Nada es lo que parece

Titulo: Nada es lo que parece.
Autora: Enriqueta de la Cruz
Tiempo de Cerezas. Ediciones

Brillante, agudo y apasionado. “Nada es lo que parece” es un trabajo periodístico en sí mismo, que utiliza la literatura para contarnos de forma directa y descarnada, las relaciones entre la política, las grandes empresas y los medios de comunicación con la complicidad en muchos casos de los sindicatos. Cómo se apañan en el perverso objetivo de conseguir cuanto más poder mejor y sin mirar los cadáveres que dejan a los lados del camino. Tesa, la protagonista de esta historia, es una periodista de las llamadas de “raza”, de las que van a buscar los entresijos de los temas, que se hacen las preguntas que en principio no tienen respuestas lógicas y las informaciones o “casualidades” que se cruzan en el camino de los que están siempre en la brecha, pero en este caso abordándolas y enfrentándolas con el compromiso de contar lo importante aunque sea de mal gusto.

Enriqueta de la Cruz como periodista sabe que la gente en general, prefiere vivir en la más absoluta ignorancia y no saber la verdad ni lo que cuesta contarla. Un precio cada vez más indigno, muy alto, demasiado para aquellos que han encontrado la muerte buscando una imagen o contando lo que pasa. En periodismo a medida que pasa el tiempo la ignominia, la infamia y la mentira, son habituales hasta el punto de convertirse en la Noticia. Eso lo sabe la protagonista que trata de no dejarse “comprar” y de no autocensurarse. Pero sabe además que es muy “cómodo” para TODOs/AS, dejarse llevar por el silencio que algún día compensará la ambición.

El libro engancha porque está escrito con maestría, y la intriga, la trama compleja que plantea, es verosímil en la actualidad.

Los límites de la globalización, si es que los tiene, los salarios del miedo de los periodistas (dóciles, amordazados y sin compromiso) y la traición sin límites, son pilares sobre los que Enriqueta de la Cruz ha construido este magnífico libro que ni siquiera en su final abre la puerta a la esperanza de un gran cambio. Sin pretensiones nos demuestra que si no hay medios de comunicación y periodistas movidos por la curiosidad, por lo que es verdaderamente importante y honestos, la democracia tiene un gran agujero por el que nos colamos todos, incluso los que lo están haciendo. Rosa Salgado.