Miércoles, 23 de mayo de 2001
 


El presidente Bush 'impone' la Biblia en la Casa Blanca


JULIO A. PARRADO. Corresponsal
NUEVA YORK.- George W. Bush, un presidente de oración diaria y asidua lectura bíblica, está convirtiendo la Casa Blanca en la residencia de Gobierno más cristiana en décadas. Demasiado, a decir de las críticas por el contagio religioso que Bush está llevando al Ejecutivo.

Nunca hubo un presidente que no terminara un discurso con un «Dios Bendiga América» y todos tuvieron un inmaculado historial religioso, pero Bush usa la Biblia y la oración como parte de su gestión política, mientras trata de seducir a las asociaciones religiosas en lo que es visto como un plan para liderar la nueva derecha.

Organizaciones de defensa de la libertad de culto y expresión, como la AntiDefamation Leage, han acusado a Bush de llevar a cabo una «conducta inapropiada» en el Despacho Oval. Como parte, quizás, de su plan de pacificación de los Balcanes, el presidente se unió recientemente en un prolongado rezo con el líder macedonio, Boris Trajkovski.

Bush, que confesó en 1999 que su «político favorito es Jesucristo», es también criticado por la proliferación de referentes cristianos en sus discursos. «La gran fuerza de EEUU es que es un país de almas decentes y temerosas del Señor», dijo en una ocasión. En plena crisis del avión espía, una de sus primeras reacciones fue preguntarse si los militares estadounidenses en poder de China disponían de biblias.

Grupos de oración

El ministro de Justicia, John Aschcroft, supera a Bush en su celo religioso. Algunos días comienza la jornada con un grupo de oración y estudio bíblico. Miembros del Partido Demócrata, que trataron de evitar su nominación por su posición antiabortista, han denunciado el hecho, pero los republicanos les acusan de perseguir la libertad religiosa.

Las inquietudes religiosas del Gobierno se plasmaron en la creación de una oficina especial en la Casa Blanca para asuntos de fe, que encabeza el plan de Bush para que los grupos religiosos de caridad asuman parte de la responsabilidad estatal en materias de atención social.


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