Un antes y un después de la inmigración (1º. Parte)

Andrea Benites-Dumont
Febrero 2007.

El asentamiento y la estabilidad de los seres humanos en un territorio es la conquista sobre la naturaleza, pero el actual poblamiento de la Tierra e incluso la geografía de las civilizaciones y la propia conformación de los ecosistemas, no podrían entenderse sin acudir a los desplazamientos de grupos humanos, a los trasvases demográficos que desde el inicio de los tiempos del ser humano, bajo las formas variadas de nomadismo, peregrinaje, trashumancias, traslado forzosos, éxodos políticos y/o religiosos, colonizaciones, hambrunas... han conformado el mapamundi poblacional, a su vez en constante modificación.

Así y para no remontarnos demasiado, no podemos dejar de mencionar la emigración europea a ultramar de 1800 a 1940 que presenta las cifras más importantes entre todos los movimientos migratorios conocidos. El éxodo tuvo lugar desde todos los confines de Europa hacia las tierras disponibles del norte y sur del continente americano. Además de los efectos demográficos, las migraciones europeas intervinieron en toda la organización socioeconómica, abarcando desde la actividad agraria a fuertes concentraciones urbanas, desarrollándose con gran potencia un proletariado determinante en la creación y desarrollo de la riqueza y de la cultura, dejando una inolvidable huella de luchas.

Cuando la crisis económica y política sacudió Europa en el período de postguerra, la emigración fue una de las “salidas” de miles de ciudadanos que se fugaban de situaciones dramáticas, tanto en lo económico como en lo político. América Latina fue uno de los puertos donde mayoritariamente arribaron. Otra oleada se vivió en las décadas 50 y 60 en España, y debido al auge industrial en Alemania, Francia, Bélgica... acudieron masivamente a cubrir puestos de trabajo que se originaban y se multiplicaban por la actividad industrial; los empleos del último peldaño de la escalera laboral que eran desechados por el proletariado fordista de esos países, fueron cubiertos generalmente por emigrantes españoles. Sin la reserva de mano de obra mediterránea, la economía de la Europa desarrollada habría sufrido serios estrangulamientos.

A finales del siglo pasado, el replanteamiento económico que se deriva de la aplicación del modelo de globalización neoliberal que repercute dramáticamente en los países de la periferia, se ha invertido radicalmente el flujo migratorio que señalára.

La aplicación de los planes del FMI o el Banco Mundial han aumentado los índices de explotación y miseria en las zonas tradicionalmente empobrecidas. Todo ello ha provocado una profunda dualización interna en todos los países, especialmente latinoamericanos, así el nivel de exclusión y pobreza se ha multiplicado casi por cuatro veces, abarcando cada vez más sectores de la población, denominados ahora “los carenciados”, en tanto que las oligarquías criollas, elites gobernantes y/o reinantes, íntimamente ligadas a las multinacionales concentran los beneficios del modelo económico neoliberal, multiplicándose en la última década las masivas y desesperadas corrientes migratorias o de huída hacia Europa.

Pero si América Latina representa en estos momentos una de las regiones emisoras masivas, África y Asia la superan en dramatismo e incluso en número de desplazados. África, el continente sangrantemente explotado y castigado ostenta en estos momentos en algunas poblaciones un mayor índice de emigrantes que residentes; se calcula que 35 millones de personas viven en países distintos al de su nacimiento. África es el continente con la tasa de mortalidad infantil más elevada, y con la menor esperanza de vida. Las mujeres africanas tienen una probabilidad 175 veces más alta de morir en el parto que las mujeres de las regiones desarrolladas. La tuberculosis mata cada día a 1.500 personas en el continente africano, lo que significa 540.000 muertes al año ¡¡y sólo por tuberculosis!!.

El continente arrasado por la colonización garantizó riquezas y beneficios, en esclavos y en materias primas a los colonialistas de ayer, que a pesar de la descolonización, aún siguen disfrutando hoy en modo de poderosas corporaciones.

Esta inmigración desesperada se enfrenta a una legislación cada día más restrictiva que impide su libre incorporación a las sociedades europeas. Ahora bien, los ciudadanos extracomunitarios que acceden a los beneficios de la regularización, constituyen la mano de obra barata de la que se alimentan diversos y considerables sectores de la economía, y garantiza además, el soporte del esmirriado “estado de bienestar” que cubre –ciertamente cada vez en menor medida- aspectos elementales (pensiones, jubilaciones, prestaciones sociales... )

Sin embargo, otra parte de inmigrantes, la inmensa mayoría –sin reconocimiento legal- (los sin papeles, los ilegales) y sin poder ubicarse en el engranaje del sistema productivo, sino en sus límites, inician un proceso de creciente marginalización, que aumenta el campo de la expulsión del circuito del consumo. Los excluidos ya no creen poder acceder realmente a la inclusión social y laboral.
Ya muchos jóvenes inmigrantes han abandonado la aspiración de alguna cuota del status de “ciudadanía”, sólo aspiran a “sobrevivir” con sus iguales en espacios propios, cerrados, reafirmando señas identitarias que, en cierto modo les protege pero les mantiene aislados en ínsulas incomunicadas tanto con el entorno general como con otros grupos en similares condiciones pero de nacionalidades diferentes.

Otro aspecto de gran trascendencia, y con serias y alarmantes repercusiones, es que la población inmigrante constituye el ejército de reserva con que el capital presiona y especula para la depreciación de las condiciones de trabajo.

Los mitos y los anti-mitos.

Ya está asumido y reiterado en todo análisis y trabajo migratorio y tal como señalara en el punto anterior, la inmigración fue un fenómeno “natural” cuando se trataba de países que en otras etapas históricas -por motivos algunos de ellos descritos- fueron emisores, y que ahora en esta nueva situación, y debido al desproporcionado e injusto desarrollo económico, hoy ocupan el sitio inverso, el de receptores. Y el cambio de la perspectiva y, fundamentalmente el cambio de intereses hace que percepción de la propia historia se pervierte en todo tipo de justificación, sea tanto económica, cultural, política... lo cierto es que se aísla el episodio histórico y se le despoja de la similitud natural de especie.

El término mito (relato falso con sentido oculto, narración, discurso, palabra emotiva) se refiere a un relato que tiene una explicación o simbología muy profunda para una cultura en el cual se presenta una explicación divina del origen, existencia y desarrollo de una civilización. Y porque la civilización occidental se nutrió – y se nutre- de multitud de mitos, recurrimos a la contra-visión de los mismos para que ésta tenga impacto en esmirriadas conciencias cotidianas. Todo mito está constituido por contrarios irreconciliables: creación contra destrucción, vida frente muerte y por último, los mitos proporcionan la reconciliación de esos polos a fin de conjurar nuestra angustia. Por ello traemos aquí algunos de ellos.

La Atlántida negra, pobre, enferma y sucia.

La Atlántida... la ciudad perdida" es uno de los mitos más antiguos y se basa en la historia de una civilización floreciente que vive en una "isla más allá de las columnas de Hércules". Hacia el año 350 a.c, Platón dedica más de veinte páginas de sus obras Timeo y Critias, a describir con detalle una poderosa y rica civilización...

Como contramito maldito emerge de la nada un barco. El Marine I ha pasado más de dos meses en altar mar con 404 inmigrantes y después de casi dos semanas frente a las costas de Mauritania, los sin papeles fueron desembarcados en el puerto de Nuadibú. Las autoridades mauritanas fueron las que exigieron sacar el barco de su puerto, por lo que Salvamento Marítimo se hizo cargo de su remolque para no dejar a la deriva por el peligro para la navegación(¡!) El gobierno español negoció en el puerto mauritano de Nuadibú no sólo para lograr la repatriación a sus países de los 299 náufragos asiáticos del carguero Marine I, sino lanzar la advertencia que el gobierno de España será "inflexible" con la inmigración ilegal. La operación fue acordada entre los gobiernos mauritano y el español, tras varios días de enfrentamiento diplomático sobre quién debía hacerse cargo de los ocupantes de la embarcación cuando se dirigía a las Islas Canarias.

Sin haber sido ni siquiera desembarcados, fueron declarados a priori inmigrantes ilegales.

Se especula que hayan partido de Guinea o de Costa de Marfil, el barco, del que aún se desconoce el fletador o la bandera bajo la cual navegaba pero cuyo puerto de atraque podría haber sido Bari, en Italia, se dirigiría a Canarias. Las primeras informaciones dieron cuenta de la presencia a bordo de 337 asiáticos (305 indios, 22 birmanos y 10 esrilanqueses) así como 35 africanos (23 marfileños, 10 sierraleoneses y 2 liberianos). Amontonados en el puerto como mercaderías sin recoger, por ahora siguen estando en esa suerte de limbo, que tanto más acerca la injusticia.

Las Keres hoy pululan por Arizona

Otro mito se actualiza hoy en Arizona. Las Keres, descritas como seres oscuros con dientes y garras rechinantes sedientos de sangre humana. Sobrevolaban el campo de batalla buscando hombres moribundos o heridos. Una descripción de las Keres se encuentra en el Escudo de Hércules.

En febrero de 2005 un incidente en la frontera México-USA mostró una suerte de Keres: sujetos armados con rifles de alto poder asesinaron a varios inmigrantes y tomaron a otros como rehenes en Silverbell, Arizona. En dicho incidente, ocurrido unos 100 kilómetros al norte de la frontera con México, tres inmigrantes fueron asesinados, el presunto contrabandista fue arrestado y está bajo custodia, y otros 12 inmigrantes continúan desaparecidos.

Esta gente armada son parte del Proyecto Minutemen.(*) En el 2004 arribaron voluntarios y reclutas para el Proyecto Minutemen, llegaron desde Colorado, California, Texas y Nuevo México. Son agentes jubilados de la Patrulla Fronteriza, ex infantes de Marina, ex carceleros, neonazis de la Alianza Nacional y separatistas blancos que acudieron al llamado de "defender la patria de la invasión de extranjeros ilegales".

Más propio de una escenografía de thriller de Hollywood, llegaron en vehículos rancheros, camionetas, aviones particulares, con el objetivo de cazar "extranjeros ilegales". Públicamente, manifiestan que su misión se ceñirá a "avisar" a la Patrulla Fronteriza cuando detectan inmigrantes que cruzan la frontera. Pero tanto el despliegue como hechos como el mencionado en febrero de 2005, no cabe duda que son otros sus cometidos.

Los fundadores del Proyecto Minutemen son Chris Simcox y Jim Gilchrist, de California. Desde hace mucho tiempo Simcox es un conocido derechista. Instalado en Arizona, compró el periódico Tombstone Press y desde el mismo publicó una carta abierta al presidente George Bush, al vicepresidente Dick Cheney, al secretario de Justicia y al director de Seguridad de la Patria. En la misma declara que la insuficiencia de agentes de la Patrulla Fronteriza es "una traición" y prometió contribuir a la "defensa nacional" parando la "invasión" de extranjeros; y anunció que formaría un grupo para patrullar la frontera por su cuenta.

En la Declaración de los Minutemen se expresa que si no se detiene la invasión de extranjeros, "futuras generaciones heredarán una maraña de culturas hostiles, reñidas y sin asimilar que no tienen nada que las vincule, y esta nación no seguir siendo un 'crisol de culturas' armonioso". Existen antecedentes a estos “rangers”. En Arizona, los rancheros actúan con total impunidad matando a inmigrantes; a algunos los cazan con perros y luego los entregan a la Patrulla Fronteriza a punta de fusil. "Los seres humanos son la mejor presa del planeta", declaró Roger Barnett, ranchero y ex sheriff, Sierra Vista, Arizona

Grupos como los Minutemen llevan años “patrullando” la frontera de USA, pero hay elementos novedosos, por un lado, mantienen estrechas relaciones con altos cargos del gobierno USA, y por otro, exaltan el sentimiento paranoico, ejemplo de ello es un cartel de los Minutemen en Tombstone que dice: "A los terroristas les encantan las fronteras abiertas. No olviden el 11 de septiembre".

Las agresiones a inmigrantes en la frontera entre USA y México ha aumentado a tal nivel que hasta la misma Comisión de Derechos Humanos mexicana, denunció el uso de armas letales, incluyendo las balas expansivas.

Pero en tanto en el desierto se ven botellas de agua por todas partes, cuál sembradío surrealista de plantas de plástico . Muchas están semi escondidas y casi vacías, tras saciar la sed —y quizá salvar la vida— de una o varias personas que llevan días caminando en el calor del desierto sin sombra ni agua.
Las “siembran” organizaciones humanitarias y voluntarios.

Las columnas de Hércules.

Cuenta la mitología que uno de los trabajos de Hércules, fue separar Europa de Africa, y establecer las columnas en el estrecho de Gibraltar que señalaba la última frontera.

Pero de nada sirvió esta demarcación.

¿Quién se acuerda que en agosto de 2006 se construyeron las vallas en Ceuta y en Melilla; que hubo muertos, heridos, deportaciones a los desiertos? ¿Quién recuerda los cayucos hundidos a las puertas mismas de Canarias?, como fue el caso de junio del también 2006, en que 28 personas murieron en la costa de la ciudad de El Aaiún, en el Sáhara Occidental. En junio y julio del año pasado, llegaron seis embarcaciones con un total de 430 personas a bordo, entre ellas había 24 menores y 4 mujeres. Hubo tres fallecidos en un cayuco que se hundía frente a la isla de El Hierro.

Según fuentes oficiales canarias, en el año 2006: 6.000 inmigrantes murieron en su intento de llegar a las costas españolas.

En Francia en los últimos meses del año 2005, la única medida tomada por el ministro frente a la muerte de 52 inmigrantes africanos (entre ellos 29 niños) en cuatro incendios debidos a las malas condiciones de sus viviendas fue exclusivamente la de los desalojos forzados y las razias diarias de sans papiers – de los indocumentados- a la salida del Metro, para iniciar el camino de la expulsión.

El “non plus ultra” de las mitológicas columnas de Hércules se ha materializado en la militarización de todas las fronteras, militarización en guerra contra el infinito ejército de la pobreza que engendra la infinita voracidad del capital . Y una vez traspasadas las primeras fronteras, y los seres que auto-niegan su origen, su nombre, para evitar –demorar- una vuelta forzada, son trasladados a los centros de internamientos o encerramiento.
Nunca serán Los argonautas que conquistaron el vellocino de oro ni nadie cantará sus proezas aún cuando superen con creces a las míticas.

Llegados a este punto, reforzamiento de fronteras, creación de nuevas fronteras, levantamientos de muros y alambradas, imposición de políticas y de planes económicos a golpe de muertes y guerras, todos aquellos que no obtengan por accidental nacimiento o por apropiación debida (o indebida) la posibilidad de participar en el mundo laboral, y por ende ser un consumidor, y adquirir así cuotas de ciudadanía, se diluyen en el amplio campo de los desempleados, de los sobrantes, y ya se saben dónde terminan las sobras.

Sin embargo, en este mundo hay recursos naturales para alimentar a la especie humana y a otras muchas; pero nunca serán suficientes para la codicia desmedida e incontrolable del capital.

Antes de abordar la segunda parte no me resisto a traer a otro mito para que el cierre de estas hojas no sean tan oscuras como la realidad, y porque en el desierto fronterizo siguen escondidas botellas con agua...
... Epimeteo pidió a Pandora que nunca abriese la caja de Zeus, pero un día, la curiosidad de Pandora pudo finalmente con ella y abrió la caja, liberando a todas las desgracias humanas (la vejez, la enfermedad, la fatiga, la locura, el vicio, la pasión, la plaga, la tristeza, la pobreza, el crimen, etcétera). Pandora cerró la caja justo antes de que la Esperanza también saliera, junto con todo lo que quedaba dentro, y el mundo vivió una época de desolación hasta que Pandora volvió a abrir la caja para liberar también a la Esperanza.

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(*)La palabra (minuteman o minutemen) tiene su origen en la fundación de Estados Unidos en los tiempos de las trece colonias, a la llegada de los ingleses al continente americano. la palabra quiere decir hombres al minuto, dando a entender que en esos tiempos de colonización, tenían una milicia de extranjeros, o nacidos de primera generación europea, listos para pelear por sus tierras, así se les avisara en cuestión de minutos. el termino también se le ha asociado con varias unidades militares del ejército estadounidense, en honor a las victorias y patriotismo de los minuteman originales.