Represión contra el sindicalismo en Latinoamérica


La edición de 2007 del Informe anual sobre las violaciones de los derechos sindicales, elaborado por la Confederación Sindical Internacional (CSI), pone de manifiesto una vez más los riesgos que implica la actividad organizada de los trabajadores en diferentes zonas del mundo .

Así, el número de personas que ha perdido su vida por ejercer la actividad sindical ha aumentado de 115 en 2005 a 144 en 2006. Además, se han registrado más de 800 casos de malos tratos y torturas, casi 5.000 arrestos y más de 8.000 despidos de trabajadores y trabajadoras por motivo sindical .

América Latina ostenta un año más el triste título de ser el continente más peligroso para el ejercicio del sindicalismo, registrándose 80 personas asesinadas, 31 amenazadas, 97 torturadas, golpeadas o heridas, 195 detenidas y más de 520 despedidas. Se puede asumir con bastante certeza que a estas cifras no incluye numerosos casos que no fueron denunciados.

Colombia es considerada el país más mortífero del mundo para los sindicalistas, con 78 asesinatos (el 54% del total denunciado en 2006 en el mundo), que en su mayor parte han sido ejecutados por escuadrones de la muerte paramilitares, vinculados a funcionarios gubernamentales o actuando en nombre de empresarios. Unos escuadrones que gozan de completa impunidad, como pone de manifiesto el hecho que se hayan documentado entre 1994 y 2006 1.165 asesinatos de sindicalistas, de los que se juzgó únicamente a 56 personas y tan sólo 14 fueron condenadas. Además, el ex director de la unidad de informática del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) reveló mientras estaba detenido que su organismo había dado a los paramilitares los nombres de 23 dirigentes sindicales. La mayoría de esos sindicalistas fueron luego asesinados.

Guatemala es otro país donde se ejerce una violencia extrema e impune contra los sindicalistas, incluyendo amenazas, ataques, secuestros, atentados y violaciones de domicilios, y que en muchos casos es fomentada y financiada por grandes empresas multinacionales (como la Coca Cola).

También se han registrado casos de muertos en México, como consecuencia de represión antisindical.

El informe destaca, asimismo, que las condiciones laborales de los trabajadores de las zonas francas de exportación (ZFE) son deplorables y casi siempre se sofocan los intentos de los trabajadores y trabajadoras de organizarse en sindicatos. Los empleadores de las ZFE casi siempre son hostiles a los sindicatos y los trabajadores que desean formar sindicatos temen que se los despida. Siguió habiendo campañas antisindicales en República Dominicana, Honduras y Nicaragua. En las zonas francas de Costa Rica prácticamente no hay sindicatos y en las de Jamaica directamente están prohibidos. El ejemplo de El Salvador confirma las dificultades existentes dentro de las ZFE: Los empleadores prefieren cerrar sus empresas y trasladarlas antes que autorizar que se forme un sindicato.

Por último, resultan muy frecuentes en la mayoría de países latinoamericanos los casos de arrestos y despidos de trabajadores que han participado en huelgas, o simplemente por el hecho de estar afiliados a una organización sindical.

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Notas
El informe completo puede consultarse en: http://survey07.ituc-csi.org/
Unas cifras a las que habría que añadir un volumen indeterminado de casos que no han podido denunciarse, sobre todo en países con regímenes dictatoriales (como es el caso de China).