Steven Rose, Hilary Rose
¿Puede la neurociencia cambiar nuestra mente?
El prefijo neuro está de moda y se aplica a toda clase de
especialidades. Esto explica los excesos del neurocentrismo, de las
neuroculturas y de las neurotecnociencias y los peligros asociados de tratar de
reducir a procesos neuronales la riqueza de nuestros pensamientos,
sentimientos, recuerdos y conductas.
El poder seductor de este tipo de investigaciones reduccionistas coincide con
una consolidación del neoliberalismo y es compatible con sus necesidades e
intereses. Se prescinde de lo social, de la ciudadanía y de la polis y se
explican las conductas y motivaciones de las personas como procesos neuronales;
se redefine la pobreza cuya solución se le ofrece a la neurociencia y no se
considera la desigualdad social que la origina.
La neurociencia aparece así como una especialidad muy útil para la teoría del
Capital Humano y para las políticas educativas que trabajan con esta filosofía
de fondo. Uno de los objetivos prioritarios se centra en llevar a cabo
intervenciones tempranas para aumentar el capital mental, mejorar el
rendimiento académico y modificar conductas infantiles inadecuadas para que
así, el día de mañana, todos podamos contribuir al crecimiento económico. La
comprensión del cerebro y de sus aprendizajes nos dirá cómo maximizar el
potencial de la infancia, reemplazando la complejidad sociológica por la
certeza biológica; ahí está, por ejemplo, el crecimiento de los aparatos y
juegos de entrenamiento cerebral.
La visión conjunta de Hilary y Steven ROSE que auna sociología y neurociencia,
es escéptica con las afirmaciones de que la neurociencia puede informar a la
educación y las políticas de intervención temprana, y les preocupa el mal uso
que la política neoliberal está haciendo de sus líneas de investigación. Para
ello, desmantelan algunos de los neuromitos actuales y sacan a la luz factores
sociológicos que son relevantes, pero que están siendo descuidados. Lo que
objetan no es la propia neurociencia, reconocen que está aumentando nuestra
comprensión del cerebro, sino su expansión a dominios no apropiados de
aplicación.
Consideran que el cientificismo implícito en la mayoría de las neurociencias
educativas ignora casi por completo las cuestiones de desigualdad estructural y
localiza problemas y soluciones a complejos problemas de aprendizaje en los
cerebros de los individuos.
Un importante libro para contribuir al análisis crítico y al debate público y
contrarrestar la neuromanía de la actualidad y, en especial, la de la
neuroeducación.
Obra muy aconsejable para personas interesadas por la ciencia y la política,
para profesionales y para profesoras y profesores.
(*) Steven Rose, Profesor
de Biología y director del Grupo de Investigación del Cerebro y la Conducta de
la Open University; profesor visitante del Departmento de Anatomía y Biología
del Desarrollo del University College de Londres y, junto con la socióloga
Hilary Rose, profesor en el Gresham College de Londres.
Descargar, leer en:
https://www.proletarios.org/books/Rose-y-Rose-Puede-la-neurociencia-cambiar-nuestra-mente.pdf