Frente de Trabajadores de la Energia
Energía y
lucha de clases
Átomo
obrero/La energía de las estrellas
- Crisis de la energía nuclear de potencia basada
en la fisión del uranio.
- El proceso de trabajo nuclear es complejo y
riesgoso, ocasiona detrimento a la salud.
- Son esenciales la propiedad social, el control
obrero de la producción, y la vigilancia social.
- Apoyamos los usos pacíficos del conocimiento y la investigación en
materia de energía.
Usos pacíficos de la
energía
Los trabajadores de la energía participamos del
proceso de trabajo eléctrico utilizando diversas fuentes energéticas. Una es el
uranio en forma de combustible nuclear, mediante la reacción controlada de
fisión nuclear en cadena, es decir, la energía liberada en la fragmentación del
átomo de uranio, para producir vapor que, en sucesivas transformaciones
energéticas, permite la generación eléctrica de potencia.
La generación de electricidad es la más importante de las aplicaciones
pacíficas de la energía nuclear. Sin embargo, esta fuente tiene problemas
tecnológicos no resueltos e implicaciones políticas, económicas y sociales. El
combustible irradiado es la materia prima para la manufactura de armas a base
del plutonio 239. Esta carrera no ha terminado, el imperialismo continua el desarrollo y se sigue apoderando del material
nuclear estratégico. Es el caso de Laguna Verde en México. Por lo demás, el
problema de los desechos radiativos de alto nivel NO
está resuelto.
Los arsenales nucleares deben ser destruidos en su totalidad y el combustible
debe ser reciclado con fines pacíficos. En su caso, los pueblos tienen derecho
a sus programas nucleares pacíficos, previa decisión de la población, con el
control obrero de la producción, con la industria bajo el control de los
Estados y con la propiedad social de las instalaciones. Son condiciones sine
quan non. De otra manera, simplemente, ¡NO! En
todos los casos, la infraestructura nuclear debe ser propiedad de la Nación.
Esto es, la industria nuclear JAMAS debe ser de propiedad privada.
Derechos obreros
La utilización de la energía nucleoeléctrica
implica riesgos y ocasiona detrimento a la salud de los
trabajadores quienes están expuestos a campos, internos y externos, producidos
por las radiaciones ionizantes. La interacción de las radiaciones nucleares con
el tejido vivo ocasiona efectos biológicos, somáticos y genéticos, los primeros
son de naturaleza determinística y, los segundos, de
naturaleza estocástica, pudiendo afectar la salud del trabajador y sus
descendientes. Algunos efectos deletéreos se presentan en las siguientes
generaciones y, a veces, permanecen ocultos. Entre los efectos somáticos
conocidos está el cáncer y, entre los genéticos, las malformaciones.
Los trabajadores tenemos derecho a participar en la organización del trabajo y
disponer de las adecuadas medidas de seguridad física, industrial, nuclear y radilógica. Entre otras cuestiones, tenemos derecho a la
medicina del trabajo nuclear.
Pero no nadamás, los trabajadores 1) tenemos derecho
a la información dosimétrica, externa e interna, y a tomar acciones
preventivas porque todas las dosis de radiación ionizante absorbidas por el
organismo tienen importancia y las dosis equivalentes son acumulativas, 2)
tenemos derecho a la salud y, la salud obrera NO es monetarizable;
esto quiere decir que no es mediante compensaciones económicas que se puede
resarcir el daño, 3) tenemos derecho a la huelga, como medio para
ejercer nuestros derechos.
A la fecha, TODO lo anterior es inexistente, en México y en el mundo. Los
trabajadores nucleares, participantes en el proceso de trabajo nuclear de
potencia, de México y del mundo, NO tienen ninguno de los anteriores
derechos. Las normas internacionales, basadas en criterios empresariales,
supuestamente protegen a los trabajadores pero NO les otorgan ningún derecho.
Las legislaciones nacionales tampoco, las reglamentaciones locales están
basadas en las internacionales pero solo al nivel de recomendaciones. En muchos
casos, los límites de dosis individuales NO se respetan y, en otros, las dosis
colectivas son excesivas.
Los derechos obreros, más allá del salario, NO existen en las centrales
nucleares. Los trabajadores son considerados como objetos, es decir, simples
cosas o menos. El proceso de trabajo está basado en la enajenación. A los
explotadores (propietarios de las instalaciones nucleoeléctricas)
les interesa solamente el productivismo, la operación es continua e insalubre,
no existe solidaridad de nada ni siquiera noción del tiempo real, todo ha sido
cambiado por la cosificación de las relaciones humanas.
La protesta obrera en las centrales nucleares está prohibida, impera un fuerte
control policiaco y militar a varios niveles. Los
centros de trabajo están permanentemente vigilados por aire, mar y tierra. Los
trabajadores son vigilados en absolutamente TODOS sus movimientos,
simultáneamente y en cualquier lugar que se encuentren en la central, mediante
sistemas remotos de video. En el interior de las centrales nucleoeléctricas
existen, además, arsenales de armas de alto poder para enfrentar cualquier
emergencia. Una protesta obrera, en el código militar, se considera como motín
y autoriza acciones unilaterales a los soldados y/o marinos.
Derechos sociales
La población también tiene derecho a ser protegida
de los daños ocasionados durante la operación normal o en emergencias, más aún,
en el caso de posibles accidentes, radilógicos y/o
nucleares. Eso incluye el derecho a decidir respecto de la construcción de
instalaciones nucleares en los lugares habitables, y a vigilar su correcto
funcionamiento.
Sin este derecho social de la población, ningún proyecto nuclear debe ser
autorizado, independientemente de los altos costos financieros que implican.
Las inversiones nucleares son muy elevadas y, en casos como México, se
multiplican varias veces por la corrupción. Pero los proyectos nucleares
también son muy rentables, dejan a los propietarios una elevada ganancia. A los
pueblos les dejan, en cambio, muchos problemas de mediano y largo plazo.
La población tiene derecho a recibir la información completa del proyecto,
incluyendo las medidas para la disposición temporal y definitiva de los
desechos radiativos, los planes de emergencia y las
medidas de protección radilógica para la población en
general y del medio ambiente.
Protección de la
naturaleza
Los trabajadores y los pueblos debemos proteger al
medio ambiente, la ecología y ecosistemas. Ningún gobierno tiene derecho a
afectar la naturaleza, ni a la flora ni a la fauna, ni comprometer el material
genético de las futuras generaciones.
Las poblaciones terrestres y marinas tienen derecho a la vida. Ninguna especie
es sumidero nuclear. Tampoco el mar, los ríos o lagos son sumideros, ni las
tierras ni los bosques.
Todo proyecto nuclear debiera disponer de amplios estudios de impacto
ambiental, previos a la construcción, entrada en operación y puesta en marcha
de las centrales, y mantener acciones preventivas permanentes, así como
estudios e investigaciones ambientales.
Pero ni el derecho social de la población ni la protección a la naturaleza se
cumplen. Los proyectos nucleares están sometidos a la lógica capitalista
excesiva, en materia de ganancia y en materia laboral. Los gastos diarios son
enormes, la ganancia también; el trabajo al interior de las centrales es
intenso, se trabaja bajo presión y en condiciones altamente insalubres. Es el
exceso y todo exceso es innecesario. Esto se aplica cabalmente en materia
nuclear de potencia. Esa (i)lógica interna es
incomprendida por los trabajadores e ignorada por la población.
Atomo obrero jamás soldado
Los trabajadores de la energía debemos utilizar el
conocimiento científico avanzado en sus diversas aplicaciones tecnológicas. El
proceso de trabajo nuclear es complejo y requiere altos niveles de capacitación
y especialización. Se trata de actividades riesgosas. El riesgo es de
naturaleza probabilística pero los efectos, de presentarse, son muy severos. Se
requieren la intervención conciente y organizada de los trabajadores. Eso
supone integrarnos en Consejos Obreros para ejercer el control obrero de la
producción y la investigación, en interés de nuestros derechos de clase y de la
población en general.
El sindicato NO basta porque los sindicatos son organizaciones muy
conservadoras, los representantes sindicales desconocen el proceso de trabajo y
sus implicaciones, y terminan pactando la salud obrera y el derecho social de
la población a cambio de migajas. Por lo demás, al menos en México, la
corrupción sindical es excesiva.
Si las condiciones anteriores (de propiedad social, control obrero, derechos
obreros, vigilancia social) se cumplieran es posible desarrollar adecuadamente
el proceso de trabajo electronuclear. Si estas
condiciones no se cumplen, como ocurre actualmente, estamos en desacuerdo. Sin
derechos obreros, sin derechos sociales, la energía nuclear de potencia NO debe
utilizarse en ningún caso.
Otro es el nivel de la investigación y desarrollo. Los trabajadores nos
pronunciamos por las aplicaciones pacíficas de la energía nuclear, el estudio
de la estructura de la materia y las transformaciones de la energía, para
tratar de resolver algunos problemas en las áreas industrial, silvoagropecuaria, de salud y medio ambiente.
En ningún caso, estamos de acuerdo con ninguna aplicación militar del
conocimiento científico y/o tecnológico. El FTE de México propone un átomo
obrero jamás soldado.
La energía, derecho
social
La energía nuclear de fisión está en crisis
desde 1979, cuando ocurrió el accidente de Three Mile Island en Estados Unidos.
Luego, en 1986, con el catastrófico accidente de Chernobyl
en Ucrania, la energía nuclear entró en declive. A la fecha, solo Estados
Unidos, Francia y Japón son países nuclearizados. Muchos otros países,
principalmente europeos, tienen programada la próxima salida de lo nuclear aún
cuando tiene importancia en países como Inglaterra, Alemania y España. En
general, las sociedades NO quieren energía nuclear.
Algunos países como la India, China, Pakistán, Israel y Korea
del Norte están interesados en las vertientes militares. Desde 1974, la India
detonó su primera bomba. Pero ese NO es el camino de los trabajadores. Por otra
parte, la mayoría de los países no sigue una vía nuclear porque no tienen
capacidad de financiar este tipo de proyectos que son muy caros. Hay otras
prioridades sociales. Antes que tener energía nuclear de potencia, importa
tener comida, salud, vivienda, trabajo.
La energía de las
estrellas
Más que la energía nuclear de FISION, basada en la
división del átomo de uranio, es interesante la energía nuclear de FUSION,
basada en la unión del átomo de hidrógeno. La energía de las estrellas es una
interesante opción tanto en forma de radiación solar como, también, de las
reacciones de FUSION termonuclear que ocurren en el interior del Sol y demás
estrellas.
Desafortunadamente, el campo está dominado por unos cuantos países poderosos
(Estados Unidos, Inglaterra, China, Japón, Alemania y Francia, entre otros).
Los demás países están ausentes, no obstante apreciables desarrollos
experimentales en países como México y Brasil. En México se avanzó de tal
manera, con aportaciones originales, logrando el reconocimiento y apoyo
internacional, que las administraciones burocráticas y el gobierno federal
solamente tuvieron la estúpida idea de cancelar el proyecto amenazando a los
investigadores con el despido. Esos burócratas lograron momentáneamente su
objetivo, el proyecto del Tokamak mexicano fue
suspendido, pero no será así siempre.
Dominar científica y tecnológicamente a las fuentes alternas de energía
implica, al mismo tiempo, ejercer el derecho de la humanidad al acceso a la
energía. La utilización de la energía es un derecho social de la humanidad y,
todos los habitantes del planeta, debemos ejercer este derecho. Pero, el mundo
no está preparado para la transición de los energéticos convencionales a otros
alternos. Es importante, por tanto, impulsar en serio la realización de
investigación científica en materia de energía tendiente a resolver este
crucial problema de la humanidad.
Lucha en el espacio del
saber
Es importante, también, desarrollar la lucha
obrera en el espacio del saber. Hay exitosos antecedentes previos, tales como
la exUnión Internacional de Trabajadores de la
Energía (UISTE), perteneciente a la Federación Sindical Mundial (FSM), la que
llevó a cabo interesantes acciones en varias materias (trabajo en el campo
electromagnético y efectos sobre la salud obrera, impacto ambiental de las
centrales eléctricas, seguridad e higiene en el trabajo, política energética,
gestión industrial, paz y desarme). La UISTE presentó diversas propuestas en la
Primera (y la única hasta la fecha) Reunión Internacional de Sindicatos sobre
Seguridad Nuclear realizada en Viena en abril de 1989.
Ese ha sido el evento sindical internacional del sector nuclear mas importante realizado en los últimos 60 años todavía en
la época del socialismo europeo. La UISTE propuso diversas cuestiones, entre
otras, la reducción de las dosis de radiación para los trabajadores ocupacionalmente expuestos al campo de las radiaciones
ionizantes. La propuesta se aprobó y fue reconocida por los organismos internacionales
competentes. Esa es la recomendación vigente. En muchas centrales nucleares de
potencia, p.e. México, todavía no se aplica. En el
área científica, la aplicación fue inmediata.
El trabajo presentado por la delegación de la UISTE fue formulado por D. Bahen (México/Cuba), M. Bobak
(Checoslovaquia), M. De Connick (Francia), V. Poledník (Checoslovaquia) y V. Tchugunov
(URSS). Al evento asistieron las representaciones de la
centrales sindicales nacionales de Inglaterra (TUC), Estados Unidos
(AFL-CIO), URSS (CCS), RDA (CCS) y RF de Alemania, Francia (CGT), la FSM, la
CIOSL, entre otros. Además de los poderosos, México y Cuba estuvieron
dignamente representados por una misma delegación. Hoy, el FTE de México
reconoce su propia historia de lucha y proyecta mayores acciones en el contexto
del espacio del saber y la lucha de clases.
*****
La
humanidad necesita mucha energía pero, ¿Para qué y para quién?
Los trabajadores queremos energía para todos, pero también
queremos democracia y socialismo.
La
energía de las estrellas
- La crisis energética convencional ya es motivo
de guerras y tiende a agravarse.
- En todo el mundo necesitamos prepararnos para la
transición a otras fuentes alternas.
- No basta generar energía solo para el consumismo sino para el desarrollo
social.
La fusión, posible alternativa
En un futuro no muy lejano la humanidad enfrentará una severa crisis
energética. Ya no será posible dilapidar los hidrocarburos, los que se tornarán
muy costosos e incluso inexistentes. Las economías de los países requerirán de
mucha energía. No existen muchas opciones, una fuente energética alterna está
representada por la energía del sol, en su forma de fusión termonuclear.
A pregunta expresa a investigadores en el área, europeos y norteamericanos,
incluidos los mexicanos (integrantes del FTE) respecto a cuándo será posible
lograr la fusión termonuclear controlada, la respuesta ha sido la misma: antes
de 50 años.
¿Será posible? Eso depende de varias cuestiones científicas y tecnológicas,
económicas y políticas. Ante todo se requerirá de un gran esfuerzo de los
investigadores científicos y trabajadores de la ciencia en general.
Existen dos vertientes de la energía solar, una es el aprovechamiento de la
radiación solar que llega a la Tierra conocida generalmente como energía solar
y otra, la producción tecnológica en la Tierra, de alguna de las reacciones que
ocurren en el interior de las estrellas para su aprovechamiento en forma de
energía eléctrica. Este es el caso de la fusión termonuclear controlada.
La base de la fusión es la teoría de Einstein,
según la cual la masa se puede transformar en energía.
Ya ha transcurrido más de medio siglo desde los trabajos pioneros sobre la fusión,
iniciados en la ex URSS por el académico I. Kurchatov.
Se han alcanzado importantes desarrollos con los dispositivos llamados Tokamak (acrónimo ruso que significa Cámara Toroidal Magnética) pero aún no se domina a esta fuente
energética, que parece la única opción que se tiene a la fecha.
La fusión termonuclear representa la fuente primaria de energía en las
estrellas. En el centro del Sol, y las demás estrellas, la fusión ocurre
continuamente en un ambiente que requiere temperaturas de 10 a 15 millones de
grados. Para el caso del Sol, este proceso ha durado ya 4 mil 500 millones de
años y serán posibles otros tantos.
Durante la mayor parte de la vida estelar se producen reacciones nucleares que
involucran a átomos ligeros. El combustible más utilizado es el hidrógeno del
cual existen tres isótopos, a saber H1, H2, e H3,
conocidos como hidrógeno ligero, hidrógeno pesado (Deuterio) e hidrógeno más
pesado (Tritio). En la colisión de estos dos últimos se libera energía (cuadro
1). La dificultad está en producir la fusión. Para ello se requiere de un
dispositivo que pueda calentar el combustible de Deuterio y Tritio a una
temperatura suficientemente alta y confinar al plasma bastante tiempo para que
se pueda liberar la energía producida por la fusión (cuadro 2 y 3).
Para llevar a cabo la fusión termonuclear controlada en las condiciones
terrestres, los reactores tipo Tokamak
representarían la alternativa viable (cuadro 5).
Un importante avance se ha logrado en el confinamiento magnético del plasma en
el JET (Joint European Torus) (cuadro 6) y en el TFTR (Tokamak
Fusión Test Reactor) del PPPL (Plasma Physics Princeton Laboratory) de Estados Unidos. Utilizando una mezcla
combustible de D y T se ha podido liberar una energía de 10 megawatts
(Mw) de una manera controlada durante un período de
casi 1 segundo (1s). Tanto con el JET como con el TFTR la física del Tokamak ha tenido muchos progresos. Ahora, se han preparado
las bases para el International Thermonuclear
Experimental Reactor (ITER) (cuadro 7). También en pequeños Tokamaks
como el “Novillo” de México (cuadro 8) se han tenido importantes logros.
Pero, la situación es compleja. Para crear las condiciones que permitan la
fusión se requiere: 1) alcanzar temperaturas mayores que las del centro del
Sol, 2) Lograr mantener controlada a la reacción de fusión de manera que pueda
producirse suficiente energía, y 3) concretar la operación exitosa de una
central eléctrica de fusión.
Se trata de lograr –en la Tierra- el control de la fuente de energía de las
estrellas. Las ventajas de la fusión comparadas con otras fuentes de energía
son muy importantes, ya que, 1) sería una vasta fuente de energía, 2) los
combustibles son abundantes, 3) es inherentemente segura ya que el reactor
pararía ante cualquier falla en el funcionamiento, 4) no produce contaminación
atmosférica ni, por tanto, lluvia ácida ni efecto invernadero, 5) la
radiactividad producida, debida al Tritio principalmente, decae muy
rápidamente, de manera que, no se tendrían problemas con los desechos (cuadro 4
y 5).
Si se logra dominar a la tecnología de fusión termonuclear, se tendría energía
disponible por lo menos para los próximos mil años. Eso es muy importante pero,
persiste la pregunta que muchos trabajadores nos hacemos en el mundo: ¿Para qué
y para quién?
Esto se refiere a cuestiones de fondo. El mundo necesita mucha energía, sí,
¿pero se trata únicamente de generar por generar? Esto es, ¿se trata de generar
cada vez más energía sólo en atención a los requerimientos del mercado y en
abstracción de consideraciones sociales? ¿El reto es únicamente pragmático y,
al utilitarismo, se le puede considerar como el criterio principal de la
verdad? Si esto fuera así, se trataría de un proceso sin relevancia histórica.
Sin embargo no lo es, el problema de la energía se desarrolla en un contexto
social e histórico determinado.
En general, el capitalismo basa su política energética actual en la quema del
petróleo, agotando las reservas mundiales.
En la generación de electricidad, la principal contribución es de
hidrocarburos. El uso de carbón en algunas partes es importante con todas las
inconveniencias que representa. El potencial hidroeléctrico está presente
únicamente en ciertos países. Las demás fuentes contribuyen poco. Como el
consumo se incrementa constantemente es evidente que se requieren nuevas y
vastas opciones, como la fusión termonuclear.
Pero dominar a la fusión no sólo implica resolver los problemas tecnológicos
aún pendientes. Se requiere también, de la definición de una política
energética consecuente.
Cuadro 1. Reacciones
de fusión
D+T→He4
(3.52 MeV)+n (14.06 MeV) |
Cuadro 2. Condiciones
para la fusión
|
Cuadro 3. Valores
numéricos de la fusión
|
Cuadro 4. Ventajas de
la fusión
No se producen desechos radiactivos de alto
nivel. No se genera material
para armas nucleares. |
Cuadro 5.
Combustibles para la fusión
|
Política energética clasista
Dominar a la fusión debe llevar al establecimiento
de ciertas bases que la justifiquen socialmente. Entre los criterios de tal
política ha de estar el beneficio social de la humanidad y el
aprovechamiento racional de los recursos naturales
El conocimiento científico y tecnológico adquirido con el dominio de la fusión
no es propiedad privada de nadie, ni se ha logrado espontáneamente, es el
resultado del conocimiento acumulado de la humanidad. Su utilización debe ser
en beneficio de ésta. Los recursos naturales para la fusión están en las aguas
de los mares y éstos no son propiedad privada de nadie son patrimonio de la
humanidad. El Sol mismo no es propiedad privada de nadie ni podrá serlo jamás.
En consecuencia, se precisa de la cooperación y solidaridad internacional sin
discriminación de ningún tipo. En materia técnico-científica es muy importante
el proyecto ITER pero mejor sería un proyecto abierto a la participación de los
investigadores y trabajadores de todo el mundo, esto es, el proyecto “Energía
para todos” con la intervención igualitaria de todos los Estados.
En este contexto, la industria eléctrica del mundo basada en la energía del
sol, como la fusión, debe ser de propiedad social (bajo control obrero y
social) por lo que, no debe haber cabida para la privatización. Más aún, con
tan enorme potencial, la energía eléctrica generada debe ser gratuita
tratándose del consumo doméstico en todo el mundo (en México ésta sería la
llamada Tarifa 1).
Una política energética para el beneficio de la humanidad sólo pueden hacerla
posible los trabajadores a través de la lucha organizada y conciente. Los
neoliberales jamás seguirán una política con repercusiones sociales justas.
Sería una verdadera tragedia que de la crisis energética próxima saliera fortalecido
el capitalismo. Así, no tendría sentido dominar a la energía estelar, pues solo
serviría para alimentar con sangre al vampiro, prolongando artificialmente la
vida de un sistema social inherentemente injusto. Esto serviría para el
enriquecimiento desmedido de unos cuantos en detrimento de la gran mayoría de
los seres humanos.
Tal vez, algunos investigadores fueran premiados pero nada más y se trataría de
una solución individualista. Mejor que eso, es pertinente asumir la
responsabilidad social.
Los investigadores y trabajadores de la ciencia conscientes, tenemos el deber y
el derecho a recuperar la personalidad e iniciativa en los procesos de trabajo,
asumiéndonos no sólo como asalariados (así sea privilegiados)
sino como productores para dirigir tales procesos y sus resultados para el
beneficio de todos.
Es necesario, por tanto, hacer enormes esfuerzos para dominar a la ciencia y a
la tecnología, para aprovechar racionalmente a la naturaleza y transformar los
recursos disponibles con la mayor eficiencia. Pero también es necesario hacer
lo conducente para transformar socialmente al mundo.
Los trabajadores estamos de acuerdo en producir más energía pero también
requerimos de democracia y de socialismo. Sí, de socialismo, porque esta es la
única propuesta coherente actual para la transformación del mundo. No se trata
de regímenes burocráticos ni de política socialdemócrata sino de revolución, de
cambio social e histórico en sus connotaciones profundas.
Notas:
(1) La información sobre los avances logrados es
abundante y está disponible en Progress Tokamak Physics during the TFTR Project.
(2) La información sobre el Tokamak
europeo puede consultarse en JET under EFDA (the JET facility), Scientific Program.
(3) Información sobre el Tokamak mexicano, “Novillo”
puede consultarse en Ramos et al., (1983) y Meléndez et al., (1998; 1999a;
1999b).
Cuadro 6- El sistema Tokamak
|
Cuadro 7- El Tokamak JET
|
Cuadro 8- El ITER en Cadarache
|
Cuadro 9- El
“Novillo” mexicano
|
Referencias
Bahen D. 2000, Bandera
Obrera Política Eléctrica Independiente, FTE.
Bahen D. 2000, Desarrollo Tecnológico sin
Privatización Eléctrica, CIME-México.
Meléndez L., Barocio S., Chávez
E. et, al. 1998, A Simple and Inexpensive Method
to Align Toroidal Moduls
in Tokamak, Nucl.
Instr. and
Meth.
in
Phys. Res. A. 419, 181.
Meléndez L., Barocio S., Chávez E. et al. 1999a, Start-up Without Preionization
in Novillo Tokamak, The
IEEE Transactions on Plasma Science.
Meléndez
L., Barocio S., Chávez E. et al. 1999b, Física de
Plasmas: Investigación
y
Logros Alcanzados, IX Congreso Técnico-Científico ININ-SUTIN, 27.
Ramos J., Meléndez L. et al. 1983, Diseño del Tokamak
Novillo,
Rev.
Mex. Fís. 29 (4), 551.
Tuma J. 2000, en Lidové
Noviny Praha 030600.
23.
Fuente:
http://www.fte-energia.org/indiceg.html