Richard C. Lewontin

Genes, organismos y ambiente

Las relaciones de causa y efecto en biología



 

Para comprender los seres vivos hay que entender los genes, los organismos y el ambiente como tres factores en constante interacción. En muchos ejemplos fascinantes, Lewontin muestra que la historia del desarrollo de un organismo es la consecuencia única de dos factores: sus genes y las incidencias de los entornos en los que se ha encontrado a lo largo de su vida. Sin embargo, estas dos influencias están sujetas, a su vez, al efecto de eventos contingentes al nivel celular. Además, no existe una separación distinguible entre las fuerzas externas e internas. El entorno de un organismo no es una propiedad fija del mundo exterior, sino algo creado por las actividades de la vida del organismo, que construye, modifica y selecciona los aspectos que para él son relevantes. Ante la extrema complejidad de estos procesos, no sirve de nada refugiarse en un holismo ingenuo y oscurantista. Pese a muchas preguntas aún abiertas, la biología sólo progresa gracias al análisis las partes que componen un organismo. El gran problema es que no hay una manera única de definir las partes y sus conexiones. Para comprender los misterios de «causa y efecto» que dan lugar a los cambios evolutivos, no basta la metáfora cartesiana del "organismo-maquina": hay que analizar siempre de nuevo las funciones, delimitaciones e influencias recíprocas de todos los componentes.

 

Richard C. Lewontin, pionero de la genética molecular. Se le considera uno de los más destacados investigadores modernos de la diversidad genética en humanos y animales. Una de sus contribuciones más significativas fue la de demostrar las diferencias genéticas extremadamente pequeñas entre las distintas poblaciones humanas (que se caracterizan erróneamente bajo el concepto científicamente inválido de 'razas') en comparación con muchas otras especies, apoyando así la ascendencia común y relativamente reciente de todos los seres humanos vivos. Se opuso firmemente a las afirmaciones racistas promovidas por charlatanes pseudocientíficos, como Nicholas Wade, según las cuales existen diferencias significativas, de base genética, en la inteligencia de las distintas razas.

Lewontin obtuvo un máster en estadística matemática (1952) y un doctorado en zoología (1954), ambos por la Universidad de Columbia, y luego enseñó en varias instituciones hasta incorporarse a la facultad de Harvard en 1973. Combinó sus conocimientos de matemáticas y biología molecular para dilucidar los mecanismos del cambio evolutivo. Rechazó los intentos de explicar la cultura y el comportamiento humanos como si estuvieran dirigidos únicamente (o principalmente) por la genética, como por ejemplo propugnaba su colega de Harvard, E.O. Wilson, fundador de la sociobiología, que criticó en Not in Our Genes: Biology, Ideology, and Human Nature, escrito en colaboración con Steven Rose.

Aunque las teorías racistas modernas no llegan a afirmar que las razas humanas representen especies diferentes, lo cual es obviamente falso ya que todos los humanos modernos pueden cruzarse con éxito y producir una descendencia viable, la implicación es que se ha producido una diferenciación genética suficiente entre poblaciones geográficamente dispares como para dar lugar a diferencias significativas en atributos como la inteligencia, la propensión a la violencia, etc.

Por el contrario, la fuerte implicación del contraste en la diversidad genética entre los humanos y muchas otras especies que fue identificada por Lewontin es que los humanos modernos evolucionaron hace relativamente poco tiempo (en términos evolutivos) a partir de una única población ancestral, localizada en África, y que, a pesar de haberse extendido ampliamente por todo el mundo, la diferenciación genética entre poblaciones ha sido extremadamente limitada. Esta interpretación ha sido fuertemente respaldada por investigaciones posteriores. En otras palabras, las variaciones observables en las características físicas, como el color de la piel, que se han utilizado para definir las razas, son totalmente superficiales y no tienen ninguna importancia fundamental.

Lewontin hizo contribuciones importantes y sustanciales a nuestra comprensión de la evolución biológica y la diversidad humana.

Descargar en:

https://mega.nz/file/MxogkILB#mo89c97gag1ADX7yv9b1gobGnXcjnurWK5E0WFMaIjc