Martes, 12 de junio de 2001
 
 
 

150 agentes del FBI, la CIA y otros cuerpos norteamericanos han pedido permiso para llevar armas durante la estancia de Bush - La Policía Nacional movilizará a 750 hombres y la Municipal, a 300
1.200 policías españoles y norteamericanos velan por la seguridad del presidente de EEUU


MARISA CRUZ
MADRID.- La visita del presidente de los EEUU a España bloqueó ayer el Palacio de la Moncloa. Reuniones contínuas en el gabinete del presidente, en el departamento del Portavoz del Gobierno, en protocolo, en los servicios de seguridad. Aznar quería repasar hasta el último detalle, tener todos los datos y manejar todas las claves del impresionante dispositivo que se ha preparado para recibir a Bush.

Un total de 1.200 hombres se movilizarán para garantizar la seguridad del presidente de EEUU durante sus apenas 24 horas en suelo español.

Hasta 150 policías norteamericanos, incluidos miembros del FBI y de la CIA, han pedido permiso de armas para su estancia en España (durante la visita de Bill Clinton solicitaron permiso 102), mientras que la Policía Nacional ha previsto un operativo de 750 hombres, de los cuales 70 estarán encargados de la protección personal de George W. Bush y el resto de la seguridad general, de las comitivas presidenciales, de la vigilancia en Quintos de Mora y en el Palacio de la Moncloa y del control de las manifestaciones que se prevén hoy en la capital de España.

A ello hay que añadir un dispositivo especial de 300 policías municipales que se ocuparán de las calles y cruces por los que transcurrirá la caravana presidencial norteamericana en los cinco desplazamientos que realizará por Madrid.

El Air Force One de Bush y el Jumbo que lo acompaña, aterrizarán en Barajas pasadas las 9 de la mañana. Desde allí el presidente de EEUU se trasladará por carretera hasta el Palacio de la Zarzuela donde será recibido por los Reyes.

A continuación, y nuevamente por carretera, se desplazará a la base aérea de Cuatro Vientos para viajar desde allí en cuatro helicópteros traídos especialmente desde EEUU, a la finca de Quintos de Mora (Toledo).

Bush viajará en uno de los helicópteros junto a un equipo reducido de personas. El segundo aparato es para el traslado de su cuerpo especial de seguridad. El tercero, para los 18 periodistas privilegiados que cuentan con acreditación especial para cubrir la información de la Casa Blanca y que acompañan al presidente en todos sus movimientos y el cuarto helicóptero está reservado para miembros del gabinete de comunicaciones y otros servicios del presidente.

La llegada de Bush a la propiedad del Ministerio de Medio Ambiente se producirá a las 12.15. El presidente del Gobierno, José María Aznar, y el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, estarán ya esperándole. Allí, permanecerán poco más de tres horas para, tras un paseo y el almuerzo, regresar nuevamente al Palacio de la Moncloa donde, a las 17.30, ambos presidentes, tras cambiarse de ropa, saldrán a los jardines para responder a las preguntas de los periodistas acreditados especialmente para esta ocasión. George W. Bush pasará la noche en la sede de la embajada de EEUU en Madrid, mientras que el resto de la delegación que le acompaña (algo más de 700 personas, incluidos más de 150 periodistas) se distribuirá entre el Hotel Palace y el Hotel Miguel Angel. En este último establecimiento madrileño, la prensa norteamericana montará su cuartel general por un día.

Mientras tanto, Laura Bush realizará un programa paralelo al de su esposo. Ella no se desplazará a la finca toledana de Quintos de Mora; empleará la mañana en visitar, en compañía de la esposa del presidente del Gobierno, Ana Botella, el Museo del Prado y la Biblioteca Nacional, dos destinos obligados si se tiene en cuenta que la primera dama de EEUU trabajó como bibliotecaria y maestra.

Posteriormente, ambas, acompañadas por la Reina Sofía, almorzarán en un restaurante típico de la capital de España.


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