Más de 200 personas se manifestaron anoche ante la embajada de Estados Unidos en Madrid para protestar contra la aplicación de la pena de muerte en ese país, en un acto convocado por Amnistía Internacional, al que acudió el líder de IU, Gaspar Llamazares.

A esta protesta se une la de los ecologistas, que se concentrarán hoy ante la embajada estadounidense, igual que Movimiento contra la Intolerancia. Además Greenpeace desplegó ayer dos pancartas en la plaza de Colón que dicen: «Stop Bush, salvemos el clima». Esta organización le acusa de no ratificar Kioto, de querer realizar el proyecto de la Guerra de las Galaxias y de plantear un plan de cambio climático basado en medidas voluntarias.

Tanto PSOE como IU quieren que el Gobierno le transmita su malestar por su política en relación con la pena de muerte, cuestión candente en España tras el proceso de Joaquín José Martínez. El PSOE cree que la visita de Bush tiene que estar marcada por los tres temas que, a su parecer, más preocupan a la opinión pública española: la pena de muerte, el escudo antimisiles y el Protocolo de Kioto.

Un día antes de la visita del hombre más poderoso del planeta, la policía desactivó ayer en Madrid dos artefactos explosivos de fabricación casera, colocados en un párking de Telefónica y otro en un concesionario de Ford, según fuentes policiales. Las mismas fuentes explicaron que los artefactos son muy caseros y no descartaron que se trate de grupos anarquistas o del colectivo okupa en protesta por la visita de Bush.

El primero de estos artefactos se trataba de una olla a presión sospechosa, con siete bombonas de cámping-gas, de 190 gramos cada uno, con un polvo amarillento, que puede ser clorato, un tubo con pólvora en su interior, un dispositivo eléctrico con pila de nueve voltios. El segundo explosivo estaba compuesto por una botella de plástico con líquido y otra con un líquido del color de la gasolina, una botella de cámping gas unida a otra de vidrio que contenía 350 gramos de pólvora.