Idea original de Hugo Chávez y Fidel Castro, TeleSUR, es hoy por hoy uno de los pocos proyectos vivos que le quedan a una región debilitada por el contragolpe de sus verdugos habituales.
De 2005 a 2020 América Latina atendió cambios como nunca en su historia. No hubo nada en la vida social, política, económica y cultural de la región que no sintiera los embates de aquello que se movió, y que hoy en medio del espejismo que produce la desesperanza, parece quieto. La idea de una señal multiestatal que abriera paso al registro de acontecimientos estremecedores para la vida de cientos de millones de latinoamericanos y caribeños resultó no solo acertada sino trascendental. Idea original de Hugo Chávez y Fidel Castro, TeleSUR, es hoy por hoy uno de los pocos proyectos vivos que le quedan a una región debilitada por el contragolpe de sus verdugos habituales.
Con su sede central en la asfixiada Venezuela, TeleSUR siente las consecuencias de construir memoria en un país y una región castigada por sus atrevimientos. A finales de mayo la compañía estadounidense de telecomunicaciones AT&T anunció, sin previo aviso, el retiro de su empresa DIRECTV de Venezuela, atentiendo a las medidas coercitivas impuestas por Estados Unidos. La señal de TeleSUR salió de esta manera de algunas de las más importantes cableoperadoras de la región, asentando un duro golpe al proyecto, justo en el año de su aniversario número 15.
Cuatro meses antes, a mediados de enero, Juan Guaidó anunciaba el intento de usurpación de la señal y el proyecto, nombrando a una supuesta “Comisión para la Reestructuración de TeleSUR”, que traducido a perfecto venezolano no significa otra cosa que el intento de secuestro y saqueo del canal y sus activos en el exterior.
A mitad de un 2020 que no para de registrar acontecimientos abrumadores, conversamos con Patricia Villegas, actual presidenta de TeleSUR, a quien le ha tocado pilotear el proyecto en el momento más complejo desde su fundación.
Fundadora del canal, periodista y ciudadana colombiana, Patricia nos acompaña en un repaso necesario de la historia de TeleSUR y la suya propia.
Está por cumplirse un mes de la “renuncia” del abogado José Ignacio Hernández a la ficticia procuraduría de la República de Venezuela, asignado por Juan Guaidó en el marco del intento por usurpar las funciones legítimas del estado venezolano bajo la égida estratégica de Washington.
En ese lapso de poco más de un año, se destapó una serie de casos fraudulentos en los que José Ignacio Hernández estuvo implicado, siempre a favor de corporaciones extranjeras, lesionando a PDVSA, a la industria nacional y a los venezolanos en general. De allí que ciertos grupos de oposición no extremista formen parte de los que acusan las prácticas corruptas de Hernández.
La semana pasada la justicia británica confirmó la negativa a que Venezuela pudiera tener acceso a sus reservas de oro en el Banco de Inglaterra. Todo apunta a que la decisión de retener las 31 toneladas de oro (valorados en mil millones de dólares, que se pretendían utilizar para reforzar la lucha contra la pandemia de Covid-19) del estado venezolano se venía fraguando desde hace tiempo.
El fallo contrario a los intereses de Venezuela, se basó en que el diputado Juan Guaidó es el “auténtico presidente de Venezuela”. El Banco Central de Venezuela había llevado el caso a los tribunales británicos ante la negativa del Banco de Inglaterra de liberar el oro, tras agotar un conjunto de gestiones que venían realizándose desde 2018 para poder hacer uso de sus recursos, confirmando la adhesión del gobierno de Reino Unido a la campaña internacional de acoso y derribo de las instituciones venezolanas.
Pero por varias razones, el fallo del Tribunal Superior británico no corresponde a criterios legales. Incluso puede decirse que la decisión de secuestrar ilegalmente el oro venezolano ya estaba tomada desde hace años.
Cuantificar todas y cada una de las afectaciones de la guerra que el imperialismo ha declarado al pueblo venezolano es imposible. Las agresiones que desde 1999 hemos vivido los venezolanos no solo han sido económicas, han sido también psicológicas. No hay manera de medir las secuelas del odio que la oposición antidemocrática, con una propaganda anti socialista ha sembrado, al punto de quemar vivas a personas por parecer chavistas.
La indignación que el pueblo venezolano siente ante quienes diciendo ser venezolanos han vendido la Patria, también es incuantificable.
Para el Reino Unido, según el juez, Juan Guaidó es «inequívocamente» el «presidente interino constitucional» del país sudamericano.
El Tribunal Superior británico ha decidido este jueves que es el líder opositor venezolano Juan Guaidó, y no el Gobierno del presidente Nicolás Maduro, quien puede acceder a las 31 toneladas de oro, valoradas en más de 1.000 millones de dólares, que se encuentran retenidas en el Banco de Inglaterra. Para el Reino Unido, según el juez Nigel Teare, Guaidó es «inequívocamente» el «presidente interino constitucional» del país sudamericano y es su administración «ad hoc» la que puede acceder a estas reservas.
La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, Indira Alfonzo, anunció este miércoles la convocatoria para el próximo 6 de diciembre de las elecciones parlamentarias.
Los partidos más escorados a la derecha han obedecido a la OEA, EEUU y la UE y han anunciado que no participarán en unos comicios que consideran una «farsa», y así poder seguir diciendo que hay una «dictadura»
La Unión Europea publicó una nueva lista de personalidades venezolanas que no podrán pisar suelo europeo y cuyos bienes en los países de la UE serán congelados… si tales bienes existen [1].
Pero esta vez la Unión Europea no se limita a seguir los pasos de Estados Unidos sino que incluso se adelanta a Washington en su política abiertamente hostil contra Venezuela.
En efecto, por primera vez, la Unión Europea incluye ahora en su lista de “sancionados” no sólo a dirigentes chavistas sino también a 3 líderes de la oposición, acusándolos de no haber reelegido a Juan Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional para privarlo del “título” de «presidente encargado» de la República que gobiernos de la UE –y Washington– le “reconocen”.
Mientras el progresismo ve y vende a la UE como un espacio magnífico para conseguir avances sociales, pese a su carácter mercantilista al servicio de los poderosos, el gobierno venezolano se hartó de la permanente injerencia, sanciones y búsqueda de hacer negocios oscuros de los funcionarios de la UE.
Jorge Rodríguez, ministro de Comunicación de Venezuela, aseguró que «todos los elementos de planificación que condujeron a la incursión militar armada se planificaron en la sede de la residencia del gobierno de España». Se trata de la fallida incursión marítima militar del pasado 3 de mayo.
Según las autoridades venezolanas, la operación la planificó el opositor y prófugo de la justicia, Leopoldo López, en la residencia del Gobierno de España en Caracas, donde se refugió tras el intento de golpe de Estado del 30 de abril de 2019. El ministro acusó a España de estar de acuerdo en que en su sede de residencia se debata sobre los asesinatos de autoridades venezolanas.
Ocurrió en La Paz, Cochabamba y Beni, donde las personas fallecieron sin poder recibir atención médica en sus casas o en las cercanías de las instituciones de salud.
Las denuncias médicas sobre el colapso de los hospitales en Bolivia comenzaron a confirmarse con la muerte por coronavirus de al menos seis personas por falta de atención en las calles, frente a los centros asistenciales o en sus casas, registradas en La Paz, Cochabamba y Beni, mientras que en Santa Cruz los enfermos deben esperar que alguien fallezca para ser internados.