8M, «NO ES CARNAVAL»

Once mujeres asesinadas en lo que llevamos de año, y esto es sólo el principio, lamentablemente.

Ya va siendo hora de empezar un proceso de reconocimiento entre las mujeres ante un sistema que nos aísla e invisibiliza. Nos atraviesan violencias muy diversas que, al fin y al cabo, forman parte de una misma estructura, y todas tenemos el mismo enemigo en común, que es el Estado. Ya es tiempo de iniciar una revuelta con el objetivo de que nuestras reivindicaciones no queden en segundo plano. Queremos que todos los días sean 8 de marzo, queremos días de cambio y días feministas. No podemos permitirnos esperar más, el feminismo no es sólo estar a la defensiva, sino también a la ofensiva.

Se hace de este día una fiesta donde no hay nada que celebrar y hacemos partícipe de ella a nuestros opresores, que bailan al son de las batukadas olvidando su verdadero significado y dejando a un lado nuestra lucha.

Una de cada tres mujeres sufre violencia de género a lo largo de su vida, 830 mujeres mueren cada día en el mundo de causas evitables relacionadas con el embarazo. Son cifras desgarradoras, y ¿hasta cuando? Seguimos estando en la sombra en el ámbito laboral, sufriendo discriminaciones para optar a puestos de trabajo precarios, por no decir lo difícil que lo tienen las madres... ¡Cuántas no habrán tenido que esconder en una entrevista su situación personal para no ser descartadas!

Hoy decimos ¡basta! Exigimos unos derechos que ya son nuestros, porque nacimos con ellos. Basta de morir en manos de depredadores, basta de tratarnos como el sexo débil. Luchemos por nuestro reconocimiento y por el valor de nuestro trabajo, pero no el trabajo productivo o laboral, sino por el peso que tiene la mujer en la sociedad.

Que sean días de revuelta y que todos los días sean 8 M.