Editorial Abril/ 2009


La publicación de este número de CODO A CODO coincide con la conmemoración del Día de la Tierra (1), en el que millones de personas se manifestaron en varios países contra el cambio climático y para denunciar que el planeta -y no sólo el sistema financiero- también sufre una profunda crisis.

El impacto mediático de la crisis financiera -y posteriormente de la economía productiva- ha contribuido en efecto a borrar del debate público una vez más las consecuencias de la crisis ecológica que se viene agudizando progresivamente desde hace décadas. Un hecho al que se suma la deliberada marginación, tanto en el discurso de los medios como en el institucional, de la grave crisis alimentaria que se ha intensificado en los últimos años en los pueblos del Sur.

Las causas y consecuencias de la crisis ambiental han sido denunciadas reiteradamente por las organizaciones ecologistas. Sin embargo, han encontrado un menor eco tradicionalmente en las organizaciones de la izquierda política y sindical, cuya praxis permanece todavía condicionada por la ideología productivista que impregna -en general- el pensamiento socialista clásico.

En los últimos años, sin embargo, se viene planteando desde diversas perspectivas la necesidad de articular un enfoque más complejo, en el que las reivindicaciones ecológicas no son consideradas como un elemento añadido, sino como una dimensión integral de la lucha por el socialismo.

Frente a la desconfianza que aún suscita este planteamiento en determinada izquierda, por considerarlo demasiado académico o limitado al primer mundo, es importante resaltar que la cuestión ecológica constituye un eje central en las luchas populares de muchos países del Sur. Baste recordar por ejemplo las movilizaciones impulsadas por el inolvidable Chico Méndez contra los latifundistas brasileños que arrasaban los bosques a fin de establecer los pastizales (y que le costó la vida). Y las luchas que se están desarrollando en diferentes países contra los agro-tóxicos, la imposición del cultivo de la soja, las semillas transgénicas, la privatización del agua o la conformación de los países del Sur como depositarios de los residuos generados por la mal llamada economía “inmaterial” del Norte. Unas luchas que, también conviene resaltar, vienen siendo protagonizadas en un elevado porcentaje de casos por las mujeres campesinas.

Recogemos en el presente boletín diversos artículos que permitan profundizar en el debate sobre estas cuestiones. Así, Michael Löwy realiza una magnífica exposición sobre el significado del ecosocialismo, profundizando tanto en la historia y los planteamientos conceptuales de este enfoque como en las propuestas y políticas prácticas.

Löwy es asimismo uno de los coautores de la Declaración Ecosocialista de Belem, suscrita por varias organizaciones en el pasado Foro Social Mundial celebrado en esta ciudad brasileña.

Junto al ecosocialismo, otro enfoque particularmente interesante que ha encontrado creciente eco en los últimos años es el del decrecimiento. Un enfoque que no es homogéneo, pero en el que se comparte como tesis básica la necesidad de impulsar un cambio radical en la lógica de funcionamiento socioeconómica, que implique la ruptura con la ideología -y el imaginario- del crecimiento.

Esta tesis es sin duda polémica, considerando que el fomento del crecimiento económico se ha considerado tradicionalmente un requisito sine qua non -a izquierda y derecha- para la creación de empleo. A ello se suman las dificultades prácticas que conlleva esta propuesta, máxime en un contexto como el de la crisis actual.

Los artículos de Carlos Taibo, Jean-Marie Harribey y Carmelo Ruiz abordan desde diversas perspectivas el enfoque del decrecimiento, ofreciendo una panorámica completa de los distintos planteamientos del mismo.

Completamos este monográfico con dos textos que contribuyen a enriquecer el debate desde otras perspectivas y latitudes. Por un lado, un artículo de Murray Boockhin: el añorado militante y teórico libertario que - a través de múltiples artículos y libros- conformó una propuesta de “Ecología de la libertad” tan novedosa como estimulante. Por otro, la declaración de los principios de la tierra redactada por Vandana Shiva, una teórica y activista que se ha consolidado como uno de los principales referentes del movimiento ecologista y feminista a nivel mundial.

Además de este monográfico, incluimos otros artículos referidos a otras temáticas.Así Andrea Benites-Dumont aborda el endurecimiento de las condiciones de de vida de las personas inmigrantes sin papeles en el nuevo escenario de la crisis, a partir de la crítica a la propuesta de reforma de la ley de extranjería impulsada por el gobierno de Zapatero (y que actualmente se halla en proceso de tramitación). Una propuesta muy criticada tanto por los movimientos sociales como por los sectores más progresistas del ámbito jurídico, que han denunciado el grave impacto negativo de la reforma -en caso de ser finalmente aprobada -sobre los derechos fundamentales de este colectivo

José Manuel Martín Medem escribe una reseña de una novela en la que se denuncian las violaciones a los derechos humanos y la impunidad del clan Vicini, una de las familias que domina de forma despótica la industria azucarera de la República Dominicana.

También incluimos el manifiesto impulsado por 100 insumisos, varias organizaciones sociales y centenares de personas vinculadas al movimiento pacifista, solicitando la libre absolución de los procesados en la pieza del sumario 18/98 contra la Fundación Joxemi Zumalabe.

Queremos recordar en este editorial a dos personas, cuya muerte ha puesto de manifiesto una vez más la violencia de la represión estatal.

Por un lado, a Iam Tomlinson, que falleció el pasado 1 de abril en Londres durante las protestas por la cumbre del G20. Su fallecimiento se atribuyó rápida y oficialmente a problemas cardíacos, pero tras la segunda autopsia solicitada por la familia se demostró que fue debido a una hemorragia abdominal provocada por los golpes recibidos de la policía inglesa. Una agresión que fue negada inicialmente, y que pudo probarse gracias a la divulgación de un video realizado por los manifestantes.

Por otro, a S.G. una niña de 14 años tutelada por la Comunidad de Castilla la Mancha que se encontraba recluida en un centro de protección de la fundación O´Belén que murió el 20 de abril como consecuencia de las heridas sufridas tras tirarse de la furgoneta que la llevaba de vuelta al centro “Casa Joven” en Azuqueca de Henares. Cabe recordar que el 2 de diciembre de 2008 un niño moría también en las dependencias del centro “Picón”-Paracuellos del Jarama- cuando se encontraba en aislamiento. Ambas muertes han puesto de manifiesto una vez más, como ha señalado incluso el propio Defensor del Pueblo, la situación violencia y agresiones que viven los menores recluidos en estos Centros, que siguen funcionando con total impunidad ante la pasividad cómplice tanto del Gobierno -Central y Autonómicos- como de la Fiscalía de menores. También queremos mencionar a Javier Ortiz, periodista recientemente fallecido, cuyas columnas y escritos -siempre comprometidos y atentos a denunciar la violencia y miserias generadas desde el poder- representaban una de las escasas voces críticas que traspasaban la barrera de los grandes medios de comunicación.

Por último, queremos expresar nuestra solidaridad con el colectivo Loquesomos, cuya web -que venía funcionando desde hace 6 años en defensa de la libertad de comunicación- fue kackeada a mediados de abril con motivo del aniversario de la segunda república.

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(1) El origen de esta celebración se remonta al 22 de abril de 1970, en el que más de 20 millones de personas se movilizaron en Estados Unidos para alertar sobre el riesgo medioambiental.