Entrevista a Reinaldo Iturriza: “El dilema en Venezuela es permanecer unidos o ser dominados”

Martes 18 de septiembre de 2018

Fuente: Revista Crisis

Venezuela navega en una tormenta que parece no tener fin. Crisis económica, intentos de desestabilización, una campaña internacional contra el gobierno de Nicolás Maduro, la acumulación de los errores cometidos por el Ejecutivo y el sobrevuelo permanente de Estados Unidos sobre el país -uno de los más ricos del mundo en reservas petrolíferas- conforman un panorama preocupante. Al mismo tiempo, la realidad venezolana es difícil de entender para quienes piensan el proceso bolivariano como algo estático y al borde de derrumbarse.

¿Cómo destejer una maraña de razones, hechos y situaciones cotidianas que tienen al pueblo venezolano entre varios fuegos?

Reinaldo Iturriza, tal vez, sea una de esas personas que no sólo entienden la importancia de Venezuela para América Latina, sino que es un conocedor en profundidad de ese territorio que todavía se mueve con la pulsión que le dejó impregnada Hugo Chávez.

Ex ministro para las Comunas y la Protección Social (2013-2014) y de Cultura (2014-2016), Iturriza aborda algunos de los temas más preocupantes en el panorama venezolano actual. Autor de los libros “27 de febrero de 1989: interpretaciones y estrategias” (2006) y “El chavismo salvaje” (2017, publicado en Venezuela y Argentina), Iturriza también se detiene a pensar el proceso comunal construido en los últimos años.

¿Cuáles son los factores que desencadenaron la actual situación económica en Venezuela?

El factor que más pesa es el interés de Estados Unidos por subvertir la democracia venezolana, en parte porque se considera con derecho a tomar posesión y explotar nuestros recursos naturales, pero también porque el experimento político venezolano, de carácter radicalmente democrático, constituye un “mal ejemplo” para los pueblos del mundo. Ese es el factor de mayor paso. De entrada resulta sospechoso cualquier análisis que pretenda desconocer esta circunstancia. Luego, hay otros factores de peso: las debilidades estructurales de la economía venezolana, su dependencia del ingreso petrolero y el impacto que tiene la caída de los precios del petróleo; la desaparición física del comandante Chávez, que supone, obviamente, reacomodos y fuertes tensiones a lo interno del chavismo, que se expresan en una disputa por la orientación de la política económica. Más concretamente, las armas que han sido sistemáticamente usadas por las fuerzas contrarias a la revolución bolivariana, sobre todo desde mediados de 2012, son la manipulación del tipo de cambio paralelo e ilegal, la inflación inducida y, más recientemente, la restricción al crédito. Venezuela está, a estas alturas, prácticamente bloqueada económicamente. Los estragos sociales que esto ha producido son, por supuesto, enormes, y aún cuando la situación dista de ser como en los tiempos previos a la revolución, como en la década de 1990, existe mucha dificultad para acceder a cuestiones básicas, como alimentos y medicinas.

Las medidas tomadas por el gobierno para contrarrestar la crisis económica, ¿son suficientes?

Se han hecho notables esfuerzos por neutralizar los efectos más devastadores de esta particular terapia de choque a la que estamos siendo sometidos. Parte importante del presupuesto nacional sigue siendo destinado a la inversión social. Las Misiones sociales, dirigidas fundamentalmente a la población más excluida, siguen siendo centrales en la ejecutoria del Gobierno. No ha cesado la construcción de viviendas por parte del Gobierno, dirigidas sobre todo a la población de menos recursos. Las pensiones se acercan a la cobertura universal. Desde el primer semestre de 2016 se viene haciendo un esfuerzo extraordinario por construir un sistema alternativo de distribución de alimentos, con la creación de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP). El salario es aumentado con regularidad; las tarifas de los servicios públicos, en general, siguen siendo muy accesibles. No obstante, es evidente la dificultad para adoptar medidas con impacto en lo estructural, y de hecho hay una disputa sobre cuál debería ser la orientación de esas medidas. Hay fuerzas más proclives a la desregulación de la economía, a la alianza con capital extranjero, no importando si se hace en condiciones lesivas para nuestra soberanía, que consideran inevitable ceder terreno a sectores de la burguesía, que se mantienen de espaldas a las iniciativas productivas del pueblo organizado, abandonado a su suerte a las empresas expropiadas, nacionalizadas o recuperadas por los trabajadores. Y hay fuerzas que se inclinan por medidas orientadas a preservar el rol contralor del Estado, que consideran que eventuales alianzas con capital privado no deben suponer perjuicio de nuestra soberanía, más proclives a la defensa y alianza con lo más avanzado de la clase trabajadora y las Comunas. Más recientemente, destaca la iniciativa de creación del Petro, que podría permitirnos romper con el bloqueo de facto que pesa sobre la economía venezolana.

¿Cuál es la situación actual del proceso comunal en el país?

Esa enorme fuerza sigue allí, dispersa por todo el territorio, como en estado de reposo, en general con escaso apoyo del Gobierno, en particular de los gobiernos regionales y locales, que suelen considerar a las Comunas como enemigos. Pero más allá del mayor o menor apoyo gubernamental, el autogobierno popular se enfrenta actualmente al desafío de prevalecer, política y económicamente. Y para eso es preciso sobreponerse a cualquier obstáculo. Lo aprendido durante todos estos años de revolución me parece que da para eso y más.

¿Existe en el campo del chavismo una puja entre diferentes líneas ideológicas?

Evidentemente. Sucede en todo proceso revolucionario. La lucha de clases se expresa a lo interno del chavismo. No ahorita, desde sus inicios. Lo que sucede es que Chávez antes arbitraba, y ahora no está Chávez. Se incurre en un grave error cuando el análisis se centra en la figura de Nicolás Maduro. Hay que dar cuenta de esa puja. Arriba he aportado algunos elementos de análisis.

¿Cuáles son los alcances reales de las medidas anticorrupción tomadas en el último tiempo por el gobierno?

Son reales los alcances. La corrupción era, hasta hace muy poco, una suerte de secreto a voces. La corrupción en PDVSA, en la asignación de divisas, etc. Nicolás Maduro no ha dejado de hablar sobre el tema desde que asumió la Presidencia, en 2013. Siempre fue muy crítico de la “nueva clase”, surgida a la sombra de la revolución. Lo que ha quedado en evidencia, entre otras cosas, es que la Fiscalía General de la República no estaba comprometida con atacar la corrupción, porque ella estimulaba la corrupción, se lucraba de ella y a través de ella, desde el más alto nivel. Ahora, lo que no se puede hacer es una lectura moral del tema de la corrupción. Sobre esto me parece que Jorge Eneas Spilimbergo escribió líneas fundamentales, sobre las que hay que volver siempre. La corrupción es consustancial al capitalismo, y nada más corrupto que “nuestras” oligarquías. Luego, mira cómo se ha utilizado este tema de la lucha contra la corrupción para perseguir a Lula, a Cristina, etc. Es realmente vergonzoso.

¿Cómo podría describir a la oposición venezolana?

En una palabra: supremacista. Con fuertes prejuicios de raza y clase. Impresentable. Cipaya al extremo.

¿Cuáles son las principales fortalezas del chavismo para resistir la injerencia extranjera y los planes de desestabilización internos?

Nuestra principal fortaleza es lo que somos desde que iniciamos la revolución bolivariana. Lo que fuimos dejando de ser y en lo que nos fuimos convirtiendo. Se ha hecho un esfuerzo colosal por humillarnos, por desmoralizarnos. Pero aquí estamos. Y eso que somos toca también a las Fuerza Armada Nacional Bolivariana, que al fin y al cabo es el pueblo en armas.

¿Cuál es el nivel de cohesión dentro de la Fuerzas Armadas, teniendo en cuenta los llamados desde la oposición a dar un golpe de Estado?

En todos estos años hemos visto múltiples episodios, tentativas de golpe de Estado y similares, que han puesto en entredicho esa cohesión. Pero ésta ha terminado prevaleciendo.

¿Qué significa para América Latina la consolidación del proceso bolivariano en Venezuela?

No retroceder en una aspiración central y la construcción de Nuestra América. A Chávez le gustaba mucho citar la frase de Perón: el año 2000 nos encontrará unidos o dominados. Nuestro dilema sigue siendo el mismo: o permanecer unidos o ser dominados.

(Revista Crisis)


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