CNT Catalunya, con la AIT

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Aunque torticeramente se nos aislara del resto de la CNT, allá por 1995, la militancia de CNT Catalunya, sintiéndonos cenetistas como quien más, seguimos creyendo entonces y ahora que el anarcosindicalismo es la mejor herramienta para transformar esta sociedad y sus valores.

Demostrado está que no nos sirve cualquier supuesto «cambio», ni los que se realizan después de falsas revoluciones que terminan convirtiéndose en tiranías, ni los que reconducen la indignación popular a las urnas para atraparla y ahogar en ellas sus reivindicaciones. Con las miras puestas en la sociedad libertaria a la que aspiramos, siempre tuvimos claro que se ha de respetar nuestra opinión como individuos y que no hemos de acatar las normas cuando éstas se nos intentan imponer sin haberse respetado los acuerdos por los que nos regimos. Precisamente por reprobar actitudes ejecutivistas tomadas desde las secretarías generales y porque se estaba fomentando un inaceptable centralismo que vulneraba los principios confederales, fuimos apartados de la CNT. Desde entonces, pese a nuestros intentos por restablecer el contacto con el resto de sindicatos que la conforman, no había sido posible... hasta ahora.

Han tenido que ser esas actitudes que criticamos en su día –junto con las modificaciones graduales de la normativa, aprobadas en los últimos Congresos y a los que ya no pudimos asistir– las que ahora contribuyan a nuestra reorganización. Esos cambios de funcionamiento, entre otras cosas, han provocado que durante los últimos años se produjeran nuevos enfrentamientos internos. El hecho de que la misma CNT que decidió apartarnos optase por convertirse en un sindicato resolutivo –y poco más–, no podía asumirse para quienes defienden el anarcosindicalismo. Bajo ese pragmatismo de evidentes tintes reformistas se estaba renunciando a la acción directa, se empezó a derivar interesadamente los conflictos laborales a un gabinete de abogados de muy sospechosa implantación y ya se está empezando a debatir que se remunere a algunos cargos. La vieja cantinela de los «liberados», tan característica de los sindicatos al uso, donde se termina traicionando a la clase trabajadora.

Al igual que nos pasara a nosotros, el diagnóstico que hicimos de lo que estaba ocurriendo ha llevado a que no pocos sindicatos criticasen esa mutación. La consecuencia ha sido que unos se han visto en una tesitura similar a la nuestra, apartados, y otros teniendo que tomar la decisión de abandonar una CNT que por los pasos dados ya no era reconocida por la Asociación Internacional.de Trabajadores.(AIT), a la que llevamos vinculada prácticamente desde nuestra fundación.

Actualmente, los sindicatos críticos con el camino iniciado por quienes aún siguen llamándose CNT nos estamos reorganizado para seguir bajo los principios, tácticas y finalidades de siempre. Nuestros estatutos y normativa siguen recogiendo la esencia anarconsindicalista que se estaba perdiendo, de ahí que cuenten con el reconocimiento de una AIT que voluntariamente nunca abandonamos.

Así pues, para la militancia cenetista, este 1º de Mayo, conmemoración del día de los trabajadores, es también un día en el que celebramos esta nueva etapa, porque pese a quien pese, CNT Catalunya sigue viva y ha retomado los vínculos con quienes sí defienden el anarcosindicalismo.