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Argentina
 
Domingo Cavallo
El "bombero piromaniaco"


Iniciativa Arco Iris (Argentina, 26 de Marzo de 2001)

Cavallo viene a cambiar algo, para que todo siga igual, y coronar así la obra que realizó, de destrucción de Argentina, atándola al carro de los Estados Unidos. ¿Tendrá éxito nuevamente?

Domingo Felipe Cavallo es un "bombero piromaníaco", que provoca incendios, y luego aparece con el extinguidor. Hoy parece haber llegado a la cumbre de su carrera, al aparecer como el mesias que va a sacarnos del "vaso de agua", en que él mismo nos ahogó con su convertibilidad, que en realidad es un pantano con la cual enterró a la Argentina hasta los ejes. En su dilatada y contradictoria carrera de incendiario y salvador Cavallo fue quien :

Cristalizó la deuda externa argentina: Cavallo, que había apostado al dólar todo lo que tenía, como presidente del Banco Central en 1982 remato la mayor maniobra de fuga de divisas en la historia del país, dejando de esta manera cristalizada la Deuda Externa, que es la causa de las actuales penurias de Argentina. El y sus amigos financistas y banqueros, tomaron créditos provenientes del Banco Central en pesos, y con esos prestamos compraron dólares de las reservas del Banco Central, provenientes de prestamos externos. Posteriormente, tras la derrota de Malvinas, Cavallo como presidente del Banco Central, licuó las deudas en pesos, mediante la tasa de interés regulada, a la par que efectuaba la mayor macrodevaluación del dólar en la historia del país. Esto les permitió a él y sus amigos financistas y banqueros, cancelar las deudas que tenían con el Banco Central en pesos, con sólo entregar unos pocos dólares de los que habían comprado. Así Cavallo, sus amigos y socios, a cambio de unos pocos pesos desvalorizados, se quedaron con la reservas de dólares del Banco Central provenientes de los préstamos del exterior, por 15 mil millones de dólares, siendo este el origen de la actual Deuda Externa.

Estatizó la deuda externa privada: A esos mismos dólares obtenidos mediante la estafa al Banco Central, Cavallo y sus amigos, presentándolos como préstamos externos (autopréstamos), se los volvieron a vender al Banco Central, a cambio de pesos, pero -y he aquí la trampa- con la condición de que en un futuro, el Banco Central se los volviera a vender a un precio prefijado (pases -swaps- con seguros de cambio). Inmediatamente después de haber vendido los dólares, Cavallo y sus amigos se los volvieron a comprar al Banco Central, con los mismo pesos que habían recibido, quedándose de este modo con los dólares, y con el contrato de seguro de cambio a cargo del Banco Central. Posteriormente, como consecuencia de la macrodevaluación del peso, el Banco Central se encontró que debía entregar 7 mil millones de dólares, a cambio de unos pocos pesos, que habían perdido totalmente su valor, como consecuencia de estos pases con seguros de cambio; y como no disponía de dólares, finalmente el Banco Central debió hacerse cargo de las supuestas deudas externas de Cavallo y sus amigos banqueros y financistas. Como consecuencia de estas maniobras Cavallo está reiteradamente citado en la sentencia del juez Ballesteros, referida a la investigación de la deuda externa fraudulenta.

Privatizó las empresas públicas: Cavallo posibilitó que sus amigos los banqueros, detentores de esa deuda externa fraudulenta, se cobraran parte de ella, mediante la compra de empresas públicas, por las cuales el Estado recibió los devaluados pagares de la deuda, que cotizaban a solo un 20% de su valor, asegurándoles a cambio de esos papeles sin valor, altísimas tarifas en dólares. De esta manera extranjerizó las principales fuentes de renta interna, provocando una continua fuga de divisas, superior aun al de la deuda externa, siendo este otro de los principales motivos de la actual crisis.

Privatizó las jubilaciones: Con este inicuo cometido, Cavallo se constituyó en el padre del actual déficit fiscal. Desvió los aportes jubilatorios de los trabajadores hacia las AFJP privadas, propiedad de sus amigos banqueros, los mismos que fueron los artífices de la deuda externa. Rebajó además los aportes patronales destinados al sistema estatal de reparto, beneficiando de esta manera a los grandes empresarios y a los concesionarios de los servicios privatizados. La variable de ajuste para que ese déficit no se desmandara y afectara la convertibilidad, fueron los haberes de los jubilados, a los que Cavallo, incumpliendo con leyes que la humanidad a respetado desde siempre, de honrar a nuestros antepasados, redujo a una mínima expresión, corroborando así que los derechos adquiridos y la tan mentada "seguridad jurídica", solo es para los poderosos.

Adhirió al país al Plan Brady: Cavallo a través del plan Brady, como ministro de economía de Menem, reestructuró las Deuda Externa que el mismo había cristalizado. Con ello legitimó la deuda externa bancaria, cuestionada por fraudulenta, y la consolidó en títulos bursátiles, los Bonos Brady, con intereses y costos financieros más altos. De esta manera canjeó unos pocos pagares que registraban la deuda, cuyos acreedores eran unos pocos bancos, por millones de títulos públicos diseminados por todo el mundo, evitando así su cuestionamiento y renegociación.

Instaló la corrupción y "gobernabilidad tarifada": Cavallo, que no podía vivir con menos de diez mil pesos al mes, con sus sobres de dineros negros de la SIDE y los "diputruchos", fue el que instaló de manera sistemática la corrupción y las coimas, como mecanismo para que los legisladores sancionarán sus cuestionadas leyes de privatización. Recientemente, sus dos amigos del alma desde la juventud, Aldo Daddone y Hugo Gaggero, fueron procesados por coimeros en el affarie de IBM-Banco Nación. Con estos compinches, y otros que recientemente pasaron sus huesos por las cárceles de Córdoba, Cavallo integró el directorio del Banco Hipotecario y Edificador de Córdoba, que funcionaba junto a la Fundación Mediterránea. Este banco fue luego intervenido y liquidado por el Banco Central, con un costo para el Estado de alrededor de 100 millones de dólares, dato que no aparece en el curriculum de Cavallo, ni en el de la Fundación Mediterránea, ni tampoco en las páginas de los grandes medios.

Funcionario del gobierno militar: Cavallo además de haber sido presidente del Banco Central durante el Proceso Militar, ocupó también en ese tenebroso periodo, la secretaria del ministerio del Interior, a cargo del Gral. Liendo, quien es el padre de su actual consejero o mejor dicho consiglieri, como se lo llama en la mafia Dr Liendo. El Dr Liendo fue quien, redactó la ley de convertibilidad y hoy es quien exige dentro de la actual ley de competitividad, las "facultades extraoridanrias" para Cavallo, que en la practica es una herramienta propia de los un gobiernos militares.

Estos antecedentes de Cavallo, difieren mucho de la imagen del "Cavallo salvador" que, de forma unísona, muestran los medios de comunicación, propiedad también de los banqueros y financiastas ayer cómplices de Cavallo y a los cuales hoy él representa. Entre ellos, The Chase Manhantan Bank, propiedada de Rokefeller, Bank Boston, Citibank NA, Goldaman Sahcs & co, Bank Boston, Banco de Galicia y Buenos Aires, JP Morgan Securities, etc.

Repasada su historia, sus relaciones y a los intereses que responde, la incorporación de Cavallo al gobierno pone en riesgo la débil democracia de muestro pueblo. Por eso pedimos que difunda este E-mail, para que la apócrifa imagen del "Cavallo salvador", sea sustituida por la de un Cavallo que hace mas de 20 años viene desempeñándose en la función publica, solo con fines espurios a favor de los interese financieros y económicos internacionales y en perjuicio de todos los argentinos.

Domigo Cavallo: ¿ Ministro o "Virrey de La Plata" ?

SERPAL, Servicio de Prensa Alternativa (26 de marzo de 2001)

Con la designación de Domingo Felipe Cavallo como ministro de Economía, el gobierno argentino pretende encontrar una salida a la renovada crisis del país.

Hace poco mas de un año, la Alianza asumía el gobierno como una alternativa diferente a la gestión de Carlos Menem. Prometía honestidad, terminar con la corrupción, frenar los abusos de las empresas privatizadas... Ya sea porque la gente creyó en las promesas o porque la voluntad de terminar con el menemismo era muy grande, Fernando de la Rúa fué elegido presidente.

Pero en poco mas de 12 meses, el gobierno argentino parece haber agotado sus recursos propios y tras una patética crisis en la que volvieron a repetirse los augurios de "vamos mal", se intentó la vieja fórmula de los "ajustes". Para los argentinos, "ajuste" es sinónimo de despidos, privaciones, marginación. El primer recorte apuntó al área educacional. La sociedad argentina no lo toleró y se expresó con huelgas y manifestaciones. Ese ministro, López Murphy, no alcanzó a poner en marcha su plan. De la Rúa le reemplazó entonces por Cavallo.

Este, sabedor que se convertía en la única jugada posible para frenar la crisis, exigió poderes especiales. En pocas horas se convirtió en una especie de "primer ministro", que desplazó a la figura del propio presidente. La banca, los representantes de las transnacionales, la "City" porteña donde se mueven los grandes intereses financieros, respiraron aliviados y no disimularon su satisfacción.

Una de las primeras acciones de Cavallo, ha sido un viaje relámpago a Madrid. Allí tranquilizó a los inversores españoles y de paso, recogió su apoyo.

En rigor, Cavallo tiene méritos como para actuar como un moderno "Virrey del Río de la Plata", y protector de las inversiones de las grandes empresas españolas en Argentina.

Cavallo fué uno de los presidentes del Banco Central durante la dictadura militar instaurada en Argentina en 1976. Y en la sentencia del Juez Jorge Ballestero sobre el proceso iniciado a los responsables del endeudamiento argentino, surge que "fue concebido como parte de la política económica adoptada por las autoridades de facto instaladas como consecuencia del golpe de estado del 24.3.76.".

Cavallo formó parte del entramado de funcionarios económicos que con su accionar determinaron que la deuda externa argentina aumentara cinco veces en los siete años de dictadura militar.

En junio del año pasado, un Tribunal Autónomo del Pueblo realizado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y en el Centro Cultural General San Martín, determinó la responsabilidad de José Alfredo Martínez de Hoz, Guillermo Walter Klein y Domingo Cavallo en el "carácter ilícito del proceso de endeudamiento al que fué sometido el país."

Ese jurado estaba presidido por el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel y la Cámara de Sentencia estuvo formada por prestigiosos letrados como los Dres. Ricardo Molinas, Julio César Urien, Héctor Polino o Carlos Emérito González.

Durante el gobierno de Carlos Menem, Cavallo también fue ministro de economía. Durante su gestión no sólo se áplicó la convertibilidad ( un peso, un dólar) que todavía se mantiene. También se dió un amplio impulso a la política de privatización de las principales empresas argentinas. Areas estratégicas del país, como la energía, transporte, comunicaciones o electricidad, pasaron a manos de grandes empresas transnacionales, en muchos casos de matriz española. El sistema jubilatorio estatal, minado desde adentro, fue reemplazado por un sistema privado. Allí están
presentes los dos mas grandes grupos bancarios españoles, ( BBVA y BSCH ). Telefónica ha obtenido en Argentina, un 16 por ciento de sus beneficios mundiales. Similares resultados han tenido Endesa, Repsol y los grandes Bancos. Los beneficios de capital cruzan el oceáno como el viento, mientras los inmigrantes quedan atrapados en la tela de araña de las leyes restrictivas, o mueren en su justificado intento de alcanzar su lugar en el mundo.

Domingo Felipe Cavallo estuvo unas pocas horas en Madrid. A su regreso, en Argentina le esperaban poderes especiales para aplicar sus planes otorgados por el Congreso. 83 diputados argentinos votaron minoritariamente en contra. Una legisladora de la Alianza en el gobierno, Elisa Carrió, dijo que "una vez más le están mitiendo al pueblo" y anunció que, amparada en la Constitución Nacional, iniciará juicio por "traición a la patria" a quienes otorgaron esos poderes.

Mientras tanto, una parte de los argentinos intenta ver en la figura de Cavallo a un milagroso salvador y no a un virrey. Por el momento, resuenan los aplausos que recibió Cavallo de los grandes banqueros, de los gerentes de las transnacionales y de la "City" financiera porteña. Una vez más, no se equivocan en su apuesta.