No nos podemos callar!

CRISTIANOS POR EL SOCIALISMO nos situamos claramente en la izquierda. En esta ocasión, en este momento de la guerra, Abril de 1999, hacemos estas manifestaciones. Los nuevos datos que nos proporcionen la evolución de estos eventos nos harán ir haciendo distintas reflexiones. Renunciamos a cualquier postura que suponga una neutralidad que no existe. Nos embarcamos en la política porque política es tomar partido ante lo que ocurre a nuestro alrededor. Y los acontecimientos que nos rodean, sobre todo la intervención de la OTAN en Yugoslavia, nos producen una enorme perplejidad. Pero, aún dentro de nuestras dudas queremos expresar nuestro sentir.

La intervención de la OTAN

Rechazamos la intervención militar de la OTAN en un país soberano. También rechazamos la limpieza étnica, las matanzas y deportaciones masivas del elegido democráticamente Slobodan Milosevic. El problema es muy complejo, porque existe un conflicto entre las normas mundiales de la Carta de las Naciones Unidas que prohíbe la violación de la soberanía de un Estado por la fuerza de otro Estado, por un lado. Y por otro, la Declaración Universal de los Derechos Humanos que garantiza los derechos de los individuos contra Estados opresores. Este conflicto es el que da pie a la cuestión de la "intervención humanitaria", utilizada para justificar la intervención de la OTAN y EEUU en Kosovo. Solamente queremos decir algo acerca de esta intervención. No nos quedamos silenciosos porque formamos parte de esta Europa que se desangra ante nosotros.

.- Hay datos suficientes que intentan explicar y justificar esta brutal intervención militar. Solamente queremos fijarnos en tres:

- deportaciones en masa, limpieza étnica de Milosevic en Yugoslavia

- agotar la vía diplomática que pudiera llegar a un consenso político

- Milosevic solo entiende el lenguaje de los mísiles; las amenazas políticas han sido absolutamente inútiles.

.- La OTAN decide bombardear Yugoslavia. Dicen que sólo son 'objetivos militares', señalados por esta organización y por el Pentágono. Pretenden destruir el material bélico de los serbios. El objetivo -explicaba Bill Clinton ante la TV americana- no es el pueblo yugoslavo, sino la persona de Milosevic. ¿Tienen los bombardeos eficacia política? ¿Qué pasa si ante esta intervención Milosevic no cede? Quieren librarse de Milosevic. ¿Quien nos librará a nosotros del imperialismo de Bill Clinton?

.- La OTAN toma esta decisión sin tener en cuenta a la ONU. La Alianza carece de toda legitimidad jurídica para tal acción. La garantía de la seguridad internacional corresponde al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que ha sido conscientemente marginado en esta ocasión y que no ha dado mandato alguno para esta intervención. Procede, pues, unilateralmente. Se ha iniciado un nuevo conflicto -¿una guerra?_ para evitar, según dicen, una "catástrofe humanitaria". ¿Estamos promoviendo, quizá, una 'hecatombe humanitaria'?

.- Ante este panorama nos hacemos una serie de reflexiones ético-políticas:

.La OTAN no es USA, pero USA tiene casi todo el poder en la OTAN. Los Gobiernos integrados en la Alianza siguen los dictados de Bill Clinton. Por otra parte Yugoslavia no ha agredido a ningún país de la OTAN. La OTAN y EEUU han contribuido a la escalada de la violencia, no a la pacificación de la zona. Ellos decían que era "totalmente previsible" que el terror y la violencia de los serbios se intensificara después de los bombardeos. Tienen el cinismo de llamar a esto "intervención humanitaria". Afirmamos que ninguna intervención militar al estilo OTAN puede ser "humanitaria". No hay bombas ni mísiles "humanitarios". Las actividades bélicas del ejército nunca van a parar el sufrimiento de la gente.

.Estimamos que USA no tiene la estatura moral suficiente para erigirse en juez, árbitro y policía de conflictos que hay en el mundo. USA no es el nuevo orden económico-político internacional. Esta intervención es un inmenso error tanto si fracasa como si triunfa. Si fracasa saldrá desprestigiada y debilitada. Y si triunfa saldrá desligitimada porque ha conculcado los principios para cuya defensa nació (art. 3 y 5 del Tratado de Washington). No intervienen en nombre de las víctimas, los albanokosovares, sino a favor de los intereses de los verdugos.

.Creemos que el fin nunca justifica todos los medios. Con los bombardeos, con la muerte y destrucción de un país, no se consigue la paz. Las violaciones de los derechos humanos son demasiado habituales y, si fuera permisible remediarlas mediante el uso de la fuerza, no habría ley capaz de prohibir el uso de la fuerza. En todo caso siempre habría que aplicar el principio hipocrático: "Lo primero, no hacer daño". La diplomacia y las negociaciones nunca se agotan. También se ha conculcado un medio jurídico: la falta de respeto a la Carta de las Naciones Unidas que consagra el principio de no injerencia y respeto a la soberanía de terceros Estados. No es ésta una guerra de liberación. ¿O es que no la podemos llamar guerra, sino solamente "negociación armada"? La moralidad de un acto como éste también se mide por sus consecuencias. La OTAN y EEUU han elegido el camino de la violencia y asestan un nuevo golpe al orden internacional. Francia pidió una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para que autorizara el despliegue de las fuerzas de la OTAN, y los EEUU se negaron e insistieron en la "posición de que la OTAN debe ser capaz de actuar independientemente de la ONU".

.Nos preguntamos por los intereses que tiene USA en este conflicto. ¿Puede ser que den salida al armamento almacenado en sus depósitos? ¿Se trata de experimentar los B-2 nuevos? Si el objetivo es el dictador Milosevic y no el pueblo yugoslavo, ¿por qué no se interviene en las demás zonas donde se están violando los derechos humanos como en África, América Latina, o el Sudeste asiático? No creemos que el motivo sea la defensa de los derechos humanos. No se defienden a golpe de misil, porque también se violan y aún a mayor escala en el Tíbet, en Afganistán, en varios países de Centroamérica y en Brasil. Algo pasa aquí.

.En nuestro país, el gobierno actual ha demostrado su servilismo en política internacional a los EEUU, sin tener en cuenta, lo mismo que la OTAN, las condiciones del referéndum de la OTAN de 1986 -la no integración en la estructura militar- el acuerdo parlamentario, no llevando al Congreso este tema antes de la declaración de guerra. Por esta falta de respeto al pueblo español y al pueblo albanokosovar, exigimos la salida urgente de los aviones y del ejército español de este conflicto. Creemos que la Unión Europea es algo más que un acuerdo de mercaderes que han sacado la moneda común del "euro". Esperamos que se vaya convirtiendo el pensamiento y conciencia de un mundo distinto, conciencia de globalidad solidaria y planetaria.

.Como CRISTIANOS POR EL SOCIALISMO nos ponemos decididamente al lado de las víctimas y desde esta plataforma y apoyando su causa, buscamos un nuevo orden mundial en el que se priorice el valor indiscutible de las personas por encima de toda otra consideración, de todo poder y de toda explotación. Es decir, seguimos reivindicando el valor de la Utopía. Sentimos que la postura de la jerarquía de la Iglesia Católica no se haya pronunciado en este conflicto y, como de costumbre, se haya dolido del sufrimiento de los deportados sin preguntarse por las causas de esta tragedia y poniéndose, por omisión, al lado de los poderes bélicos.

. Pedimos y exigimos que terminen ya de una vez todos los bombardeos, todas las "fases" de esta escalada bélica. Que los medios informativos ofrezcan una información veraz y dejen de explotar el sentimentalismo estéril de la mayoría de la gente con escenas tremendas de la guerra, para pedir "ayuda humanitaria", casi lo mismo que se hacía con el "huracán Mitch". Confunden a la gente y nunca dan un análisis medianamente creíble en el que se digan cuáles son las causas de este desastre. Que se potencie la ONU cumpliendo la normativa que los mismos Gobiernos que componen la Alianza firmaron en su momento. Que se haga caso del Plan de Paz que propone Koffi Annan. Que se acelere el proyecto de las Naciones Unidas de un Tribunal Internacional que sea capaz de juzgar crímenes contra la humanidad, y que sea el garante del respeto a los derechos humanos y de la convivencia pacífica en este difícil mundo pluriétnico y pluricultural que asoma al nuevo milenio.