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Usted tiene este fin de semana un poder
importante (casi su único poder en cuatro años,
recuerdelo) y una oportunidad crucial de mostrar al PP y al gobierno su
indignación y de mostrar al resto de partidos que no se puede
gobernar de espaldas a una nacion que se manifiesta claramente.
¿Qué puede hacer? elija…
- Vaya a votar: vote
al partido que menos le repugne y que no sea el PP: haciéndolo
así, aumentamos el pozo de rechazo electoral al PP mucho
más que absteniéndonos. (Con la absención, todos
los partidos se reparten su voto ausente: todavía una parte va al
PP).
Aproveche también esta oportunidad para hacer un ejercicio
ciudadano de independencia y juicio propio: examine las papeletas de los
partidos, mire que candidatos conoce: decida cuales le merecen mayor
confianza: vote a personas.
¿No cree que ya llevamos demasiado tiempo cegados por lealtades
partidistas? Y aproveche para
preguntarse: ¿Por qué los partidos le obligan a votar
listas completas, cerradas, que contienen revueltos gente de confianza y
gente con la que usted no se rebajaría a tomar un café?
- Si no quiere votar a ningún partido, vaya a
votar de todos modos: Meta la octavilla en el sobre. Eso
será un mensaje inconfundible.
- Si no tiene octavilla y no puede imprimirse la de la web,
vaya a votar con un rotulador negro: coja la papeleta del PP y tache la lista antes de meterla en el sobre.
El mensaje tampoco da lugar a malentendidos: “Yo les habría
votado si no hubiesen perpetrado este escándalo, y no les
votaré mientras los responsables siguan en la lista”.
- Si nada de lo anterior le convence, simplemente
absténgase: quédese en
casa o váyase de paseo. Para un votante honesto del PP,
nunca la pereza estuvo tan cerca de la virtud como en estas elecciones.
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