MANIPULACIÓN IMPERIAL DE LA DECLARACIÓN DE LA OEA “JUVENTUD Y VALORES DEMOCRÁTICOS”
Viernes 10 de octubre de 2008 por CEPRID
CEPRID
La Organización de Estados Americanos -OEA- en el XXXVIII período de Sesiones de la Asamblea General realizada en Medellín (Colombia), aprobó por unanimidad y, naturalmente, previa presión diplomática ejercida por Estados Unidos, la denominada Declaración de Medellín: “Juventud y Valores Democráticos” con la que pretende “desarrollar la cultura democrática” y reconociendo que “la construcción de valores, competencias y habilidades por parte de la población joven de las Américas, es esencial en su preparación para la vida y para su inserción en los ámbitos político, social y productivo”. Cualquiera podría apoyar la iniciativa si creyera en retóricas diplomáticas, pero dejaría de hacerlo al comprobar que tras las inocentes palabras existe una grosera manipulación imperial destinada a consolidar su domino geopolítico en América Latina.
Educar a la juventud en valores democráticos debe ser una decisión soberana de nuestras patrias y jamás una imposición o tutelaje imperial. Habría que preguntar a Bush y sus halcones ¿por qué el gobierno no se preocupa de la educación en valores y democracia de millones de jóvenes estadounidenses dedicados a la drogadicción o de otros millones que viven en la indigencia, en la pobreza y en la ignorancia y que son utilizados como carne de cañón en las guerras imperiales?
La razón por la que aspiran a la educación de la juventud latinoamericana, radica en que a Estados Unidos le interesa, con suma urgencia, formar líderes pronorteamericanos que asimilen la “democracia” al estilo norteamericano, pero no es a cualquier juventud a la que quiera llevarla a sus universidades, sino a la juventud que provenga de las clases elitarias, dominantes y gobernantes, clases que tradicional e históricamente han sido aliadas del imperio.
Jorge Zanin, coordinador para los asuntos de la sociedad civil en la OEA manifestaba que es preciso ayudar a reforzar la democracia y los derechos humanos en la región, y combatir la corrupción, reducir la pobreza y crear empleos para los jóvenes, pero nunca dijo el cómo llegar a esos objetivos y tampoco se refirió a los derechos humanos violados groseramente dentro de Estados Unidos, en Irak, Afganistán y en América Latina, al mismo tiempo que nunca supo o se olvidó que una de las causas de la pobreza y el desempleo en nuestras patrias se debe a los procesos de colonización y neocolonización imperial.
En la “promoción” del documento sobre “Juventud y Valores Democráticos” intervino -en colaboración con la Oficina Ejecutiva de la Secretaría de Cumbres de las Américas- la Organización Young Américas Business Trust (Jóvenes Empresarios de las Américas) con sede en Washington.
Entre los actos promocionales hubo un cuestionario dirigido a los jóvenes de las élites para que expresen sus opiniones sobre “la juventud y transparencia”. ¿Hay fines científicos o políticos en esos apoyos y cuestionarios o científicamente están elaborados para captar jóvenes cerebros que vayan a servir a los intereses imperiales?
El Centro Carter no podía estar lejos del proyecto de la OEA. Por intermedio de su Secretaría del Grupo de los Amigos de la Carta Democrática Interamericana apoyó activamente la Declaración y emitió una serie de recomendaciones a los representantes de los países del Hemisferio, con miras a preparar la Cumbre de las Américas que se celebrará en Trinidad y Tobago en abril del 2009, Cumbre en la que Estados Unidos, como siempre, impondrá sus tesis encaminada a consolidar su presencia militar, económica y política en Latinoamérica.
La reunión de la OEA en Medellín destacó la presencia de la sociedad civil que estuvo integrada por grupos juveniles interesados en los procesos de la OEA y en el destino de la Declaración “Juventud y Valores Democráticos”. Los nuevos líderes y representantes de la juventud latinoamericana tuvieron el apoyo de YABT, del Centro Carter y de los mismos Estados Unidos por intermedio de Héctor Morales que es el Embajador Permanente ante la OEA y el Coordinador Nacional de Estados Unidos para la Cumbre de 2009, quien destacó el “papel esencial” de la sociedad civil en “la defensa de las libertades fundamentales, la promoción de la democracia y el desarrollo económico de las Américas” que viene a ser el mismo lirismo imperial que obnubila conciencias y esconde los procesos de neocolonización que soporta nuestra América Latina, porque si en verdad Estados Unidos quisiera el desarrollo económico y una verdadera democracia, dejaría de presionar por la firma de los tratados de libre comercio, suprimiría los subsidios agrícolas, suspendería la explotación de nuestros recursos naturales, pagaría precios justos por nuestros productos, abandonaría las bases militares, cerraría los centros de adoctrinamiento de policías y militares como la Escuela de las América, dejaría de chantajear con la deuda externa, derribaría el muro de la infamia construido en la frontera con México, eliminaría la xenofobia y el racismo y abriría sus fronteras a los migrantes. América Latina no necesita amos ni tutelas, necesita patrias libres con pueblos libres.
Morales expresaba que los grupos de la sociedad civil presentes en la reunión de Miami, envió “un poderoso mensaje a todo el hemisferio sobre la determinación de la sociedad civil de participar activamente en las decisiones que darán forma al curso futuro de las Américas. Es imperativo que nosotros, como gobiernos, facultemos (a la sociedad civil) a que así lo haga y escuchemos sus voces”. ¿Qué hacía la “sociedad civil”, invitada por Bush de América Latina en Miami de la gusanería internacional? Morales quiso significar que el futuro de América Latina debe ser el futuro que imponga Estados Unidos, para eso cuenta con las más poderosas fuerzas armadas de la tierra, con la IV Flota que amenaza a nuestra América, con su guerra global contra el terrorismo internacional que todo lo justifica, con su Patriot Act, con la Agencia de Seguridad Nacional, con la CIA, la DEA y en el corto plazo con nuevos líderes creados a imagen y semejanza del imperio. Para eso sirve la Declaración “Juventud y Valores Democráticos” aprobada por la OEA con entusiasmo digno de mejor causa.
La juventud política, que busca formar Estados Unidos, debe estar preparada para tomarse el poder al precio que sea necesario, inclusive mediante “golpes de Estados suaves” como diría Thierry Meyssan. Golpes de Estado incruentos que, patrocinados por la CIA, es decir el imperio, derroquen a gobiernos progresistas y democráticos nada afectos ni obedientes a los dictados de la Casa Blanca como Ortega en Nicaragua, Chávez en Venezuela, Correa en Ecuador, Morales en Bolivia, Cristina Krichtner en Argentina, Lugo en Paraguay. Los golpistas serán protegidos por el imperio, recibirán apoyo del Pentágono, del Departamento de Estado y, siempre estarán asesorados por la CIA. Para eso sirve, en esencia, la Declaración de la OEA y, naturalmente, para ese fin, Estados Unidos quiere “educar” (domesticar) a los jóvenes de las élites latinoamericanas.
La Declaración de Medellín “Juventud y Valores Democráticos”, en apariencia defiende los derechos de los jóvenes a participar en los asuntos de Estado de cada país, a intervenir activamente en política, a luchar para buscar un futuro promisorio por lo que merecería el apoyo de todos los sectores de la verdadera sociedad civil latinoamericana, pero como ese documento oculta otros procesos de neocolonización y dominación imperial, la tal Declaración de Medellín sólo merece enérgico rechazo y condena de todos los pueblos libres que luchan todos los días contra la guerra, por la paz y el respeto a la soberanía de nuestras patrias.
Correo electrónico: tribunalpazecuador@yahoo.com
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