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Llamada a la solidaridad. 11 de junio de 2017. La comunicación es un arma.

Sean Swain: encarcelado, sin condena legal o sentencia desde 1991.
A estas alturas es plausible hablar del aislamiento y el silencio que las prisiones se esfuerzan por imponer. Cada semana otr@ de nuestrxs amigxs encarceladxs nos dice que su correo se le esta interviniendo, los teléfonos de su unidad se encuentran “rotos”, o que nuestras publicaciones están siendo rechazadas sin ningún recurso.
Para nosotrxs, uno de los elementos más emocionantes del 11 de junio del 2016 fue la proliferación de palabras e ideas compartidas entre y para lxs prisionerxs anarquistas. Junto con la difusión de la solidaridad internacional y el mantener los nombres de nuestrxs compañerxs, nuestra contribución para facilitar esa comunicación es una de nuestras tareas más importantes. Mientras que el punto de partida de nuestro proyecto fue el apoyo a Marius Mason y Eric McDavid (de los cuales, el primero permanece encarcelado en una unidad extremadamente restrictiva, mientras que el segundo ha sido liberado!), ha sido a través de una red de comunicaciones que hemos expandido el alcance de nuestro proyecto de solidaridad con lxs presxs anarquistas a largo plazo en todo el mundo. Este año, estamos tratando de enfatizar esta comunicación.
Mantener la comunicación es un salvavidas para aquellxs atrapadxs en las trampas de la represión estatal o encerradxs en sus mazmorras. Las prisiones funcionan para aislar a lxs que se encuentran dentro de estas mazmorras, para eliminarlas de la comunidad humana y como un intento de romper su voluntad. Recibir cartas y publicaciones, ser capaces de conectarse con personas ajenas a los muros, y poder invocar a la solidaridad de compañerxs en el exterior son de vital importancia para conservar la dignidad en condiciones inhumanas. Cuando Chelsea Manning intentó suicidarse, la comunicación le permitió a ella y a sus cercanxs movilizarse y actuar. Para lxs prisionerxs que parecen vivir bajo vigilancia debido a sus actividades rebeldes, una corriente constante de cartas muestra a sus torturadorxs que tienen amigxs en el exterior y que habrá consecuencias para cualquier acción tomada en su contra. Con la huelga de las prisiones estadounidense del 9 de septiembre, las relaciones construidas a lo largo de los años permitieron conocer las huelgas de trabajo y las rebeliones que se suceden en las cárceles de todo el país, permitiendo a l@s simpatizantes organizar acciones contra-represivas.
No debemos, sin embargo, confundir la comunicación real con la charla distraída de la democracia liberal. En las sociedades totalitarias, hablar en voz alta puede ser subversivo para el poder; para las democracias liberales, es “fortalecedor”. Los libros de historia nos enseñan a decir la verdad al poder, lo cual le permite entender mejor nuestras frustraciones para maniobrar y socavarnos, regurgitando y desfigurando nuestras críticas, o tratando de venderlas de nuevo a través de campañas de marketing. Cuanto más digamos al poder lo mal que está, mayor posibilidad tiene de manipularnos. La propaganda en internet es un microcosmos que tiene como función ser una válvula de presión contra la libertad de expresión, para neutralizar el malestar social. Nos anima a decir lo que queremos, siempre y cuando en realidad no se haga nada al respecto. La libertad de expresión se convierte en un fetiche. Para las personas que nunca han experimentado un momento de libertad en toda su vida, esta libertad de expresión se toma como la libertad misma.
Cuando la acción directa realmente se ejerce, o bien es castigada como proveniente de “extrañxs”, o es enmarcada en la retórica democrática de un discurso. Después de la sublevación contra la policía en Ferguson, Missouri, la frase de Martin Luther King Jr. “los disturbios son el lenguaje de lo desconocido” se volvió viral porque era una forma de enmarcar el levantamiento alrededor de la libertad de expresión (las voces de los residentes de Ferguson es lo que causó los disturbios), o porque sus disturbios sólo tenían como propósito amplificar sus voces.
Cuando hablamos de comunicación, no estamos hablando de “libertad de información”; la desatención de los medios de comunicación, pese a su conocimiento generalizado de las terribles prácticas y condiciones dentro de las prisiones, obviamente no provocará indignación pública, ni causará vergüenza a las autoridades, ni les afectará, por lo que nunca van a cambiar lo que están haciendo. Tratamos de llamar la atención sobre las cuestiones que a veces tienen lugar; no esperamos nada de las autoridades (o el “público”) y sabemos muy bien que, sobre todo en las democracias, la opinión pública suele hacer muy poco para cambiar las políticas o prácticas del estado. Estamos hablando de algo diferente: es encontrarnos y hablar con nuestrxs compañerxs como algo vital para atacar al poder y vivir una vida plena.
Dentro de las democracias liberales, las prisiones funcionan para aislar a quienes no muerden el cebo de la ilusión democrática. Ampliamos las historias de aquellxs anarquistas que cumplen condena en prisión y que han elegido la revuelta activa contra cualquier régimen de poder en lugar de jugar en los espacios de la democracia. En febrero de 2017, Eric King fue sancionado, incluyendo la pérdida de teléfono, visitas y compra de alimentos, aumento del nivel de seguridad y pérdida del “buen tiempo” (posibilidad de escribir -poemas y dibujar caricaturas que representan la violencia contra la oficina de prisiones y el gobierno en general-). A principios de 2017, Sean Swain realizó una exitosa huelga de hambre de 50 días exigiendo la restauración de sus comunicaciones por correo electrónico y teléfono, que habían sido cortadas hace años debido a sus presuntas amenazas de acción directa contra funcionarixs de la prisión. En 2014, Bill Dunne recibió un “golpe” de 15 años para su libertad condicional, con la comisión de libertad condicional citando su “asociación y afiliación continuas con organizaciones anarquistas” como evidencia de que “todavía alberga opiniones antiautoritarias que no son compatibles con el bienestar de la sociedad”. Marius Mason está actualmente detenido en una prisión federal intensamente restrictiva en Carswell, Texas, que vigila y controla su comunicación con el mundo exterior e impone límites severos a su capacidad de conectar con las luchas en el exterior. Lxs compañerxs detenidxs en Italia bajo la Operación Scripta Manent han visto restringidxs sus correos, incluyendo una incautación permanente de todo el material de la Croce Nera Anarchica (Cruz Negra Anarquista).
A pesar de los mejores intentos del estado por entorpecer las comunicaciones de nuestrxs compañerxs, lxs anarquistas encarceladxs continúan contribuyendo a las luchas dentro y fuera de la prisión. Los segmentos finales de Sean Swain, el arte y la poesía de Marius, los tweets incendiarios de Jeremy Hammond y los escritos de prisión que cruzan fronteras y océanos muestran las innumerables y diversas formas que la comunicación puede tener en el vientre de la bestia.
Dicho esto, queremos compartir noticias específicas de las luchas de Marius en el interior. Este año se angustió cuando la oficina de prisiones empleó medios para aislarlo aún más. A comienzos del verano pasado, Marius empezó a ver grandes lagunas en el correo que recibía, en ocasiones pasaba semanas sin correo personal, con boletines de noticias aún más escasos. Finalmente se le reveló a través de una llamada telefónica con un amigo que FMC Carswell había estado cortando toda comunicación sobre la huelga nacional de las prisiones y por lo tanto cualquier correo personal que mencionara la huelga, que fue destruido.
Incluso con estos acontecimientos, Marius está entrando en su décimo año de encarcelamiento; las amistades y los apoyos en el exterior han sido presionados al máximo, consistentemente frustrándose sus intentos de conseguir el correo como antes, por las regulaciones complejas e inexplicadas de Carswell. Aparte de los pocos amigos cercanos y la familia inmediata que ha dejado, Marius recibe muy poco correo. El correo es su salvavidas para el mundo exterior. Necesita a lxs compañerxs para volver a comprometerse con la correspondencia, y a las visitas, como a aquellxs de nosotrxs que lo conocíamos antes de su arresto (un requisito de la BOP). Sepan que las cartas que mencionan las acciones políticas no lograrán pasar por la estricta censura.
En el exterior, los nuevos proyectos que intentan romper las barreras impuestas por la prisión han florecido. Compañerxs de todo Estados Unidos y otras partes han comenzado a publicar boletines de la prisión, dando alas a las ideas de nuestrxs compañerxs encarceladxs, permitiéndoles difundir semillas en el “mundo libre” y en las celdas de la prisión. Las webs de apoyo individuales, de contrainformación, los zines que recogen los escritos de lxs presxs, el Certain Days calendar, el BLACK BRIDGE y otros, son esfuerzos que mantienen a nuestrxs compañerxs detrás de las rejas conectadxs con nosotrxs. La teoría, y la elaboración de estrategias para continuar con la lucha siguen.
Esto se extiende también al ámbito de la acción, con la solidaridad arraigándose en el espíritu de lucha combativa e internacionalista contra las prisiones y su mundo. Tras el arresto de Pola Roupa y Konstantina Athanasopoulou y la detención de Lambros-Viktoras, hijo de Pola, de seis años de edad, se llevaron a cabo acciones diversas y combativas, logrando que la abuela de Lambros-Viktoras tenga la custodia de su nieto. Las acciones emprendidas en todo el mundo en solidaridad con la huelga de las prisiones en EE.UU. en septiembre del 2016 ofrecen una visión clara de cómo las palabras y la acción pueden mezclarse en el caldero de la revuelta. También queremos mencionar la próxima convergencia en Texas, Fight Toxic Prisons, dibujando las conexiones importantes entre la devastación ecológica y la sociedad penitenciaria, y arraigandose tanto en la solidaridad activa con lxs compañerxs encarceladxs.
Este año nos desafiamos en afilar nuestras palabras y gestos entre un@s y otr@s, para darles “nuestros colmillos” a l@s compañer@s pres@s. Vamos a encontrar maneras de luchar contra la censura de l@s que envían mensajes desde el interior, y de l@s que envían la fuerza y el apoyo desde el exterior. No nos contentemos con simplemente expresar nuestros deseos e ideas a quienquiera que esté escuchando, vamos a vivirlos realmente y desarrollarlos juntos. El estado quiere aplastar a nuestrxs compañerxs separándolxs de las comunidades en lucha. ¡No lo permitiremos!
TRADUCCIÓN: INSTINTO SALVAJE.
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