Desde
el exilio: Carta de Raul Gatica al sindicato de maestros de la Sec. XXII.
C.C.
TRABAJADORES DE LA EDUCACIÓN DE LA SECCION 22
C.C. DELEGADOS DEL PRE PLENO DE LA SECCION 22
C.C. INTEGRANTES DEL COMITÉ EJECUTIVO SECCIONAL
C.C. INTEGRANTES DE LA COMISIÓN POLÍTICA
P R E S E N T E.
“La
indiferencia con que los trabajadores ven mi sufrimiento no me autoriza
a envilecerme. Ellos tienen en su poder la llave que puede abrir estas puertas,
y si no la usan es porque no me consideran digno de tanto sacrificio por
su parte. Ellos tienen el derecho de dejarme en las garras de sus enemigos;
pero eso no me da a mi el derecho de enlodar mis ideales, que no otra cosa
sería balbucir mi arrepentimiento cuando mi corazón y mi conciencia me gritan
que he obrado bien, que he cumplido con mi deber como miembro de la familia
humana. Ricardo Flores Magón. Cárcel de Leavenworth, Kansas, USA, 10 de
septiembre de 1922.
Hermanos y hermanas. Reciban un saludo del corazón de todos los tiempos,
ese que no conoce su cara pero sabe de sus luchas. Rostro que más allá de
nuestras diferencias han sabido sacar adelante un ideal, brindar su palabra
amiga, su cariño fraterno y su opinión solidaria cuando han podido.
Es un abrazo rojinegro el que mando, desde el país donde el frío fracasa en su intento de poner bajo cero las convicciones y esperanza de seguir luchando, para todos y todas aquellas que en la sección 22 que no me han olvidado, que se rebelan a la orden de la anterior y actual dirección seccional de abandonarme a mi suerte, y no caen presa de las calumnias y difamación organizadas desde el gobierno contra nosotros. Este mi abrazo lastimado por la distancia del exilio, el dolor de la persecución, emboscadas, torturas, cárcel, intentos de asesinato y el olvido, se llena de esperanza para informarles.
Que diversas asambleas estatales se pronunciaron, aunque era una obligación de la dirección y no necesitaba pronunciamiento, por atender la problemática que enfrento, de tener amenazada mi vida. Existen documentos entregados a la comisión política de la dirección anterior y de la actual, de manera personal y de la instancia en que laboraba, CEPOS 22, así como testimonio de peticiones, que integrantes de la organización indígena de la que orgullosamente soy parte, CIPO-RFM, hicieron para que intervinieran en mi caso y el de otros profesores de nuestra organización como Dolores Villalobos Cuamatzi , presa política por 8 meses, y Cesar Chávez, perseguido actualmente, sin que lo hicieran hasta hoy.
Hay testimonios de distintos trabajadores que les toco presenciar la manera en que ex-dirigentes como Alejandro Leal y otros, convinieron con José Murat, Ulises Ruiz y Froylan Cruz Toledo, para que no intervinieran en mi caso y los del maestros que participan en el CIPO-RFM. Pero sobre todo están los hechos que demuestran el pacto pues, mientras el gobierno intentó asesinarme y encarceló a mis hermanos del CIPO, entre ellos profesores, las dirigencias guardaron silencio.
Por
la negativa del CES de asumir mi defensa legal, política y física, en septiembre
de 2004, el CIPO-RFM recurrió a instancias internacionales para mi protección
y logra que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, dicte
medidas cautelares, después de comprobar la posibilidad real que tenía de
ser asesinado.
El 30 de septiembre de 2004, en la terminal de autobuses TAPO, DF, el gobierno
intentó asesinarme, como lo demostró el hecho que uno de los agresores detenido,
a quien se le decomiso un arma de grueso calibre, se identifico como jefe
de escoltas del Gobernador José Murat.
El 3 de febrero de 2005, en reunión para tratar la implementación de las medidas dictadas por la CIDH, y ante una representación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, de la sociedad civil, observadores internacionales, la Comisión de Derechos Humanos de la Secretaria de Gobernación, la Comisión Estatal de Derechos Humanos, y del CIPO-RFM: el gobierno de Ulises Ruíz, vía Jorge Franco, fue tajante en su amenaza: “si quieren que no le pase nada a Raúl Gatica, pónganle una piel antibalas, o guárdenlo en una cajita de cristal”, (existe la filmación de este hecho) negando con ello, respeto a las instancias internacionales e inicia otra campaña de agresiones, calumnias y difamaciones, para crear mejores condiciones de mi asesinato, afirmado textualmente en diversas notas del diario Tiempo e “Imparcial” de esas fechas.
Ante la situación anterior, y porque detenidos de otras organizaciones en esas fechas, informaron al CIPO que en sus ordenes de aprehensión estaba mi nombre y el de mi hijo Inti Xinemi Gatica Martínez, el CIPO decide sacarme de Oaxaca y debo vivir a salto de mata en distintos lugares del país, perseguido por los pistoleros del gobernador en turno.
Con la intención de volver a Oaxaca solicitamos al CES, asumiera su responsabilidad en mi defensa pero no lo hizo. Por eso, en Marzo de 2005 el CIPO-RFM traslada, otra vez, el asunto al plano internacional y logra que el pleno de la CIDH, hecho sin precedente, reafirme las medidas cautelares a mi favor y acuerde una visita a Oaxaca para Julio de 2005, misma que se realizó y ayudo a muchos para poner quejas internacionales.
Este logró internacional generó mas odio del gobierno de México y en particular del de Ulises Ruíz, quienes en Abril y Mayo se negaron sistemáticamente a instrumentar el resolutivo de la CIDH y por el contrario, comenzaron a perseguirme en todo el país, así como incrementaron su agresión al CIPO y otras organizaciones.