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Stephen Jay Gould, biólogo
evolutivo y divulgador. Su legado a la biología es inmenso. El activismo y la
oposición a toda forma de colonialismo y opresión marcaron su vida política.
Ocho Cerditos, Brontosaurus y las Nalgas
del Ministro, Las Piedras Falaces de Marrakech, La Sonrisa del Flamenco,
Dientes de Gallina y Dedos de Caballo, La Falsa Medida del Hombre, La Montaña
de Almejas de Leonardo, La Vida Maravillosa, El Pulgar del Panda, El Zorro y el
Erizo, y ... La Estructura de la Teoría de la Evolución. ¿Quién era el hombre
detrás de estos libros? Paleontólogo que publicaba ensayos mensuales para todo
público, combinando erudición y elementos de la cultura popular norteamericana.
El que marchaba con los estudiantes para oponerse a la guerra de Vietnam y
formó parte de Ciencia para el Pueblo, organización de científicos de
izquierda. El que sacudió la biología, afirmando que el gradualismo -la idea de
cambios lentos y progresivos en la evolución- es un preconcepto de la cultura
occidental, y la naturaleza bien podría funcionar de otra manera.
Sus abuelos maternos fueron inmigrantes y
obreros de la industria textil. Su padre, taquígrafo judicial y su madre,
artista. Según sus propias palabras: "aprendió su marxismo, literalmente,
en las rodillas de su papá", aunque luego señaló que sus opiniones
políticas eran muy diferentes a las de su padre. Sus colegas de Harvard,
Richard Levins y Richard Lewontin, los autores del Biólogo Dialéctico lo calificaron más bien de
"radical". Una persona que apoyaba activamente el socialismo. Siendo
un intelectual de prestigio, conocido en el mundo, hizo que un público muy
amplio volviera a pensar sobre la validez del análisis marxista y las posiciones
de la izquierda.
En 1969, siendo profesor asistente en
Harvard, se sumó a las protestas de los estudiantes que habían tomado el campus
en oposición a la participación de la universidad en la guerra de Vietnam. Lo
hizo sin tener: "cargo fijo o reputación, mientras los demás profesores
miraban para otro lado" según señala el escritor Michael Ryan, testigo de
esos años. Hacia 1971 se unió a los Estudiantes por una Sociedad Democrática y
participó en protestas contra la segregación racial. Para la misma fecha, adhirió
a Ciencia para
el Pueblo, organización que reconocía el rol del trabajador
científico y proponía: "Cambiar fundamentalmente el presente sistema
económico y social (...) unirnos con todos los otros trabajadores para lograr
un cambio radical en el pensamiento, objetivos y estructura económica de este
país."
Su actividad política y, tal vez, sus
luchas más intensas incluyeron campañas públicas contra el creacionismo y
contra diferentes formas de determinismo biológico, como la sociobiología y la
psicología evolutiva. Se opuso así a toda forma de justificar las diferencias
de clase, raza y sexo basadas en supuestos principios biológicos. En relación a
la religión no fue abiertamente antagonista como otros biólogos evolutivos:
propuso la idea de los "magisterios no superpuestos" entre ciencia y
religión, probablemente en el marco más general de la reconciliación entre
"las dos culturas": ciencias y humanidades. La desmitificación de la
ciencia como una empresa neutral, fue tema de muchos de sus ensayos. Otras de
sus ideas favoritas en biología incluyeron el rol de la contingencia histórica,
las restricciones, la falta de una tendencia hacia el progreso, y los cambios
revolucionarios ("puntuados") en la evolución de la vida en la
tierra. Ideas presentes en más de 300 ensayos mensuales que escribió para la
revista Natural History, luego
compilados en libros para el público en general. (S.Benítez)
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