Elecciones Marzo 1.996

 
 
 


      (CPS hace suyo el documento elaborado

por la Iglesia de Base de Madrid acerca de estas elecciones).

 

 

1. Los cristianos/as que integramos la Iglesia de base de Madrid afrontamos las Elecciones Generales del 3 de Marzo desde la experiencia liberadora de la fe cristiana concretada en una decidida opción por los pobres y marginados y en defensa efectiva de sus intereses. A nuestro juicio, la prioridad de dicha defensa constituye el principal criterio a la hora de valorar las diferentes opciones políticas que concurren a estas elecciones.

2. Esa experiencia de fe no se limita a orientan el comportamiento electoral, sino que nos induce a participar cotidianamente en las distintas instancias políticas, sociales, cívicas, culturales, etc. con la mirada puesta en la transformación radical de estructuras injustas y en el cambio profundo de las actitudes personales y grupales insolidarias. De esa manera creemos contribuir a la construcción de una democracia verdaderamente participativa.

3. Las próximas elecciones constituyen un momento de especial trascendencia en el proceso de regeneración de la vida democrática. Por lo que se impone una participación electoral responsable que, de un lado, supere cualquier tentación de inhibición y, de otro, se distancie de planteamientos puramente electoralistas, en los que los efectos especiales de marketing político o la veneración de líderes suplantan con frecuencia a los programas y tienden a ocultar actuaciones políticas poco ejemplares o, incluso, atentatorias contra la ética democrática.

4. El momento en que se sitúan estas elecciones es particularmente confuso y se caracteriza por:

- una pérdida de horizontes éticos, especialmente evidenciada en la corrupción política y económica que ha alcanzado a las estructuras mismas del Estado y está erosionando los fundamentos del Estado de Derecho.

- un empobrecimiento de los referentes ideológicos que devalúa el debate en el terreno de las ideas y facilita el desarrollo del neoliberalismo como nuevo fundamentalismo económico y político.

- un vaciamiento de energías y aspiraciones utópicas, tanto entre los dirigentes políticos como entre la ciudadanía, que renuncia a todo ideal de transformación por considerarlo irrealizable.

- un predominio de actitudes conformistas, que desembocan en indiferencia, apatía e insolidaridad.

 

5. Frente a esta situación, los cristianos/as de base apostamos por recuperar para la sociedad los imperativos éticos, las aspiraciones utópicas, las actitudes inconformistas y la búsqueda de alternativas de transformación social y cultural.

Esto nos lleva a apostar por opciones políticas cuyos programas y prácticas políticas -pasadas, presentes y futuras- mejor respondan a los siguientes objetivos:

- Una política económico y social que no se pliegue a las presiones para recortar las prestaciones sociales, sino que amplíe la base del todavía incipiente "Estado del bienestar" extendiéndolo a las capas de población que han sido empujadas a la marginación e, incluso, a la exclusión social.

- Una política laboral que invierta la tendencia del proceso de desempleo creciente, devuelva los derechos laborales negados por la última reforma laboral, se oponga a los ideólogos del despido libre y a su práctica, y proceda a un reparto solidario del trabajo.

- Una política de cooperación al desarrollo basada en la solidaridad con los empobrecidos del Tercer Mundo, avanzando realmente en el compromiso del 0'7 % y más.

- Una reforma efectiva del Sistema Fiscal que, en vez de gravar solidariamente a las personas asalariadas, sea instrumento progresivo de distribución de la riqueza y erradique es escandaloso fraude fiscal hoy vigente.

- Una política ecologista que, además de expresar mayor respeto a la naturaleza a través de medidas de conservación del medio ambiente, cuestione el actual modelo de consumo, se oponga a la especulación, promueva un desarrollo alternativo y abogue por un estilo de vida más austero.

6. Somos conscientes de que estos criterios pueden estas presentes en distintas opciones políticas, en mayor o menor grado. Para que sirvan de referencia a la hora de orientar el voto, es preciso tener en cuenta la voluntad y capacidad de hacerlos operativos por cada una de ellas. Lo que obliga a un análisis riguroso del momento presente y una reflexión crítica sobre actuaciones pasadas, cercanas o remotas. Así podremos discernir mejor la credibilidad de cada oferta electoral y optar con coherencia por aquellas que más confianza inspiren, en orden a avanzar en el proyecto utópico que para los cristianos representa la construcción del Reino de Dios en la historia.

 

 



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