Un grupo de personas que se identifican como desertores de diferentes cuerpos de seguridad venezolanos y quienes se encuentran en un hotel de Villa de Rosario, Colombia, reclamaron este sábado ante medios de comunicación que el diputado Juan Guaidó y sus representantes los dejaron “a la deriva” y “sin apoyo” en dicho lugar y que la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), organismo que ellos señalan de haber pagado sus gastos hasta ahora, supuestamente les está dando instrucciones de irse, y no saben qué hacer. Así lo informa la emisora colombiana W Radio, que compartió un video con la denuncia.
La convocatoria a esta marcha tenía como objetivo elevar un mensaje de rechazo ante el ataque cibernético perpetrado el 7 de marzo contra la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, ubicada en la represa del Guri, en el estado Bolívar, que ocasionó la interrupción del servicio eléctrico durante más de 72 horas, así como el cese del suministro de agua potable y la caída de las telecomunicaciones. Una campaña de la derecha golpista apoyada por la prensa capitalista que tampoco esta vez consiguió el objetivo de “una rebelión” contra el gobierno no levantar a los militares.
RUSIA confirma que el apagón en Venezuela fue organizado desde el extranjero
15/03/2019
El Ministerio de Exteriores de Rusia afirma que el apagón que sumó a Venezuela en una crisis el pasado fin de semana fue organizado desde el extranjero por personas con conocimiento del sistema eléctrico del país sudamericano.
“El sector de energía eléctrica de Venezuela fue objeto de ataques desde el extranjero”, indicó María Zajárova, portavoz de la Cancillería rusa, citando fuentes con conocimiento de los sistemas técnicos.
Según la vocera, fue realizada una “acción compleja a distancia” contra el sistema de control de las principales centrales eléctricas, que cuentan con equipos fabricados en Canadá. “Todos los algoritmos de operación y puntos vulnerables de los equipos de esos sistemas fueron bien conocidos por el organizador directo de la agresión”, aseveró.
CNN obtuvo nuevos videos que proporcionan una perspectiva escalofriante del misterioso ataque con drones perpetrado el año pasado contra el presidente Nicolás Maduro. Que se sepa, es el primer intento de matar a un jefe de Estado con un artefacto comercial de este tipo, comprado en línea y ensamblado a mano con explosivos militares en su interior.
Un hombre ha reconocido ser el organizador del ataque y dice que fue ejecutado por un grupo de desertores del Ejército de Venezuela, junto con otras personas. En una entrevista exclusiva con CNN, recapituló cómo se prepararon para el ataque y nos dieron videos tomados con celulares que mostraban drones, explosivos y hasta vuelos de práctica en los llanos colombianos.
Como parte de su estrategia de “sanciones secundarias”, el gobierno de Estados Unidos está presionando a la India para que deje de comprar petróleo venezolano con el fin de afectar aún más los ingresos del gobierno de Nicolás Maduro, dijo en una entrevista de prensa Elliott Abrams, enviado especial de la administración Trump para asuntos relacionados con el país sudamericano.
Las imágenes inéditas obtenidas por The New York Times y las cintas previamente publicadas, incluidas las imágenes publicadas por el gobierno colombiano, que culpó al Sr. Maduro por el incendio, permitieron una reconstrucción del incidente. Sugiere que un cóctel Molotov lanzado por un manifestante antigubernamental fue el desencadenante más probable para el incendio.
Si alguna lección se aprende al dirigir una gran organización internacional como la ONU, es que en las cosas del mundo, la verdad de los hechos raramente coincide con la versión oficial. Las ideas dominantes, como solía decir el viejo Marx, siguen siendo las de la clase dominante. Y el caso de Venezuela en estos días se configura en términos de un gigantesco engaño informativo dirigido a encubrir la opresión contra un pueblo y el saqueo de una nación.
El principal mito a desenmascarar se refiere a las causas de fondo del drama venezolano. Los medios occidentales no han dudado en señalar a los ejecutivos que accedieron al poder después de la elección del “dictador” Chávez como presidente en 1998 como únicos responsables de la crisis, ocultando la causa más importante: las bárbaras sanciones estadounidenses contra Venezuela decididas por Obama en 2015 y profundizadas por Trump en 2017 y 2018.
La derrota militar del autoproclamado presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, al no lograr hasta hoy la adhesión de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) fue reprochada por el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence.
La autoridad de Washington recriminó al presidente de la Asamblea Nacional (AN) en desacato por los fracasos sostenidos luego de su reconocimiento el pasado 23 de enero, acciones que no han permitido justificar la intervención militar diseñada por la Casa Blanca.
Al cierre de esta nota, los medios opositores dieron por sentado ya que la GNB, sin verificar o contrastar fuentes, asesinaron a un indígena pemón, e hiriendo a otros, tras una situación irregular en los límites con el estado brasileño de Roraima (finalmente esta versión fue desmentida por el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, quien calificó el hecho de parte de la agenda provocadora de la derecha). Acto seguido, los voceros de la guerra contra Venezuela amplificaron la intoxicación del hecho, usándolo como testimonio de que debe utilizarse el recurso de la fuerza para garantizar la entrada de la “ayuda humanitaria”.
Realmente repugnante el comportamiento de esas personas, esos artistillas que saben que con su deshumanizada actitud ponen en serio peligro a todo un pueblo, el de Bolívar.
Dada la intoxicación mediática aportada por la poderosa prensa reaccionaria, muchísima gente cree que a dichos individuos les mueve la generosidad y la solidaridad para con gente necesitada; nada más lejos de la realidad.