- Anulación de las leyes y decretos de Flexibilización laboral, de Reducción salarial, de Reforma previsional y de Privatización de las jubilaciones. No a la Desregulación de las obras sociales.
- Derogación de la Ley Federal de Educación, de Educación Superior y de la Reforma Educativa.
- No al pago de la deuda externa.
- No a la privatización del Banco Nación ni de la banca estatal y protección al PAMI. Defensa del patrimonio nacional y anulación de todas las privatizaciones.
- No al voto contra Cuba en Naciones Unidas.
- No al Plan Colombia, no al ALCA. Contra toda agresión imperialista hacia los pueblos oprimidos.
- Ningún hogar sin pan, ningún trabajador sin trabajo.

Encuentro 25 años: Memoria, Verdad y Justicia
DECLARACION DEL 24 DE MARZO DE 2001

A 25 años del golpe militar del 24 marzo de 1976 estamos nuevamente reunidos en esta plaza del pueblo para demostrar que no olvidamos ni perdonamos y para ratificar nuestra voluntad de continuar la lucha contra esta política que se propone perpetuar el modelo que instaló la dictadura.
El golpe militar del que hoy se cumple un cuarto de siglo con su marca registrada, la desaparición forzada de personas, fue la brutal respuesta de las clases dominantes –con la complicidad de sectores empresariales,
políticos, sindicales y de la cúpula de la Iglesia- a un siglo de luchas populares.
Desde 1930, por lo menos un golpe de Estado por década opuso la fuerza de la espada a las luchas del pueblo. Pero ninguno tan sangriento y despiadado como el de 1976. Treinta mil hombres y mujeres desaparecidos; más de quinientos chicos que fueron secuestrados – de los cuales 9 fueron asesinados- o que nacieron en cautiverio y no han recuperado su identidad; más de diez mil presos políticos; exiliados, asesinados, torturados. Una sociedad sometida al terror y al mandato de silencio, fueron el resultado calculado, planificado y ejecutado por la dictadura militar para imponer un proyecto de enajenación nacional y social.
Cumplir con ese objetivo era imposible sin golpear a la mayoría de nuestro pueblo a través de la represión de miles de hombres y mujeres que asumían –desde asociaciones gremiales, estudiantiles, barriales, religiosas,
profesionales, partidos políticos, organizaciones armadas– una lucha sin cuartel contra la injusticia de las estructuras de este sistema. Una vez más reivindicamos esa lucha.
Cada vez está más claro que el genocidio del terrorismo de Estado, el genocidio de las armas, hizo posible este otro genocidio, el de la muerte por hambre, el de la muerte evitable de 55 niños menores de 1 año por día,
el de la agonía de tantos jefes y jefas de familia que no pueden llevar pan a la mesa de sus hijos.
La miseria planificada contra el pueblo ha seguido siendo la política económica que se aplicó a lo largo de un cuarto de siglo, con ligeras variaciones instrumentales. La planificación de la desigualdad entre los
pocos que acumulan riquezas inimaginables y los cada vez más numerosos que no alcanzan ni siquiera a una canasta alimentaria de subsistencia, habla de la impunidad de los grupos económicos que impulsaron el genocidio de la dictadura militar.
Y los gobiernos constitucionales han asumido desvergonzadamente su relevo, traicionando el mandato popular. En estos 17 años se continuó con la reducción del salario real de los trabajadores y la disminución de su
porcentaje en el ingreso nacional, aumentó la jornada laboral que necesita un obrero para pagar la canasta familiar, estalló la hiperdesocupación y se generó la exclusión social, que llevan a la desesperación a millones de
personas e intentan dificultar la respuesta colectiva.
Se profundizo el carácter entreguista y antipopular de la política económica, se destruyó el sistema jubilatorio y la mayor parte de la legislación laboral y se remataron las empresas estatales a favor de los monopolios, generando cuatro millones de desocupados, 14 millones de pobres y una caída sin precedentes del salario. Se avanzó en la liquidación de la Educación Pública –mediante la Reforma Educativa, la Ley Federal y la Ley de
Educación Superior- y de la Salud Pública -mediante el arancelamiento, la desregulación de las obras sociales y otras formas de privatización encubierta-.
El gobierno de De La Rúa profundiza –tal como lo demuestra la designación de López Murphy y Cavallo y la exigencia de poderes extarordinarios- la política de impunidad, ajuste, entrega y represión del menemismo llevando al pueblo a una situación de hambre y desocupación sin parangón en nuestra historia. Y sigue pagando la ilegítima y fraudulenta deuda externa cumpliendo así con el mandato del FMI, de los monopolios y del imperialismo.

Ayer desaparecieron y fueron asesinados más de 100.000 luchadores en Chile, Uruguay, Paraguay, Guatemala y en toda América Latina y se coordinó la represión en el Cono Sur con operativos como el denominado Plan Cóndor. Y continúan las desapariciones y las brutales violaciones a los derechos humanos en Colombia, en Perú y México y en tantos otros países latinoamericanos.
Hoy los imperialistas tratan de instrumentar la represión y la intervención directa para mantener la opresión de los pueblos y erigirse en sus gendarmes. Denunciamos el Plan Colombia como un plan de guerra e intervención militar extranjera, y al ALCA (Acuerdo de Libre Comercio de América) como un paso más en la subordinación y destrucción de las economías latinoamericanas. Repudiamos la subordinación de nuestro gobierno a esas
políticas y rechazamos el voto argentino contra Cuba en las Naciones Unidas.

Se quiso imponer el olvido sobre la base de la impunidad.
Pero lo que se quiso sepultar retorna una y otra vez.
Porque la historia no se cancela por leyes ni decretos elaborados al margen de la voluntad popular.
Una vez más decimos, reclamamos, exigimos que las leyes de Punto Final y Obediencia Debida y los decretos de indulto de los gobiernos de Alfonsín y Menem deben ser efectivamente anulados para que los responsables y
ejecutores del terrorismo de Estado puedan ser juzgados por sus crímenes.
La lucha de los organismos de derechos humanos por la justicia, su rechazo intransigente a todas las tentativas de impunidad, desde la autoamnistía militar en adelante, fueron una referencia y un ejemplo. Un juez federal ha
declarado en primera instancia la nulidad insanable y la inconstitucionalidad de estas leyes aberrantes. Esta anulación de las leyes de Punto Final y de Obediencia Debida no es una graciosa concesión sino una conquista en esa lucha contra la impunidad. Exigimos que el Poder Judicial en su conjunto ratifique esta decisión.
Las fuerzas de seguridad del gatillo fácil, el palo y la picana, son la constancia de que la impunidad circula por las venas del sistema. Y nuevas víctimas se suman a las del terrorismo de estado.
Con la excusa de combatir la inseguridad se refuerza el aparato represivo.
De lo que no se habla es de que la inseguridad tiene su base en la política económico-social y en la impunidad.
La pauta general y una de las condiciones de perpetuidad del modelo económico-social es la impunidad de los genocidas.
Porque mientras los genocidas siguen impunes se impulsa la criminalización de la protesta social, que en la última década llevó a los tribunales a más de 2800 compañeros que se atrevieron a organizarse y luchar contra el hambre y la prepotencia, y por lo que está hoy en la cárcel Emilio Alí -preso desde hace 9 meses en Batán-. Esta política económico-social necesita de la represión para mantenerse. Represión que se manifiesta en los conflictos regionales y en las luchas por los derechos sociales. Corrientes, Salta, Neuquén, son sólo una muestra. Recordamos hoy aquí a todos los caídos en la lucha contra el hambre.

Estamos hoy aquí reescribiendo el pasado, porque estamos construyendo un futuro distinto. Durante estos 25 años hemos hecho sin claudicaciones y:

- Hemos hecho posible que se recuperaran 71 chicos desaparecidos como fruto de la lucha de Abuelas y de la inquietud, solidaridad y colaboración de quienes a diario aportan datos que ayudan a seguir buscándolos.
- Hemos hecho posible que después de la marcha de repudio de miles de personas el 24 de marzo de 1996, se abriera en España un juicio por genocidio, y en Italia se declarara culpables y se condenara a 5 genocidas. Y que en nuestro país 40 violadores de DD.HH. estén imputados por robo sistemático, secuestro de niños y desaparición de personas, que 14 de ellos hayan perdido su libertad y que Videla y Massera permanezcan presos desde hace 33 meses.
- Hemos hecho posible que se sustancien los juicios por la Verdad, que, reclamamos, deben convertirse en juicios por la justicia, único camino para llegar a la Verdad.
- Hemos hecho posible que se abra una brecha en el muro de impunidad con la anulación en primera instancia de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida.
- Hemos hecho posible que se consiguiera la conmutación de penas de los presos políticos de la Tablada después de 116 días de huelga de hambre.
- Hemos hecho posible que se sacara de la cárcel a Rául Castells.
- Hemos hecho posible que ante los nuevos casos de impunidad, a lo largo y a lo ancho del país surgieran las respuestas de familiares, amigos, vecinos y el pueblo todo, que dan diariamente su pelea por la justicia.
- Y que hoy, de Jujuy a Tierra del Fuego, de Neuquén a Corrientes, con los mas variados métodos –puebladas, cortes de ruta, con sus principales protagonistas -los piqueteros, paros, manifestaciones, marchas- el pueblo
confirme que sólo la movilización y la lucha podrán terminar con esta política.

El pueblo no ha sido derrotado y hoy está aquí de pie para gritarlo a los cuatro vientos. Más de una generación ha transcurrido desde entonces y la lucha de nuestro pueblo no ha cesado. Los organismos de derechos humanos, la clase trabajadora, los estudiantes, los trabajadores de la cultura, los partidos populares, la legión de desocupados que son la consecuencia buscada de este modelo, proclamamos el orgullo de esa lucha y nuestro compromiso de continuarla sin pausa ni desmayos.

Y les decimos a nuestros compañeros y compañeras detenidos-desaparecidos y asesinados que dieron su vida en la lucha contra la opresión y la explotación que compartimos sus sueños liberadores y que su lucha alimenta
nuestra propia lucha.

Compañeros detenidos-desaparecidos ¡¡PRESENTES!!

A continuación del documento central, Mabel Gutierrez, integrante de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas, leyó el siguiente texto:


NUESTRO COMPROMISO

Los Organismos de Derechos Humanos, en nuestro nombre, en el de las 206 organizaciones convocantes, en el de todos los aquí presentes y en el de los 30000 detenidos-desaparecidos queremos reafirmar nuestro compromiso de lucha.

De lucha contra la impunidad, hasta conseguir que los asesinos, torturadores, apropiadores de niños, violadores, desaparecedores, estén donde deben estar: en la Cárcel.

Y ante la gravísima crisis desatada en el país que afecta los derechos a la Vida, la Libertad, el Trabajo, la Vivienda, la Salud y la Educación de nuestro pueblo decimos:

A más de un año en el poder el Gobierno de De la Rúa responde a estas necesidades con más ajuste. La respuesta popular logró la destitución de López Murphy. Sin embargo, la designación posterior de Cavallo, funcionario de la Dictadura, responsable de la estatización de la deuda privada, de las privatizaciones de las
empresas públicas y de una política de compromiso directo con el Poder Económico y de hambre para el pueblo, muestra que el rumbo antipopular y de dependencia se mantiene. Y para sostener este plan se exige la Suma del
Poder Público.

Hoy, 24 de marzo de 2001 levantamos nuestra voz como centenares de miles de argentinos lo hemos hecho en estos días, para manifestar nuestra firme oposición a que se continúe con nuevas medidas que impliquen más hambre, más penurias y más sufrimientos a nuestro pueblo.

Y asumimos aquí el compromiso de continuar la lucha para terminar con esta política y este modelo. Ese es nuestro mejor homenaje a nuestros compañeros detenidos-desaparecidos para quienes pedimos un minuto de aplauso.

Buenos Aires, 24 de marzo de 2001

206 ORGANIZACIONES FIRMANTES DEL DOCUMENTO DEL ENCUENTRO 25 AÑOS: MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA