Editorial, Octubre 2008

La crisis financiera mundial desencadenada a partir de la implosión de las hipotecas basura en Estados Unidos ha puesto de manifiesto, en un lapso increíblemente corto de tiempo, todas las debilidades y falencias del modelo de “capitalismo de casino” que caracteriza a las economías más desarrolladas en la actual etapa histórica. Una crisis que puede caracterizarse en rigor como sistémica, y cuyas consecuencias sobre la esfera productiva y laboral ya han comenzado a manifestarse en forma de reestructuraciones, cierres de empresas y despidos colectivos.

La política adoptada por los gobiernos occidentales ha sido la de acogerse a la vieja fórmula conocida: privatización de los beneficios y socialización de las pérdidas. Una fórmula impopular, cuya aceptación se impone a los ciudadanos a través de metáforas cuidadosamente difundidas por los grandes medios de comunicación. Así, a la constante utilización de expresiones metereológicas que contribuyen a naturalizar y elidir el papel de las empresas (turbulencias financieras), se suma en estos momentos el recurso a otras de tipo psicológico (pánico de las bolsas, histeria de los mercados…) que, en última instancia, fomentan la idea de que esta crisis y su solución es una responsabilidad individual…de los propios ciudadanos.

Y sin embargo el rey está desnudo, como vienen denunciando desde hace varios años los movimientos sociales alternativos. Por ello, además de las denuncias al coste social que los gobiernos quieren hacer pagar como factura de esta crisis -recortes salariales, reformas laborales, disminución del gasto público, etc.- es necesario apostar nuevamente por alternativas a este capitalismo que condena a la pobreza a la mayoría de la humanidad.

Uno de los enfoques críticos que ha cobrado más auge en los últimos años, en el ámbito del primer mundo, lo constituye el movimiento a favor del decrecimiento. Un movimiento que a nivel teórico se inspira en los planteamientos de economistas heterodoxos como Nicholas Georgeuscu Roegen, quien ya hace décadas resaltaba la necesidad de reflexionar sobre las consecuencias de un modelo productivo orientado al crecimiento indefinido. El artículo de Francisco Fernández Buey, que incluimos en el boletín, constituye una excelente introducción para aquellos que quiera profundizar en este debate.

La puesta en marcha de proyectos socioeconómicos alternativos al neoliberalismo se ha planteado también en los últimos años en distintos países latinoamericanos, tanto en el ámbito de los movimientos sociales como por algunos gobiernos. Unos proyectos que deben afrontar la oposición frontal tanto de las burguesías y oligarquías nacionales y de las empresas transnacionales que operan en el continente, como se analiza en el dictamen del Tribunal Permanente de los Pueblos.

En este sentido, el proceso de cambios sociales iniciado en Bolivia con la llegada al poder en 2005 del Movimiento al Socialismo presidido por Evo Morales representa un acontecimiento histórico en el devenir del continente. Los tres artículos incluidos en el boletín inciden sobre aspectos esenciales de este proceso. Por un lado, el texto del proyecto constituyente que será sometido en los próximos meses a referéndum, y cuyo contenido supone una refundación radical de las bases jurídicas, políticas y sociales del estado boliviano. Por otro, el mensaje de Evo Morales al Foro Social de las Américas. Por último, el informe de la Federación Internacional de Derechos Humanos ofrece una visión sintética de las dificultades que encara la lucha contra el racismo histórico y estructural que atraviesa el conjunto de la sociedad boliviana, especialmente alentado en los últimos años por la oligarquía ultraderechista que gobierno los municipios de la Media Luna oriental.

Además de la atención a Bolivia, en este mes en que se cumple un nuevo aniversario del genocidio contra los pueblos latinoamericanos, recogemos dos artículos que ponen de relieve la continuidad de la violación de los derechos humanos.

El comunicado de diferentes organizaciones en el segundo aniversario de la desaparición de Jorge Julio López, sobreviviente de la última dictadura militar en Argentina y testigo en el juicio contra el genocida Etchecolatz, refleja que la impunidad de los represores y sus cómplices sigue vigente en Argentina, ante la pasividad cómplice del gobierno de Cristina Fernández. Un gobierno que, en cambio, no ha dudado en negar el refugio a los 6 campesinos paraguayos que llegaron a Argentina escapando de las brutales persecuciones que en su tierra sufrían, y que llevan ya más de 56 días de huelga de hambre.

El artículo de José Manuel Martín Medem por su parte incide en el terrorismo de Estado en Colombia, denunciando la criminalización de personas que han apostado por una solución negociada al conflicto frente a la vía militar impulsada por el narcogobierno de Uribe.

Andrea Benites Dumont plantea en su artículo el reclamo de la justicia para las víctimas del franquismo. Una cuestión todavía no resuelta, que hasta hace poco parecía relegada al olvido, pero que ha cobrado renovada intensidad en el debate político y social a raíz de aprobación de la Ley de memoria histórica y de la presentación de una querella judicial por parte de distintas asociaciones y familiares de victimas.

El artículo de Carlos Taibo analiza las posiciones políticas de los dos candidatos a las elecciones presidenciales de Estados Unidos y sus repercusiones en la esfera internacional.

Uno de los colectivos más vulnerables en la actual situación de crisis lo constituye sin duda el de las personas inmigrantes. La Declaración del Foro Social Mundial celebrado en RivasVaciamadrid, en la que participaron varias organizaciones de todo el estado español, incide sobre esta cuestión denunciando el endurecimiento de las políticas migratorias impulsado por el gobierno de Rodríguez Zapatero en la actual legislatura.

También incluimos la sección dedicada a recoger las agresiones fascistas realizada en el ámbito de la Comunidad de Madrid los últimos meses.

Finalmente, cerramos el boletín con un documento excepcional: una selección de poemas inéditos de Gabriel Celaya. Un poeta amado y popular, quizás injustamente olvidado en la actualidad, y cuya palabra cargada de futuro sigue encarnando los mejores valores de la rebeldía antifascista.