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Editorial - Enero 2007

Continuamos la tarea que nos propusimos en la difusión de los signos, sacudones o subterráneos procesos en Latinoamérica.

Comienza un año, y en el imaginario simbólico siempre hay expectativas, que algo nuevo trastoque la apropiación de la elemental alegría a la profunda fraternidad con que el poder demoledor se refuerza, por lo que contraponer las estrategias socialistas que reivindica Claudio Katz, desafiándonos a examinar los aires de utopía indispensable.

No falta nunca el sarcasmo ternúrico de Luis Mattini, ni faltará.

Nos sentimos más completos con la incorporación del excelente trabajo especial para Codo a Codo, de Daniel Pereyra "Situación del movimiento obrero en América Latina". También con la aproximación fraterna y solidario de Ramón Fernández Durán sobre el foro social de Bolivia y las esperanzas de los nuevos movimientos sociales.

Nos sentimos compelidos a seguir con la denuncia de la continuidad de la impunidad, porque a pesar que muchos no comprendan este lazo indestructible, este sentimiento de U.H.P. del que no renegaremos nunca, porque si así lo hiciéramos, como diría el poeta, perderíamos la posibilidad de conjugar en nosotros el porqué estamos donde estamos y queremos lo que queremos, y si lo hiciéramos, si nos abandonaríamos, nos transformaríamos en egoístas figuras esperpénticas. Contra la impunidad, y también contra el olvido y el silencio que suponen el correlato insospechado y amargo de la misma, José Manuel Martín Medem aborda las conexiones ocultas de la matanza de los abogados de Atocha. Y con la misma firmeza seguimos reclamando una vez más al gobierno argentino -cuatro meses después y pese a quien le pese- la APARICIÓN CON VIDA DE JORGE JULIO LÓPEZ Y JUICIO Y CASTIGO A LOS CULPABLES

Pero siempre están los nubarrones que oscurecen hasta los elementales deseos. Frustración con el maldito atentado en la T4 de Barajas en Madrid, con el asesinato absurdo e injustificable de dos trabajadores inmigrantes; pero también con el doble inmovilismo del gobierno -impotente para relanzar el proceso de paz ante la oposición virulenta de la derecha- y de una izquierda abertzale incapaz de desprenderse de una vez de sus rémoras y apostar definitivamente por una estrategia política.

El inicio de un nuevo año en que tenemos que seguir dando cuenta y auto-convocarnos al repudio de los ataques nazis que siguen en sus cacerías y aprovechándose en cuanto mínimo conflicto o pelea de vecinos a vomitar toda su putrefacción xenófoba y racista.

Y del mismo modo no podemos dejar de denunciar la sangría de las muertes laborales, en el tajo, en el metro, en las carreteras, que se reiteran periódicamente como la cara más oculta y dramática del “milagro económico” español.

La situación de los movimientos sociales en este nuevo año parecería continuar la fase de reflujo de la marejada de movilizaciones desarrolladas en los últimos años, con la guerra de Irak como eje unificador de las luchas a nivel mundial. Un reflujo que no debería asumirse, sin embargo, de forma pesimista o autoflageladora. La menor visibilidad del movimiento en el espacio mediático, debería aprovecharse para la sedimentación e intervención de las diferentes luchas y movimientos en el ámbito público, particularmente a escala local.

Asimismo, para potenciar y participar de los debates que en estos momentos se están planteando a los movimientos sociales en todo el planeta. Algunas de las reflexiones que recogemos en este boletín, como el debate sobre una nueva estrategia socialista, la disyuntiva entre organización horizontal y partido único, o la vinculación entre movimiento obrero y nuevos movimientos sociales, apuntan en esta línea y aspiramos que sirva para fomentar reflexión y debate.

Y en esto estamos, paso a paso, codo a codo.