LA BRONCA DE LAS TIERRAS
CIPO- RFM, Guillermo Santiago Cruz, Eulogio
Pérez Cruz, Demetrio Rogelio Pérez Méndez y otros
EL PROBLEMA AGRARIO ENTRE EL MUNICIPIO Y SU AGENCIA
Siendo San Miguel Aloápam el municipio y San Isidro Aloápam
la agencia.
Las inconformidades surgen a raíz de que San Miguel Aloápam
empieza a realizar la explotación forestal de nuestros recursos naturales
en el año 1963. Entonces la gente que radica en San Isidro Aloápam
acudieron a los dirigentes comunales del municipio San Miguel Aloápam
para que les dieran participación laboral ya que únicamente
en eso la gente podían desarrollar, aún cuando a muchas personas
no les dieron trabajo. Pero a los de San Miguel Aloápam les proporcionaban
ampliamente, haciendo excepción a la gente de San Isidro Aloápam.
EL
APROVECHA MIENTO FORESTAL
Posteriormente,
la empresa Fabricas de Papel Tuxtepec (Fapatux) hizo un contrato de concesión
de 25 años de compra y venta de los productos
forestales de San Miguel Aloápam y la agencia de San Isidro Aloápam,
ya que ambos poblados están en posesión de los terrenos comunales,
que están pobladas de recursos forestales de diferentes especies. Se
hace mención, que desde años anteriores ambos poblados cuidan
y protegen el área comunal que les pertenece, siendo así que
los pobladores que habitan en esta agencia San Isidro Aloápam hacen
su participación constante y activamente sobre el recorrido en los
limites de colindancias con los poblados en colindancia.
Durante este periodo de aprovechamiento de recursos forestales los manejaba
San Miguel Aloápam, por ser el poblado con la mayoría de comuneros
y a San Isidro le otorgaban el 25% de la producción de la explotación
forestal. En referencias a trabajos de limpia contra incendios y reforestación
se repartían entre San Miguel Aloápam y su agencia San Isidro
Aloápam.
En función laboral de Fapatux, los poblados San Miguel Aloápam
y San Isidro Aloápam combinan los trabajos existiendo todavía
un acuerdo conforme para ambos poblados.
UN CENSO COMUNAL Y SUS PROBLEMAS
En el año 1966 se levantó un censo comunal de San Miguel Aloápam
y su agencia San Isidro Aloápam. Dicho documento se tomó como
registro censal de comuneros y base para los trámites de los trabajos
técnicos informativos para el reconocimiento y titulación de
los terrenos de bienes comunales del poblado San Miguel Aloápam y San
Isidro Aloápam.
Este se actualizó en el año 80 para continuar los trámites
ante la Secretaría de la Reforma Agraria pero por la mala fe de las
autoridades comunales y municipales de San Miguel Aloápam excluyeron
en el documento actualizado a los comuneros de San Isidro Aloápam.
No estando de acuerdo con esto, los comuneros de San Isidro Aloápam
iniciaron una lucha legal para que nuestro municipio San Miguel Aloápam
reconociera nuestros derechos agrarios que legalmente nos corresponden. Dos
años después, se reconocieron en una asamblea
general a 141 habitantes de San Isidro Aloápam como comuneros, pero
no se cambió el documento y seguíamos sin aparecer en el registro
agrario.
LA EMPRESA COMUNAL
Para
estas alturas el contrato de concesión de Fapatux se terminaba; entonces
Fapatux intenta renovar un nuevo contrato de concesión, intento que
el poblado San Isidro Aloápam se opuso, logrando a que no se aceptó
el intento de Fapatux en 1983 renovar su contrato porque los comuneros de
San Isidro Aloápam interpusieron un amparo en contra de Fapatux logrando
la resolución de dicho amparo en nuestro favor.
Una vez siendo autónoma con nuestros bosques, en el año de 1983
se tuvo
un contrato con una empresa particular de nombre Jorge Villa Santes. Fue quien
explotó nuestro bosque aproximadamente 2 años.
Una vez analizando los resultados financieros con esta empresa, considerando
de muy baja utilidad, por lo que el personal de S.R.A.Y.D.F. motivó
a los comuneros de San Miguel Aloápam y su agencia San Isidro Aloápam
para que se constituya una empresa comunal con denominación U.E.E.A.F.C.
San Miguel Aloápam y su anexo San Isidro Aloápam, siendo nombrados
por acuerdos de asamblea general de común de ambos poblados, los integrantes
del consejo de administración. Y por acuerdo de la mayoría de
los asambleístas fue tomado en cuenta un comunero de nuestra agencia
San Isidro Aloápam.
Del año 1985 hasta 1994 estuvimos trabajando juntos en esta empresa
comunal, aunque San Miguel Aloápam se quedó con la utilidad
y sólo nos pagó un sueldo a los que trabajamos.
LA LUCHA POR EL RECONOCIMIENTO
Durante todo este tiempo se ha venido luchando y solicitando a las autoridades
comunales y municipales de San Miguel Aloápam para que nos reconozcan
nuestros derechos agrarios que legalmente nos corresponde y que se habían
perdido en el año 80. Fuimos también a diferentes instancias
gubermentales tanto estatal como federal, pero tampoco no hemos tenido ninguna
solución favorable en nuestro favor, después de un largo tiempo
de gestoría por la resolución incompleta que el municipio nos
viene manipulando a su propia manera.
Que desde el punto de vista tenemos pruebas con documentos en donde ocultaron
el censo agrario, tacharon el nombre de San Isidro Aloápam que venia
en el plano proyecto.
LA EXPULSIÓN
A partir del año 1995 ya no nos dieron ni participación
ni trabajo en la empresa En el mismo año, el Comisariado de Bienes
Comunales de nuestro municipio, gira un oficio en donde dice a través
de su escrito que los habitantes de San Isidro Aloápam no podían
usar la leña para el uso doméstico. Priva nuestro derecho como
dueño de bosque y hace mención que son los únicos poseedores
de las tierras cuando nosotros también somos poseedores por que vivimos
aquí, nuestro pueblo esta fundado en el área de los Bienes Comunales,
que es una superficie de 13,518.4693 hectáreas de terrenos en general.
Tanto el municipio y como la agencia están en posesión. Falsamente
quieren expulsar a la gente de San Isidro Aloápam, que es la misma
gente, la misma raza, que hablamos la misma idioma que es la Zapoteca.
El pueblo de San Miguel Aloápam ha valido y se vale por el apoyo de
nuestros gobernantes a través de sus empleados corruptos que se han
dejado sobornar sin tomar en cuenta el daño que ocasionan a las familias
que viven en el poblado de San Isidro Aloápam. Palacio de Gobierno,
Secretaría de Gobernación, Conciliación Agraria, Procuraduría
Agraria, todas estas dependencias conocen el problema pero a pesar de que
en varias ocasiones entrevistamos a ellos, dicen que no saben o posteriormente
deciden el caso. Los reporteros del estado han tomado y han sabido el punto
importante pero al publicar nuestro problema lejos
de publicar la verdad, mejor desvían el asunto, para que el
pueblo mexicano no lo sepa.