Contra la violencia y el racismo por una sociedad abierta e interétnica

Socialismo Libertario
Febrero 2007.

Los recientes sucesos de Alcorcón que estallaron el fin de semana del 20 y del 21 de enero han puesto en el centro de las noticias mediáticas la cuestión del racismo y la violencia xenófoba. Durante esos días hemos asistido a un puzzle mediático y político que ha tratado de construir una realidad fabricada a partir de algunos acontecimientos que se vivieron realmente. El sábado 20 de enero estalla una reyerta multitudinaria después de una sucesión de peleas entre jóvenes, procedentes de México, República Dominicana, Bolivia y de España. Durante esta reyerta dos personas son apuñaladas. Al día siguiente, tiene lugar una concentración espontánea en Alcorcón para protestar contra la presencia de bandas y grupos de origen latino que de una manera semi-mafiosa ejercen formas de control de los espacios y los territorios de Alcorcón. En esta concentración participan también grupos de vecinos que en una actitud violenta y racista tratan de llevar a cabo "la caza del inmigrante" latino. Era una parte de la concentración donde había también sectores juveniles izquierdistas vinculados a los centros sociales y jóvenes de origen autóctono, africano y latinoamericano.

Es esta una situación que refleja la difícil convivencia en los barrios populares de las metrópolis capitalistas de la nueva época. Y además refleja cómo la violencia forma parte cada vez más de los modos de relacionarse de algunos sectores significativos de la juventud. Una situación donde las viejas identidades culturales y nacionales están totalmente en crisis por la llegada de cientos de miles de inmigrantes, hermanos potenciales si lo elegimos así de la construcción de un mundo mejor a medida de todos los seres humanos.

Todo está cambiando de manera acelerada, las viejas certidumbres nacionales, culturales, raciales entran totalmente en crisis. ¿Cómo reaccionan los poderosos ante esta situación en Alcorcón? A través de la mentira, la manipulación, el engaño. Creando una realidad artificial de progrom racista en Alcorcón. Que dibuja un enfrentamiento de tinte excluyentemente racista, de españoles amenazados por latinos que defienden su territorio. Todos los medios de comunicación sin distinción, de una manera menos burda (El País) o más explícitamente racista (La COPE, 20 Minutos) participan en esta operación. La política y los políticos cumplen su parte del papel. Por una parte el PP lanza discursos llenos de racismo y ataque al inmigrante, de soluciones policiales, de criminalización de la juventud -todo repleto de bandas urbanas, desde los heavys a los pijos (¡!)-; por otro lado el PSOE directamente niega la existencia de ningún tipo de problema, se tapa los ojos al mismo tiempo que crea un Estado de excepción de facto.

Todo este cocktail alimenta un racismo popular más que real y existente previamente. Frente al que no tiene ningún sentido que las personas que buscamos una emancipación universal como seres humanos nos tapemos los ojos. Sino que tenemos que entender y enfrentar proponiendo formas armónicas de convivencia y agregación humana basadas en la interetnicidad, que transforme positiva y recíprocamente la multietnicidad existente, en pos de un mundo y una humanidad mejor y nueva.

Por eso es importante como reaccionaron algunos sectores de jóvenes y habitantes de Alcorcón inmediatamente después del fin de semana. Recordemos lo que sucedió en Villaverde hace un par de años donde tras el apuñalamiento de un chico español a manos de un chico dominicano hubo una reacción mayoritariamente racista. En Alcorcón se creó una asamblea espontánea de más de 150 jóvenes que lanzan "una Asamblea por la convivencia pacífica y contra el racismo". El miércoles siguiente convocaron una concentración por la convivencia contra el racismo y la violencia que es prohibida por la delegada del gobierno del PSOE . En Alcorcón durante esa semana se vive un auténtico Estado de excepción, que se repetirá con la huelga de institutos convocada por el Sindicato de Estudiantes, donde la Policía por mandato gubernamental prohíbe toda actividad social, toda concentración de diez personas: bajo amenaza de detención y multa económica. El PSOE tiene miedo a la auto-actividad de la sociedad en un sentido antirracista y por fuera de su control, y para evitar el protagonismo social se parapeta tras un auténtico Estado policial.

Esta es la verdadera naturaleza del poder político (no sólo del PP sino del PSOE en este caso). Están desbordados y superados ante la época que se abre. Son incapaces de entender nada y sólo reaccionan negando (PSOE) o azuzando el conflicto (PP) al mismo tiempo que tratan de resolver todo con mega-presencias policiales. Por eso la verdadera y única solución puede venir y nacer de la sociedad, de la sociedad multi-étnica que cada vez más va a pulular y a poblar nuestras metrópolis. Y para ello es preciso enfrentar la polarización social que se está cimentando y constituyendo. Oponerse radicalmente al racismo para construir una nueva solidaridad y convivencia entre todas las etnias que habitamos nuestras tierras y que podemos crear e imaginar un nuevo mundo y una nueva humanidad, en contra de la xenofobia y de sus angostas fronteras, aprendiendo de la riqueza y de las virtudes del otro, en pos de una verdadera humanidad protagonista de su libertad y auto-emancipación. Esto supone superar el estado de multi-etnicidad de facto en que habitamos. Supone que no podemos enfrentar en una lógica violenta como fin en sí mismo las realidades de disgregación social y de mini-mafias organizadas que se viven cotidianamente en nuestros barrios. La violencia no puede ser nunca un fin en sí mismo ni el fin de la agregación. Al contrario este es el lenguaje que objetivamente alimenta una lógica de ghetto y de alimento de la ultraderecha. Y está lógica de la violencia como fin en sí mismo es una realidad existente en sectores de juventud. La auto-defensa necesaria frente a realidades de poder negativo que protagonizan algunas bandas se tiene que hacer precisamente en una perspectiva interétnica y abierta, como instrumento para crear una nueva convivencia.

Vivimos en barrios, en ciudades, en un mundo en un cambio caótico. Es un caos incontrolable para los poderosos al que sólo responden con la represión, con la explotación, con la policía, con las fronteras, con las muertes de decenas de hermanos nuestros cada semana en sus malditas fronteras… Es un lenguaje creado a través de cientos de lenguas y dialectos que escapa al lenguaje unívoco de los poderosos: hecho de hipocresía blanca, española, estatal, occidental. Frente a este mundo en transformación, con esta humanidad que viene y que convive con nosotros hecha de una multitud de lenguas, lugares, singularidades humanas tenemos la oportunidad de construir un mundo mejor, una humanidad sin fronteras, creada desde el protagonismo y la autoorganización de nuestros hermanos inmigrantes y de toda la gente que busca una convivencia en paz y en armonía . Depende de nosotras/os, depende de cada una/o.

10 de febrero de 2007