PUENTE ENTRE PUEBLOS
Por Raúl Gatica


Ahora que en el mundo muchos países tienen como una de sus principales fuentes de ingresos al turismo y que incluso provincias enteras sustentan sus programas de gobierno en el desarrollo que alcancen en esta área, se ocupa reflexionar sobre los efectos del mismo, pues pese a que es una excelente opción de generar ingresos, poco se ven los otros efectos que el turismo trae consigo, ya no digamos en los aspectos mas evidentes como incremento de prostitución, drogadicción, sino de otros menos visibles como el robo de las tierras comunales, la creación artística y cultural de los pueblos, reducción a simples mozos de los dueños de las tierras, contaminación de las playas, destrucción de flora y fauna de los lugares, en fin, muchas cosas de las que poco o nada se habla.

Tampoco se habla mucho de las opciones que se han generado en torno al turismo para justificar o disfrazar las ansias depredadoras, o bien, para generar verdaderas opciones. Solo en tiempos resientes en que se ha podido comprobar los efectos dañinos colaterales del turismo es que se comienza a construir un lenguaje distinto para diferenciarse de los elementos meramente comerciales del turismo: se multiplican términos como TURISMO ECOLOGICO, TURISMO RESPONSABLE, TURISMO SUSTENTABLE, TURISMO ALTERNATIVO, TURISMO DE CONSREVACION, etc., entre estos conceptos destaca el que las comunidades integrantes del Consejo Indígena Popular de Oaxaca “Ricardo Flores Magón” CIPO-RFM, han dado ya contenido: TURISMO COMUNITARIO.

Los indígenas oaxaqueños parten de una concepción de convivencia y no se plantea ser en ningún modo turismo revolucionario, romántico, cultural u otras denominaciones parciales, pues es todo al mismo tiempo, aunque no lo enuncie, dado que su principal aporte es que no comercializa sino que comparte, no recibe clientes sino acompañantes, no vienen a comprar nada, sino a intercambiar, en una palabra, las comunidades identifican al turismo comunitario como un puente entre pueblos. Es decir, su principal objetivo no es producir ganancia, vender lo que tienen, comercializar sus lugares, cultura, vida cotidiana, generar empleos, no, sino generar relaciones entre personas y pueblos que permita la solidaridad, el acompañamiento y hermanamiento.

Desde esta perspectiva las comunidades no necesitan crear nada nuevo para mostrar, ni preparar espectáculos para los turistas, o arreglar casas, baños y comidas especiales para ellos, sino con compartir lo que ya tienen y son, basta. Es decir, este tipo de turismo no esta hecho para el mercado y las empresas, sino para el corazón de las personas y el beneficio colectivo de las comunidades.

Si se hablara de lo que esta actividad dejaría a la comunidad si no es dinero, podemos decir que sería lo compartido, de lo que seamos capaces de hacer que aprendan y se lleven a sus lugares de origen as los visitantes, es decir, la ganancia sería reforzar en el acompañante la esperanza y el deseo de seguir participando en la construcción del mundo otro, distinto al que tenemos ahora.

Una propuesta como la del turismo comunitario que platea el CIPO tiene muchos retos, entre ellas la de hacer entender a quienes quieran vivir esta experiencia que no hay comodidades ni lujos, y lo único que derrocha es entusiasmo por lograr que lo que hay en la comunidad no se vuelva mercancía, por eso los que visitan no pueden ni deben comprar nada en la comunidad, para evitar el inicio de competencias entre los mismos pobladores. Si algún articulo que se produce en la comunidad quiere ser comprado solo se podrá hacer en la cooperativa de mujeres que tienen las comunidades. Es decir, la ganancia es también fortalecer los procesos de organización comunitaria que se tienen caminando

La convivencia en la vida cotidiana de la comunidad es la mayor “oferta” nuestra, donde el acompañante se podrá acercar a nuestra cultura tal y como es, sin adecuaciones, sin falsos valores y sin que esta sea una mercancía, sino lo que es, una actividad colectiva y cotidiana de la comunidad, cuyo trato directo con ella sin engaño alguno intentaremos que pueda contaminar a los que llegan. Esta forma directa de acercarse a lo que somos como comunidad, sin duda quitará esa versión falsa que se da, donde los indios somos producto de folclor y venta; es decir es un método de sensibilización y toma de conciencia

Nuestro planteamiento es una opción de justicia, porque hasta nuestros días, a pesar que lo vendido, lo hecho mercancía, son nuestros lugares sagrados, nuestras playas, nuestro entorno cultural, nuestra producción, nosotros solo recibimos limosnas, mientras que las ganancias reales del turismo se las llevan las grandes empresas. Nada o muy poco llega a nuestras manos, aunque se anuncie que los beneficiados somos los habitantes del destino turístico. El poco dinero que se usa para esta experiencia es para recuperar gastos mínimos de alimentación, hospedaje, transporte y apoyo a los proyectos comunitarios que nos reciben.

Pero para ser parte de esta experiencia se hace necesario que se desarrollen desde antes distintas actividades, entre ellas:

  1. Tomar un taller en su lugar de origen respecto a información básica de los lugares a donde ira a convivir, así como particularidades de los lugares a donde quiere visitar y la organización de la que son parte.
  2. Elaborar un plan de actividades a realizar durante la estancia en el o los lugares a visitar, para que se tenga un mínimo de certeza a que se va, y se defina con claridad lo que se quiere hacer y la mejor manera de compartir, así como las expectativas personales y el compromiso de grupo e individual al volver
  3. Visitar a su embajada al llegar a México para informar de las actividades que van a realizar durante su convivencia en las comunidades indígenas de Oaxaca que son parte del CIPO

Una vez estando en Oaxaca, y antes de partir a la comunidad, aparte de la presentación e información actualizada:

  1. Revisaran su plan de trabajo con los comisionados del CIPO y la comunidad o comunidades donde van a estar, para hacer las adecuaciones y modificaciones pertinentes en base a la información actualizada.
  2. Participaran en un taller sobre las normas y mecanismos de convivencia en toda su estancia.
  3. Una vez en la comunidad, deberán involucrarse en la vida cotidiana de la misma: en los trabajos de las mujeres, los niños, la siembra de milpa, corte de leña, trabajos del pueblo, tequio, en las fiestas, en hacer tortillas, pan, recoger café, o lo que corresponda según el lugar a donde han ido.
  4. Una vez que han vuelto de la comunidad a Oaxaca, deberán entregar a los representantes del CIPO un informe de lo que vivió: lo que no le gusto, lo que piensa que debe mejorarse, en fin lo que observó, con todas las sugerencias que considere.
  5. Una síntesis de este informe se deberá presentar durante la entrevista de despedida en su embajada para comenzar a sensibilizar a estos funcionarios para trabajos futuros, además que da a conocer el trabajo de la organización y con ello se combate la falsa imagen que los medios y el gobierno le hacen llegar de los pueblos a los gobiernos extranjeros.
  6. Finalmente, hacer un plan de seguimiento con la organización, para que al volver a sus respectivos países los visitantes no olviden a quienes con cariño y respeto compartieron con ellos su forma de vida. Esto para garantizar que no se pierde la relación y se tienden vínculos directos para acompañarse mutuamente.

Canadá que es uno de los principales exportadores de turistas hacia el sur, debieran sus ciudadanos pensar en explorar esta opción que, aparte de económica es profundamente humana y da oportunidad de establecer relación con iguales, y aunque no podrán tener las comodidades que las transnacionales del turismo dan, tendrán lo que ninguna empresa en el mundo puede dar, calor humano y experiencias de un mundo real.

La opción del Turismo Comunitario que les proponemos, les permitira hacer de sus vacaciones no una ausencia de actividad sino cambio de ella, como otra forma de descansar, pero además ayudar a los otros, en ese sentido, el descanso no es solo del cuerpo sino también del alma. Evitará el vacío que da comprar y ponerle precio a todo, a cambio del uso compartido de su tiempo, conocimientos y no ver al otro como sirviente sino con quien se debe compartir todo lo que encontremos.

En fin, este proyecto tiene sin duda varios y duros retos, pero como esta enfocado principalmente a personas de otros países, sin duda este tipo de turismo nos permitirá también a tener ojos vigilando el respeto a los derechos humanos en nuestros pueblos, que tanto y cotidianamente violan gobernantes como Ulises Ruíz, quien ahora esta desconocido por el pueblo de Oaxaca.

No es ocioso insistir que nuestra propuesta no es de turismo ecológico, responsable o alternativo, es turismo comunitario y punto, comprometido con una forma de vida, resistencia y lucha. No es ver solo a la naturaleza y conservarla olvidándose de las personas que viven en esa naturaleza, es una apuesta por considerar al mundo como uno solo, entender la vida de la comunidad con sus virtudes y contradicciones, es pues el turismo comunitario, una oportunidad para asumir compromisos desde donde cada uno estamos.


 

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