Una visión crítica del XII Encuentro internacional ISCOD-UGT-CSA TRABAJO Y SEGURIDAD SOCIAL EN AMÉRICA LATINA
Lunes 11 de mayo de 2009 por CEPRID
Rafael Velasco R. y Quim Boix Lluch
CEPRID
Para cualquier persona mínimamente progresista es difícil no compartir ciertos diagnósticos de la resolución general de este Encuentro: creciente aumento de la precariedad en la zona ALC, pérdida progresiva de derechos individuales y colectivos de la clase trabajadora, la gran estafa que significan los fondos privados de pensiones etc.… Más difícil es estar de acuerdo en otras conclusiones, y las discrepancias se hacen más evidentes cuando se analizan las causas de esa pérdida de derechos y las posibles propuestas alternativas. Es sobre todo, en estos dos últimos terrenos donde se hacen más visibles las diferentes visiones que se tienen desde el campo del sindicalismo de clase combativo, que a nivel internacional representa la Federación Sindical Mundial, y desde el sindicalismo reformista, representados sobre todo por la CSI, y muy en particular entre los que, como los que suscribimos, sindicalistas españoles que creemos que existe la lucha de clases y los que siguen creyendo en la quimera de un “Capitalismo con rostro humano” (lo que en Europa se llamo “Estado del Bienestar”).
La actual situación de retroceso de derechos no puede aislarse, a nuestro entender, de una crisis general del Capitalismo, que va más allá de una mera crisis del sector financiero, como algunos teóricos pretenden. Ello se hace más evidente en Latinoamérica, donde el expolio por parte de las potencias coloniales, que dura más de cinco siglos, ha provocado una empobrecimiento evidente de los distintos países, altas cotas de miseria y una migración forzada de personas, las cuales se convierten en mano de obra barata en los países donde son recibidos. Pretender que sin invertir esa situación, es decir sin recuperar la verdadera soberanía sobre las riquezas para los pueblos latinoamericanos, es posible mejorar las cotas de protección social de los sectores populares, sería o una ingenuidad o una mentira consciente. Latinoamérica ha venido sufriendo las injerencias imperialistas desde siempre, padeciendo dictaduras auspiciadas por los EE.UU. fundamentalmente, con la complacencia de otras potencias imperialistas, entre ellas España, y con el no desdeñable papel en dichos procesos de sindicatos amarillos y falsas ONGs, que se convirtieron en legitimadores, primero, de los regímenes autoritarios, y después, de transiciones a regímenes neoliberales, en lo político y en lo económico, que han continuado el robo contra los sectores sociales más desfavorecidos. No hace tanto algunas de esas fuerzas sindicales y sociales, autodenominadas progresistas, han jugado un papel importante en el intento de derrocar por la vía de la fuerza al gobierno legitimo de Venezuela, el cual continua dignamente intentando un proceso de cambio social verdadero. Lo anterior por no olvidarnos del constante y criminal bloqueo a Cuba (auténtico modelo de cómo garantizar con pocos recursos dignos modelos de protección social, sanidad y educación), el golpe de estado en Chile o las invasiones de Granada y Panamá.
No podemos compartir esa imagen, que en la resolución se da de España, como modelo de Seguridad Social y de legislación favorecedora de los/as inmigrantes. Desde el año 1985 (cuando hasta la UGT se opone a la Ley de Pensiones del gobierno socialdemócrata de Felipe González) el recorte de pensiones (mediante aumento de periodos de carencia necesarios para recibir pensiones, cambios en las formas de cálculo de las bases reguladoras etc..) ha sido una constante. No se ha escapado España a las políticas de promoción, vía fiscal incluida, de los fondos privados de pensiones, o de la gestión de la Seguridad Social a través de las llamadas Mutuas de Trabajo, que gestionan hoy mayoritariamente las prestaciones de Incapacidad Temporal. La política inmigratoria española, fiel cumplidora de los Acuerdos Schengen y del Grupo de Trevi, ha favorecido las medidas policiales para resolver los problemas de integración de los/as inmigrantes. Han sido constantes también los retrocesos en la legislación de extranjería, y el Ministro de Trabajo, el socialdemócrata Corbacho, ya anuncia nuevas medidas para favorecer el “retorno” (expulsión encubierta) de los inmigrantes a sus países de origen, y una reforma de la Ley para poner más trabas a la reagrupación familiar. Sería bueno que todo el mundo supiera que en España aquellos inmigrantes más desfavorecidos que se ganan unos pocos euros vendiendo CD-S piratas (el llamado “Top Manta”) pueden ir a la cárcel, y de hecho van. Muchas veces los sindicatos apegados al poder en España (CCOO y UGT) y Portugal (UGT), que mueven grandes cantidades de dinero dado por el sistema, ocultan dicha realidad al resto de Latinoamérica, y utilizan su privilegiada posición económica para comprar voluntades, domésticas rebeldías y llegar a donde las fuerzas directas del capital no pueden, en aras de que la clase obrera y sectores populares no se rebelen contra la injusticia.
Es hora de profundos cambios sociales, y desde España somos muchos y muchas las que vemos como ilusión iniciativas latinoamericanas como el ALBA, frente al ALCA, verdadera alternativa para recuperar la soberanía para los pueblos de Latinoamérica. Este y otros instrumentos que están promoviendo los gobiernos de la izquierda Latinoamericana pueden ser el comienzo para que el ejemplo de protección social cubano se extienda y desaparezca de una vez la triste realidad social de Haiti o de otros países explotados, expoliados y empobrecidos. Es la hora de recuperar el poder para el pueblo y en ese proceso queda pendiente que también en Colombia se termine con la dictadura paramilitar, que asesina cada año a cientos de sindicalistas, se abra un verdadero proceso de paz. El sindicalismo de clase latinoamericano y europeo no puede ser condescendiente con el gobierno del Sr. Uribe Vélez.
En línea con lo anterior saludamos efusivamente las nuevas perspectivas de trabajo abiertas por el trabajo coordinado por la Federación Sindical Mundial (en particular, el primer encuentro “Nuestra America”, celebrado en Quito el año pasado, y el segundo para este año, en setiembre, en Brasil). Entendemos que el camino es el encuentro de las fuerzas sindicales clasistas y la confluencia de estas con la izquierda verdaderamente transformadora, en aras de abrir conjuntamente una perspectiva socialista frente a un mundo capitalista, caduco e injusto.
Para finalizar, debemos destacar que nos causó una mala impresión la participación de ciertos sindicalistas de izquierdas en este encuentro de ISCOD-UGT-CSA. ¿Por qué participaron? ¿Con qué objetivo? ¿Qué tienen en común con los sindicalistas del capitalismo? Es una lástima su participación. Le dan la razón al capitalismo al pensar que con dinero pueden comprar sindicatos y sindicalistas. No deberían haber participado. Cometieron un error.
Rafael Velasco Rodríguez es sindicalista asturiano y Quim Boix Lluch es sindicalista catalán.
CEPRID
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