La madrugada del 30 de diciembre de 2006 cuatro jóvenes, entre ellos dos miembros del Colectivo 1984, trataban de evitar que tres neonazis agrediesen a unos extranjeros de color con una botella rota cuando se les unió una docena más (varios vecinos de Aravaca y Pozuelo) y empezaron a golpearles brutalmente hasta dejarles en el suelo. A uno de ellos le rompieron el tobillo y le han tenido que operar, el otro tiene un derrame en un ojo.

Desde el Colectivo 1984 queremos recordar que todos estamos expuestos a su violencia, a que nos agredan cualquier día que hayan “salido de caza”dispuestos a pegar a homosexuales, extranjeros, gente de izquierdas… No podemos permitirlo. Hoy han sido ellos, pero mañana puede ser tu vecino, tu amigo, tu hijo, tú… Por eso cada vez que sucede debemos responder todos juntos, al unísono, organizados. Parecen muchos, pero nosotros somos muchos más. Siempre seremos muchos más. Y si dan a uno, nos dan a todos.

No podemos temerles. Su violencia está motivada por el miedo a lo diferente. Nuestras ideas valen mucho más. No entraremos en su juego. Nuestra violencia será menos explícita pero más dura: una patada con una punta de acero duele mucho tiempo, pero la acción de todo un barrio en movimiento marca para siempre.

Tras años de lucha antifascista en la zona, creemos que ésta se debe estructurar en organizaciones bajo posturas anticapitalistas, porque creemos que el fascismo es la expresión más violenta del capitalismo, que es donde se encuentra verdaderamente el problema. Cuando el capitalismo se ve en crisis saca su brazo violento para restaurar el orden, para imponer el miedo en la gente y que pidan más medidas de seguridad, más restricciones, más control. Si nos fijamos hay múltiple ejemplos en la historia: desde cómo el nazismo alemán surge en un momento de alta conflictividad obrera hasta cómo la segunda generación de inmigrantes precarios en Francia hace repuntar la ultra derecha de Le Pen.

No vamos a permitirles que estén en nuestros barrios, institutos, universidades, centros de trabajo… Si queremos recuperar nuestras vidas debemos luchar por nuestros espacios, contra la privatización y contra los violentos, contra la policía que nos persigue y contra aquellos a quienes protegen. Nosotros debemos ser la fuerza transformadora que recupera nuestros espacios.

CONTRA EL FASCISMO.
NI UNA AGRESIÓN SIN RESPUESTA
17 de febrero
19:00 Pl. España - Moncloa
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