El Cairo, el F.M.I., y el 0,7.

 
12 y 13 de Noviembre de 1.994
 




 

Declaración de CRISTIANOS POR EL SOCIALISMO sobre la Conferencia de la Población celebrada en El Cairo, la Asamblea del FMI y Banco Mundial, celebrada en Madrid, y la campaña del 0'7, durante el mes de setiembre de 1994.

 

Durante el pasado setiembre han tenido lugar tres acontecimientos que hacen referencia al Orden económico internacional y la solidaridad: la Conferencia de la ONU sobre población en El Cairo, la asamblea en Madrid del FMI y BM conmemorando los 50 años de su fundación en Bretton Woods y las movilizaciones por el 0'7 en el conjunto del Estado Español.

CRISTIANOS POR EL SOCIALISMO no podemos permanecer en silencio ante estos acontecimientos. Por ello, en nuestra asamblea anual de Alcobendas, Madrid, durante los días 12 y 13 de Noviembre de 1994 hemos debatido y aprobado la siguiente resolución:

1.- Denunciamos al FMI, BM y GATT, representantes de las élites económicas del primero y Tercer Mundo, por sus políticas económicas genocidas y criminales aplicadas a las poblaciones pobres tanto del Tercer como del Primer Mundo. No se mata sólo con las armas de la guerra. También se mata por hambre y desnutrición, por enfermedades que podrían ser fácilmente curables, por falta de agua potable, de techo o de seguridad, por analfabetismo. Se mata ahogando a los países exigiéndoles el pago de una deuda injusta e impagable, obligándoles a bajar el precio de las materias que producen, subiendo el precio de los productos que nos compran, depreciando su moneda, impidiendo a los campesinos el acceso a la propiedad y uso de la tierra. También se mata imponiendo draconianos planes de ajuste estructural, orientando su economía sólo para la exportación y no para su consumo interno, arrasando sus bosques y bienes naturales, forzando sus cultivos de tal manera que en breve tiempo conviertan sus tierras en desiertos, desplazando a millones de campesinos de sus lugares de origen o destruyendo la identidad cultural y costumbres de colectivos de historia milenaria.

Ante todo esto, hacemos también nuestro el planteamiento y conclusiones del Foro Alternativo y del Tribunal de los Pueblos, y nos sumamos al grito sincero que durante estos días ha resonado en el mundo entero en boca de hombres y mujeres de todas las razas y todas las religiones: "50 años, BASTAN".

2.- Denunciamos asimismo a la ONU que en la Conferencia de El Cairo sobre población ha servido una vez más de brazo ejecutor de la política de los privilegiados contra los pobres. Porque plantear el desequilibrio entre recursos y población como un problema sólo demográfico y no como una necesidad del reparto de bienes o del sobreconsumo de los ricos es una vergonzosa coartada para prevenir a los ricos del desafío que supone para su bienestar el crecimiento cuantitativo de los pobres. En lugar de centrar el debate sobre ayuda al desarrollo, la Conferencia de El Cairo se ocupó de manera casi exclusiva en los métodos para contener el crecimiento: desapareció la previsión presupuestaria para programas de sanidad y saneamiento, educación para las mujeres, etc. y sólo quedó partida para el control de nacimientos; se negó una vez más a los inmigrantes el derecho a la reunificación familiar, etc. Si consideramos que un niño del Sur se alimenta con la quinta parte de lo que come un perro en el Norte; que el coste total de productos para adelgazar vendidos a los largo de un año en el Norte servía para alimentar suficientemente a toda la población de la India durante este año; que EEUU con el 5 % de la población mundial produce un porcentaje más alto de CO2 que amenaza de manera irreversible la habitabilidad de extensas regiones de la Tierra, o que el impacto destructivo en el ecosistema de la tierra que representa un recién nacido en EEUU es 250 veces superior que el de un niño en el Chad, Ruanda, Haití o Nepal, queda claro que detrás de los objetivos publicitarios de estas políticas de población, el verdadero objetivo no es eliminar la pobreza, sino los pobres.

3.- Como cristianos nos resulta incomprensible la actitud del Vaticano que, tergiversando la manera como en El Cairo se trataba el tema del aborto, consiguió desviar la atención mundial de los graves problemas de la ética socioeconómica hacia una cuestión de moral sexual. Negando incluso el término "maternidad segura", una vez más se puso de manifiesto el fundamentalismo e integrismo religioso y probablemente una verdadera falta de piedad respecto de los pobres. No les ha preocupado que cada año mueran 500.000 mujeres por problemas relacionados con el embarazo. Porque no hay que olvidar que mientras en los países occidentales pierde la vida una de cada 10.000 mujeres que da a luz, en África es una de cada 500 mujeres; que en el nordeste del Brasil, de mayoría negra, el 70 % de las mujeres en edad fértil han sido esterilizadas; que en Puerto Rico han sido el 40 %; que en Asia y el Pacífico han sido 152 millones... o que un 5 % de jóvenes entre los 12 y los 19 años se infecta de SIDA cada año, y que el crecimiento de esta epidemia en África pone en peligro la supervivencia de algunos países.

Por todo esto, suscribimos la declaración del XIV Congreso de Teología clausurado en Madrid el 11 de setiembre pasado: "Creemos que en el debate sobre los problemas de la población no está en discusión el aborto como método de control de natalidad, sino los métodos anticonceptivos para regular la natalidad y una política solidaria con los pueblos oprimidos. En cualquier caso deben de ser respetadas las pautas culturales de los diferentes pueblos relativas a la familia".

 

4.- Frente a estos hechos, nos resulta esperanzador la cantidad de jóvenes, ONGs y entidades cívica y sociales procedentes de todas las ideologías y confesiones que se han sumado a la campaña del 0'7. Felicitamos a estos grupos porque creemos que representan lo mejor de nuestra sociedad, lo mejor del espíritu altruísta, generoso y honesto de solidaridad y paz y al mismo tiempo de sensatez, de visión de futuro y perspectiva internacional. Sabemos que es sólo un símbolo para exigir un incremento en cantidad y calidad de la solidaridad con los pobres. Que es necesario clarificar en estas asignaciones lo que son verdaderas ayudas al desarrollo, de las encubiertas operaciones de fomento del comercio exterior. Sabemos y saben también que el 0'7 no basta, que la verdadera ayuda pasa por un intercambio comercial justo, por las inversiones productivas, por la cancelación de la deuda externa, por el respeto a todos y en especial a las mujeres, y a la vez solidaridad con las generaciones futuras, es decir, el respeto a la naturaleza que alimenta a todos.

Nuestra reflexión parte en primer lugar de una fundamental actitud ética ante la situación de pobreza sufrida por la mayoría de la humanidad. Reconociéndonos como involuntariamente privilegiados de este mundo, más que con nuestras palabras quisiéramos con nuestra actitudes responder a la inquietante pregunta que desde el comienzo de la creación Dios dirige al opresor: "Caín, ¿qué has hecho de tu hermano?".

Es también el resultado de una convicción intelectual. Ante la actual situación del mundo, hoy más que nunca, cuando se cumplen ya 5 años de la desaparición de la mayoría de los regímenes socialistas y se pretende convencernos que con ello han fracasado también los valores e ideas socialistas, CRISTIANOS POR EL SOCIALISMO seguimos proclamando la necesidad del reparto de la riqueza y de los medios de producción como principio fundamental de un Nuevo Orden Económico Internacional que evite el desastre colectivo, es decir, "socialismo o barbarie".

Pero, sobre todo, nuestra reflexión de cristianos parte de la Fe. Fe en Jesús-Pobre y valedor de los pobres y que les llama "Bienaventurados"; en el Jesús enviado por el Padre a anunciar su salvación y que por ello cumplirá la profecía que los ricos y poderosos intentan impedir con fuerza: acabar con la violencia y el sufrimiento de los más débiles; en el Jesús cuyo criterio final de juicio es el ejercicio práctico de la misericordia.

Nuestro encuentro de este año ha querido recordar la persona y las ideas de Juan García-Nieto, fundador de CPS. Hombre justo y honesto y solidario hasta el extremo, socialista y comunista convencido, animador y formador del movimiento y la conciencia sindical. Pero, sobre todo, hombre de fe en el Jesús-pobre. Juan dedicó su vida y trabajo intelectual a la causa de los pobres, de los perdedores, con el convencimiento que paradójicamente han sido en cada momento los perdedores los que han empujado la historia de la humanidad hacia la esperanza de un mundo mejor, hacia la Utopía: incómodos para el sistema se han erigido permanentemente en negadores de un sistema injusto y que excluye. Desvelar esta conciencia es precisamente la función de CPS y es el papel que el recuerdo de Juan García-Nieto seguirá ejerciendo todavía por mucho tiempo entre nosotros.

 

 



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