No a los centros de internamiento de extranjeros

¿Qué pasa con los terrenos de la cárcel de Carabanchel?

La reivindicación histórica de las vecinas y vecinos de Aluche y Carabanchel de destinar los terrenos de la cárcel de Carabanchel para fines sociales ha tenido una respuesta clara: no sólo no van a tener un uso social sino que seguirán acogiendo centros penitenciarios. Esta vez la nueva cárcel se maquilla de azul y amarillo para albergar el resultado de la política de criminalización y acoso a las personas inmigrantes. Una vez más se hace oídos sordos a los reclamos vecinales en defensa de los espacios públicos y los equipamientos sociales, como el hospital, para cambiarnos una cárcel por otra.

¿Qué son los Centros de Internamiento?

Los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) son cárceles encubiertas y especializadas en las que detienen a los y las inmigrantes que carecen de permiso de residencia y están pendientes de una orden de expulsión. Es decir su detención, de hasta 40 días, es el resultado de una mera falta administrativa que al resto de los ciudadanos y ciudadanas nos cuesta, como mucho, una simple multa.

Se da la paradoja que tras el período de detención muchas de las órdenes de expulsión no son ejecutadas por la propia administración que las ha tramitado, deja en libertad a las personas detenidas pero las condena a una situación de total alegalidad jurídica ya que les imposibilita regularizar su situación al trabar los procesos de solicitud de los permisos de trabajo y residencia. Es por ello que los CIE se convierten en una fuente generadora de desamparo legal y precariedad social.

¿Por qué no queremos Centros de Internamiento?

Los CIE son consecuencia directa de la política migratoria, criminalizadora y represiva, de la Unión Europea seguida la pie de la letra por su gendarme en el Mediterráneo: cierre y férreo control de fronteras para las personas frente a la apertura a la circulación de capitales, la deslocalización de empresas y la libertad para continuar con el expolio permanente a los países del Sur.

Se convierten en una medida más que agrava el drama cotidiano de aquellos y aquellas que huyen de la miseria. Nada más clarificador que la cifra de entre 8.000 y 10.000 personas que murieron o desaparecieron entre 1989 y 2002 en el intento de entrar en territorio español desde Marruecos , sólo en el 2005 murieron o desaparecieron 368 personas en el Estrecho (16 de ellas en las vallas de Ceuta y Melilla) . Según la versión oficial, divulgada por las instituciones y los medios de comunicación, parece que asistiéramos a una catástrofe natural de la que nadie es responsable, parece que la militarización de las fronteras, la ley de extranjería y las medidas policiales nada tuvieran que ver.

En otras épocas, afortunadamente los ciudadanos y ciudadanas de este país hicieron uso y disfrutaron del derecho a emigrar y a circular libremente; ejemplo de dignidad y solidaridad fueron aquellos pueblos que dieron asilo y refugio a los y las miles de combatientes por la libertad que tuvieron que huir después de la Guerra Civil. Hoy, estos derechos son negados sistemáticamente por el Estado español.

Nosotr@s seguimos reivindicamos la igualdad de derechos para tod@s, el pleno disfrute de las libertades civiles y el respeto de nuestros derechos laborales sin importar el lugar del mundo en el que hayamos nacido, por eso decimos NO a los centros de internamiento y NO a la ley de extranjería.

Porque no queremos mirar para otro lado cuando nuestros vecinos y vecinas son discriminados por venir de otro lugar, porque no creemos en las fronteras para los trabajadores y trabajadoras, seamos de donde seamos, sino que seguimos apostando por la unidad en la lucha para construir un mundo nuevo.

NO A LOS CENTROS DE INTERNAMIENTO DE EXTRANJEROS
TERRENOS DE LA CÁRCEL PARA FINES SOCIALES Y NO REPRESIVOS
DE AQUÍ O DE FUERA, LA MISMA CLASE OBRERA