Constituye un prolongado proceso histórico, ético-político, ideológico, socioeconómico, estético y Cultural, con mayúsculas. Consiste en un radical cambio civilizatorio, de plena emancipación humana y de largo aliento estratégico (extendida temporalidad-espacialidad); antisistémico, contrahegemónico y contracultural al capital; de movimientos tácticos constantes, métodos políticos democráticos de participación activa de las masas; aprendizajes y desaprendizajes, construcciones y deconstrucciones, flujos y reflujos en su interior; perpetuas reformas revolucionarias.