Editorial Marzo 2008


La edición de este boletín coincide con una nueva celebración del Día Internacional de la mujer trabajadora, cuya celebración ha estado marcada por dos circunstancias especiales. Por un lado, este año se cumplen 100 años del asesinato de las trabajadoras de la fábrica de textil Cotton de Nueva York, cuyo recuerdo –polémicas historiográficas aparte- se encuentra en la base de la conmemoración del 8 de marzo. Un aniversario especialmente simbólico por tanto, que anima a reflexionar sobre los avances y retos pendientes de la lucha de las mujeres a lo largo de este siglo.

Por otro, la celebración de este aniversario en el Estado español se ha solapado con la convocatoria de elecciones generales; un hecho que motivó que en diferentes ciudades –no así en otras- las delegaciones del gobierno central adoptara unilateralmente la decisión de trasladar la tradicional manifestación al día 7. Esta decisión suscitó notables críticas de las organizaciones feministas al gobierno de Zapatero, y generó asimismo una importante fractura dentro del propio movimiento. Hasta el punto que en distintos territorios del Estado diversos colectivos tomaron la iniciativa de desarrollar las manifestaciones el mismo día 8, desobedeciendo así la prohibición legal establecida para la jornada de reflexión.

Los diversos artículos que proponemos en este boletín pretenden aportar, desde ángulos diferentes, elementos de reflexión a la conmemoración de este 8 de marzo. Así, los textos de Nancy Fraser y Alicia Girón inciden en algunos de los debates que se plantean a la lucha de las mujeres y al movimiento feminista. Recogemos asimismo un artículo clásico de Emma Goldman sobre la hipocresía del puritanismo que, paradojas de la historia, cobra una insospechada actualidad en el contexto de la ofensiva ultraconservadora desatada por la iglesia y la derecha “neocon” española. Finalmente, incluimos un reportaje fotográfico sobre la magnifica manifestación desobediente que tuvo lugar en Madrid el 8 de marzo, en el que cientos de personas reinvidicaron la lucha de las mujeres más allá de las restricciones institucionales y legales.

En otro orden, tratamos en el boletín diversos temas de ámbito internacional. Así, José Manuel Martín Medem plantea – desde la solidaridad comprometida- una reflexión sobre el modo en que las autoridades cubanas están pilotando las reformas políticas y sociales en la era “post-Fidel”. Andrea Benites-Dumont, por su parte, reivindica el valor de la lucha contra la impunidad de los genocidas en una y otra orilla, a propósito de la decisión del gobierno español de extraditar al represor Ricardo Cavallo para ser juzgado en Argentina.

En cuanto al Estado español, incluimos el manifiesto suscrito por varias organizaciones en el que se denuncia la arbitrariedad legal que ha supuesto el sumario 18/98. Asimismo, recogemos un comunicado de la Red por las Libertades y el Diálogo en el que –desde de una posición coherente con su apuesta por la resolución pacífica y dialogada del conflicto vasco- se realiza una crítica sin paliativos al asesinato del concejal socialista de Mondragón Isaías Carrasco.

La lucha antifascista ha cobrado creciente importancia para los movimientos sociales en el último año como consecuencia de la escalada de agresiones nazis en el Estado español, cuya expresión más dramática fue el asesinato de Carlos Palomino el pasado noviembre. El artículo de Roger Campos denuncia la participación legalmente consentida de diversos partidos de la ultraderecha en las pasadas elecciones generales. Asimismo, desde Codo a Codo abordamos la movilización antifascista desarrollada el pasado 29 de febrero en Madrid, planteada como respuesta a la convocatoria de un mitin nazi autorizado por la Junta electoral central, y auspiciado por la pasividad cómplice de la delegada del gobierno en Madrid.

El boletín se completa con una panorámica sobre la situación laboral de las mujeres en el mundo y dos comunicados que abordan las luchas de los trabajadores de la EMT de Madrid y contra la privatización de la sanidad.

Finalmente, queremos terminar este editorial aludiendo a las elecciones generales celebradas el pasado 9 de marzo, cuyos resultados son de sobra conocidos: el triunfo del PSOE; la consolidación del bipartidismo; la crónica de una muerte anunciada, en el caso de IU; y el retroceso de las formaciones nacionalistas, especialmente intensa en el caso de Esquerra Republicana.

Con independencia del posicionamiento que tenga cada organización frente a estas elecciones -y en relación al desarrollo del proceso electoral en sí- pensamos que algunos de los debates planteados inciden de lleno, o deberían hacerlo, en la agenda de reflexión de los movimientos sociales. Dos cuestiones nos parecen particularmente relevantes, a modo ilustrativo: la desaceleración económica y su impacto sobre el empleo, que entre otros aspectos constituye un campo abonado para la extensión del discurso xenófobo y racista contra los inmigrantes. Y la continuada privatización de los servicios públicos, especialmente intensa en el ámbito de la sanidad. En este sentido, la ausencia de una parte significativa de los movimientos sociales en las movilizaciones desarrolladas por la sanidad pública, por motivos de indiferencia o incluso de “no contaminación” con determinadas organizaciones –asociaciones de vecinos, sindicatos- debería ser un motivo de seria autocrítica. Máxime considerando que se trata cuestión que afecta gravemente a la población trabajadora.

Siempre nos quedamos con la sensación que no llegamos a ciertos temas por la propia vorágine de los mismos, y aún sabiendo la falta de otros tantos, echamos a andar codo a codo en este marzo del 2008.