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ESTADOS UNIDOS, LA UE Y LONDRES MUEVEN A LA OTAN, DESATAN UN CONFLICTO CON UCRANIA Y RUSIA ABRIÓ OPERACIONES MILITARES

Jueves 17 de marzo de 2022 por CEPRID

Rodrigo Santillán Peralbo

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Estados Unidos y sus socios de la Unión Europea y el Reino Unido desencadenaron, con sus poderosos medios de comunicación, una sucia campaña política, económica y militar en contra de Rusia, a la que presentaron ante el mundo, como un invasor a Ucrania, sin explicar razones y sólo expresaban que unas 100 mil tropas rusas se apostaron en la frontera con  ese país para invadirla, y con vileza callaron  que Rusia tiene pleno derecho a proteger su seguridad, ante la movilización de miles de tropas armadas  y equipadas  de la OTAN que es el brazo armado del imperio y la UE con la que cercaron  a Rusia a lo largo de sus fronteras.   ¿En el mundo ha habido una voz de protesta contra la movilización de las guerreristas fuerzas militares de la OTAN, expertas en agredir a pequeños países y luego salir derrotadas?  La OTAN, en sus cercanías a las fronteras rusas están equipadas con un arsenal completo de armas de última generación, incluidos misiles de corto y medio alcance, cargados de armas nucleares. ¿Quién se ha opuesto a semejante despliegue armamentístico que es una amenaza directa a Rusia?   Además, “hasta el 90% de los artículos en los principales medios de comunicación de Estados Unidos, y muchas columnas de opinión adoptaron una visión agresiva en torno a Ucrania y apoyaron el envió de tropas y armas a la región ante una amenaza de Rusia”.   Mientras tanto, “sólo el 31 % de los estadounidenses están a favor de enviar tropas a Ucrania para que ayuden a defenderla. Esta disparidad tiene una explicación en los beneficios de que los traficantes de armas consiguen al promover este tema.”   El presidente de Rusia Vladimir Putin, ante la propaganda guerrerista de Estados Unidos, sus socios de la UE y la OTAN, expresaba que, “la disuasión por la fuerza de Rusia es percibida por nosotros como una amenaza directa e inmediata para la seguridad nacional, que está diseñada para eliminar los acuerdos legales basados en los proyectos que presentamos. El presidente Putin tras los resultados de las negociaciones de Rusia y Alemania, aseguró que está dispuesto a continuar los diálogos diplomáticos con Estados Unidos y la OTAN sobre las cuestiones relacionadas con el despliegue de misiles de corto y medio alcance y la transparencia militar que debe poseer la OTAN, en las fronteras con Rusia.   Rusia siempre ha insistido en que, por su seguridad, Ucrania no debe ser ocupada por las fuerzas de la OTAN que es el brazo armado del impero yanqui y de sus socios la UE que, ahora, están a las puertas de Rusia.   Estados Unidos, la OTAN y algunos países de la UE desconocen o parece que, con variados planes en contra de Rusia, pretenden ignorar que el 6 de abril de 2014 comenzaron los enfrentamientos armados entre los separatistas de Donbás y el ejército de Ucrania, luego de que proclamaran la independencia de las repúblicas de Donetsk -RPD- y Lugansk -RPL- que han provocado la muerte de unos 15.000 combatientes, en especial de las milicias.   Hace ocho años comenzó a resquebrajarse la paz en esa zona, la que se ha roto con una serie de operaciones militares por parte de Rusia, que se vio obligada a intervenir por petición expresa de los gobiernos de Donbás, en defensa de la vida de su población, atacada por las fuerzas militares de Ucrania, y por cuestiones de seguridad en sus fronteras.   Donetsk y Lugansk tienen una población étnica rusa y son rusohablantes, factores que unifican y razones por las que Kiev las aparta, porque nunca los consideró ucranianos lo que demuestra una política totalmente equivocada, y de absurdo abandono. Por estas causas se acercaron a Rusia que ayudó a la supervivencia y al desarrollo, hasta que Donbás se convirtió en una región muy próspera, con un elevado nivel de industrialización y explotación de minerales.      Los gobiernos de las repúblicas independientes de Donbás, solicitaron a Rusia que intervenga en la región, pero, además, existe otro problema muy grave que se refiere a la expansión de la OTAN que es el brazo armado de Estados Unidos y la Unión Europea que, por sobre los tratados vigentes, ha establecido bases militares, muy cerca de la frontera rusa, lo que Putin considera un peligro para la seguridad de Rusia.   La OTAN quiere bases militares en Ucrania para terminar de cercar a Rusia. Este es otro motivo para las operaciones militares que preocupan a la humanidad que, ansía vivir en paz, pues la guerra, donde ocurra sólo produce destrucción y muerte.        Estados Unidos, la UE y la OTAN mantienen una serie de discursos provocadores. Rusia permaneció bajo tensión. Previamente a las operaciones militares de Rusia en Ucrania los soldados rusos y bielorrusos realizaron ejercicios militares conjuntos, pero el imperio y sus socios de Europa negaron el derecho de Rusia a realizar ejercicios militares dentro de su territorio. Estaban en sus respectivos países y desde principios de febrero realizaron   ejercicios militares, varios meses después de comenzada la campaña mundial estadounidense-europeísta en su contra.   Rusia, como cualquier país de la tierra, tiene el derecho soberano de salvaguardar su seguridad que comienza por proteger sus fronteras y rechazar a fuerzas armadas que ponen en riesgo su seguridad e integridad nacional. El gobierno de Moscú ha reiterado que la presencia de fuerzas agresivas al frente de sus fronteras que mantiene con los países europeizados son una amenaza directa.   Rusia reafirmó que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) no evalúa de manera correcta la situación en torno a Ucrania, como respuesta a las declaraciones del secretario general del organismo, Jens Stoltenberg, que ha negado que la OTAN vaya a instalar bases militares en Ucrania.

“Por lo visto, hay cierto hándicap en el sistema de la OTAN de evaluación de la situación, del estado de las cosas”, afirmó el portavoz del Kremlin, Dimitri Pêskov, en su rueda de prensa.  Al respecto, enfatizó que ese hándicap es que no permite a los representantes del ente, evaluar de manera fría la situación. “Hay problemas en el sistema de evaluación de la situación”, subrayó.

Sin embargo de tanta palabrería chueca y falsas noticias, el secretario general de la OTAN, Jens Stolterberg declaró que había señales de que Moscú estaba dispuesto a dialogar mediante la vía diplomática. La OTAN precisó que, aunque da motivos para un optimismo cauteloso “hasta ahora no hemos visto ninguna señal de desescalada en el terreno en y alrededor de Ucrania”.

Peskov, decía: “Honestamente, el carácter de cómo se desarrolla esta histeria occidental muestra que, seguramente, falta mucho para su culminación. La remisión no se produce de inmediato; tendremos que armarnos de paciencia”, dijo.

Según el secretario de la alianza atlántica, este es un mensaje a favor de la democracia, pero señaló que es un mensaje contradictorio porque no ha visto repliegue de fuerzas y afirmó que monitorearían de cerca las acciones de Rusia en torno a Ucrania. En otras palabras, Occidente atizaba el uso de la fuerza militar de Rusia en contra de Ucrania.

“Así que por ahora no hay desescalada, pero, por supuesto, oímos también el mensaje sobre diplomacia y estamos preparados para comprometernos en esfuerzos diplomáticos con Rusia”, evidenció mientras aseguraba un incremento en las tropas y otras que venían en camino por la parte rusa, pero nada dijo sobre la movilización de tropas estadounidenses y de la OTAN a Europa del Este, lo que constituye una seria amenaza y un real peligro para la seguridad rusa.

La vocinglería guerrerista por parte de Estados Unidos y algunos gobiernos de la UE y Reino Unido, agredían en forma reiterada a Rusia y prodigaban una serie de amenazas. como si ese grupo otanista deseara una verdadera guerra para solucionar sus problemas políticos y económicos, y sobre todo para entregar satisfacciones económicas millonarias a la industria bélica de Occidente. Otra potencia mundial que no desea ninguna guerra, pero que respalda plenamente a Rusia es China. Telesur informaba que el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, criticó la exageración por parte de Estados Unidos sobre la situación en Ucrania.

Agregó que China considera que la desinformación sobre el conflicto en Ucrania no hace más que agregar tensiones. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, declaró que Beijing espera que Estados Unidos deje de desinformar sobre la situación en Ucrania, tras varias semanas de tensiones entre Rusia y Occidente que continúan a pesar de la nueva situación.

“Durante días, Estados Unidos ha estado exagerando la situación y creando un ambiente de tensión”, dijo el vocero en conferencia de prensa. Agregó que “esto ha impactado gravemente en la economía, la estabilidad social y la vida de las personas en Ucrania, y ha agregado obstáculos para avanzar en el diálogo y la negociación entre las partes involucradas”. Wang dijo que espera que se dejen de publicar este tipo de informaciones falsas y se emprendan más acciones que promuevan la paz, la confianza mutua y la cooperación.

“Señalé que la parte rusa dijo recientemente que Occidente ha recurrido al "terrorismo de información" sobre el tema de Ucrania, y que el 15 de febrero de 2022 pasará a la historia como el día del fracaso de la propaganda occidental”, apuntó Wang.

“Debemos señalar que es exactamente la exageración persistente y la difusión de desinformación por parte de algunos en Occidente lo que ha agregado más turbulencia e incertidumbre al mundo, que ya estaba lleno de desafíos e intensificado la desconfianza y la división”, subrayó.

Hoy más que ayer, las amenazas de Estados Unidos, la Unión Europea y la OTAN pueden resumirse en:   "Haremos lo que sea necesario para defender a cada aliado y cada pulgada del territorio aliado".

El periodista Xavier Colás informaba que mientras avanza la intervención en Ucrania por parte de Rusia, Estados Unidos, sus socios europeos y los líderes de la OTAN no se cansan de imponer una serie de sanciones que incluyen la congelación de los activos de Putin y su ministro Lavrov en el territorio comunitario. En este segundo lote, dirigido a los sectores financiero, energético y de transportes y a la política de visados, no está incluida la expulsión de Rusia del sistema de transacciones Swift, que es la base del sistema financiero global y lo usan 11.000 bancos en 200 países o territorios para poder hacer transferencias.

La actividad diplomática sigue. La Unión Europea está realizando un "esfuerzo diplomático" para conseguir que la agresión rusa a Ucrania sea condenada por la comunidad internacional en la ONU, ha dicho Josep Borrell tras la reunión de ministros de exteriores de la UE. En la ONU se votó una resolución de condena a Rusia, pero no prosperó porque no alcanzó los votos necesarios.

Además, Putin se declaraba dispuesto a iniciar "una negociación" El presidente ruso ha llamado a los militares de Ucrania a levantarse contra el Gobierno al que ha llamado que son un grupo de drogadictos y neonazis. del país.

Cabe destacar que Rusia y Belarús realizaron una maniobra militar conjunta cerca de las fronteras ucranianas, algo que Occidente interpretó como preparativos de una invasión y se avivaron las tensiones. Estados Unidos y otras potencias han enviado recursos materiales, militares y dinero a Ucrania para apoyar a las fuerzas militares de Kiev.

Recientemente, los líderes de Rusia y China, Vladímir Putin y Xi Jinping, respectivamente, sostuvieron un encuentro en Beijing donde fortalecieron los lazos comerciales y acordaron elevar la asociación estratégica.

China llamó a Occidente a no darle un carácter negativo al acercamiento entre ambas naciones, pues esta unión no está dirigida contra terceros países.

“China y Rusia, bajo el liderazgo de los jefes de los dos Estados, siempre han abogado por el desarrollo de las relaciones a largo plazo de buena vecindad, amistad y cooperación mutua con base en la no adhesión a bloques y el rechazo a la confrontación, relaciones que no están dirigidas a terceros países”, sentenció.

Para el analista internacional Atilio A. Boron, el problema de Rusia –Ucrania es una tragedia evitable, pero están presentes. La hipocresía de la OTAN, y sobre todo de Estados Unidos: invasiones, bombardeos, golpes blandos, sanciones y bloqueos en Yugoslavia, Libia, Irak, Irán, Siria, Venezuela, Cuba, Afganistán y Ucrania.

Señala que el primer artículo de la Carta de las Naciones Unidas dice textualmente que el propósito de esa organización es “Mantener la paz y la seguridad internacionales, y con tal fin: tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz, y para suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos de la paz.”

La experiencia demuestra que la Alianza Atlántica (Estados Unidos más los 29 países europeos que integran el bloque) ha violado permanentemente lo establecido en dicho artículo. El caso de la exYugoslavia, bombardeada por la OTAN sin la autorización del Consejo de Seguridad es uno de los más flagrantes, siendo presidente de Estados Unidos Bill Clinton. Producto final de ésta y una anterior campaña militar Yugoslavia quedó desintegrada, dando nacimiento a siete nuevos países: Bosnia y Herzegovina, Croacia, Eslovenia, Macedonia del Norte, Montenegro, Serbia y Kosovo.

LIBIA

Ninguno de los gobiernos que hoy se rasgan las vestiduras ante el reconocimiento hecho por Vladimir Putin de Donetsk y Lugansk -dos repúblicas que, referendo popular mediante decidieron separarse de Ucrania- emitió sonido alguno ante la carnicería que la OTAN practicó en los Balcanes. Tampoco lo hizo cuando esa misma organización bombardeó durante meses a la Libia de Muammar el Gadafi, acabó con su gobierno y facilitó que una turba movilizada por agentes de la CIA infiltrados en la muchedumbre linchara con inaudita crueldad al líder libio.

IRAK Y SIRIA

En el 2003 esa organización había colaborado con Estados Unidos en la invasión y destrucción de Irak y sus tesoros culturales. Tiempo después la emprendió con Siria, procurando un “cambio de régimen” en ese país. Tarea ardua para un Obama impaciente de mostrar algún éxito internacional. En su desesperación buscó la colaboración del Estado Islámico y su banda de fundamentalistas aficionados a la decapitación de infieles que operaron con financiamiento, protección mediática y política de los líderes del “mundo libre".

La situación se tornó tan insostenible a causa de que, como dijera Hillary Clinton en sus memorias, “en Siria nos equivocamos al elegir nuestros amigos”, que sólo logró estabilizarse cuando Putin envió tropas rusas que pusieron en fuga a aquellos fanáticos “contratistas” de Washington.

IRÁN, CUBA, VENEZUELA Y AFGANISTÁN

Mientras con la aprobación de las “democracias europeas” Estados Unidos escalaba sus sanciones a Irán y profundizaba el criminal bloqueo a Cuba y Venezuela, proseguía con su aventura en Afganistán, cuyo mayor éxito fue lograr que el 85 % de la producción mundial de opio se originara en ese país, bajo la atenta mirada de las fuerzas de ocupación estadounidenses.

"GOLPE BLANDO" EN UCRANIA 

En 2013-2014 Barack Obama propició, sin el menor tapujo, un “golpe blando” en Ucrania, destituyendo, apenas un año antes de las ya convocadas elecciones presidenciales, al gobierno rusófilo de Víktor Yanukóvich. En su lugar impuso al empresario Petró Poroshenko y, posteriormente, al comediante y humorista Volodímir Zelenski, actualmente en el cargo. Todo, con el protagonismo excluyente de su Subsecretaria de Estados para Asuntos Euroasiáticos, Victoria Nuland, la misma que rubricó su activismo diciendo “al carajo la Unión Europea".

LA EXPANSIÓN DE LA OTAN

Durante todo este tiempo la tensión entre la Alianza Atlántica y Rusia giró sobre la construcción de un orden legal que garantizara la seguridad de todos los miembros de la comunidad internacional y no sólo de Estados Unidos. Esto requería el repliegue de las fuerzas de la OTAN a los países en que se encontraban antes del derrumbe de la URSS.

Pese a promesas formales y escritas en el sentido de que “no avanzarían ni siquiera una pulgada” en dirección a la frontera rusa se precipitaron hasta tener casi por completo cercado a ese país, desde el Báltico hasta Turquía. Sólo Bielorrusia y Ucrania no tenían tropas de la OTAN dentro de su territorio. Pero si la primera es estrecha aliada de Moscú, la segunda quedó en manos de gobiernos rusofóbicos y mechados con grupos nacionalistas y neonazis que ansiaban poder operar contando con la protección de la organización.

¿DE QUÉ LE SERVIRÍA A LA OTAN INCORPORAR A UCRANIA?

Si la OTAN se estableciera en Ucrania sus misiles tendrían la capacidad de atacar ciudades como Moscú o San Petersburgo en 5 o 7 minutos, según el misil. Putin consideró inaceptable esa amenaza a la seguridad nacional rusa y se preguntó cómo reaccionaría Washington si su país instalara bases militares en la frontera de Estados Unidos con México o Canadá. No hubo respuesta, sólo nuevas sanciones y, por parte de Biden, graves insultos publicados nada menos que en la revista Foreign Affairs, lo cual sólo puede atribuirse a los efectos devastadores de la demencia senil y a la ineptitud de sus asesores.

Todo esto pese a que, en 1997 y bajo el impulso de Bill Clinton, la OTAN y Rusia, entonces presidida por Boris Yeltsin, firmaron “Acuerdo de Relaciones Mutuas, Cooperación y Seguridad” y que en 2002 se creara un “Consejo Rusia-OTAN” con el propósito de estimular la cooperación entre ambas partes.

Con el golpe ucraniano del 2014, esta laboriosa construcción se derrumbó como un castillo de naipes. Recordemos que como lo dijera el New York Times tantas veces, el “nervio y el músculo de la OTAN es el Pentágono”, y éste no conoce el significado de la palabra “diplomacia”. Se ensañaron en un peligroso “bullying” con Putin y los resultados están a la vista. Una tragedia que podría haberse evitado y ante la cual no hay neutralidad posible. Hay un bando agresor: Estados Unidos y la OTAN, y otro agredido, Rusia. En esto no puede haber confusión alguna.

La analista María Teresa del Cid. Sostiene que “a principios de 2013, se observaba un proceso consistente en un amplio giro geopolítico en Europa, que inició con el reposicionamiento de Rusia como potencia regional y con el debilitamiento de la presencia de Estados Unidos en ese continente, porque se hallaba inmerso en las intervenciones militares en Afganistán e Irak desde el primer decenio del 2000. Además, Alemania se había acercado a Rusia. Esta nueva estrategia de Rusia ha cambiado la geopolítica tradicional de la Europa de la Guerra Fría, acercándola a Alemania en la base del consumo alemán de energéticos rusos, por lo que, cada vez más, se hace evidente que el orden unipolar del poder mundial cede espacio al multipolar. Este proceso, sin embargo, no puede transcurrir sin conflictos, ya que la aparición de nuevos actores internacionales resta poderío a las potencias ya establecidas, acostumbradas a un liderazgo sin condiciones. En esta concepción geopolítica se inscriben los acontecimientos que hoy se atestiguan en Ucrania.

En otro acápite de su análisis agrega que Rusia, ha venido reposicionándose como gran potencia energética del siglo XXI y ha desarrollado una red de oleoductos y gasoductos que podría convertirla en el gran árbitro del suministro de petróleo y gas para Europa y los grandes centros económicos y demográficos del Asia Oriental (China, India, Japón, Corea del Sur).

Esta nueva estrategia de Rusia ha cambiado la geopolítica tradicional de Europa durante la Guerra Fría, acercándola a Alemania por el consumo alemán de energéticos rusos, hecho que es contrario a las recomendaciones del padre de la visión geopolítica británica, Sir Halford Mackinder, que aconsejaba a las potencias marítimas la estrategia de separar a Alemania de Rusia.

Cada vez es más evidente, por tanto, que el orden unipolar del poder mundial cede espacio al multipolar. Este proceso, sin embargo, no puede transcurrir sin conflictos, ya que la aparición de nuevos actores internacionales quita poderío a las potencias ya establecidas acostumbradas a un liderazgo sin condiciones.

El conflicto en Ucrania como detonador de la crisis entre Rusia y Occidente. Al final de 2013, la Unión Europea (UE) propuso a varios países del Este de Europa, entre éstos a Ucrania, firmar el Acuerdo de Asociación Oriental (AAO), acto que debía tener lugar los días 28 y 29 de noviembre de 2013, en Vilnius. Sin embargo, el presidente Yanukóvich rechazó firmar este acuerdo poco antes del encuentro. La reacción occidental fue de gran descontento. El 21 de noviembre de 2013, el primer ministro Nikolai Azarov declaró que el acuerdo no se firmó por las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) de elevar un 40% el precio del gas para consumo doméstico y de congelar los salarios y pensiones.

Según Sergei Glazyev, economista ruso, lo más importante para Occidente y para un amplio círculo de estructuras influyentes es impedir la creación de un espacio económico unificado de Rusia donde ingrese Ucrania y separar a ésta de Rusia. Éste es el principal sentido de la AAO para Ucrania, porque además de esto, nada positivo traerá para este país, ya que perderá cerca de 152 000 millones de dólares por la creciente importación prevista de productos de la UE por Ucrania. Estas cifras fueron calculadas por expertos de la UE y de Ucrania.

En términos geopolíticos, Occidente trata de separar y destruir las relaciones Rusia- Ucrania. Para ello, Estados Unidos usa y manipula a la Unión Europea. El politólogo ruso Valery Korovin, afirma que la esencia del acuerdo con la UE es un objetivo geopolítico y está dirigido a separar a Ucrania de Rusia, por medio de un cordón sanitario y una zona de inestabilidad que impediría el desarrollo de relaciones económicas estrechas entre la UE y Rusia. La función principal de Ucrania bajo este esquema sería convertirse en una zona de inestabilidad, creando la desestabilización, levantamientos políticos y tensión social. Estos fenómenos favorecerían la estrategia estadounidense de separar a Europa Occidental de Rusia, bajo la lógica tradicional de Mackinder. Ucrania bajo esta perspectiva sólo recibiría mil millones de euros como apoyo financiero para firmar el acuerdo, y la perspectiva es la mayor liberalización de la economía, lo que finalmente acabaría con lo que resta de la política social para la población por medio de una nueva terapia de choque como la que sufrió Rusia después de la desintegración de la Unión Soviética, para incluir a la población ucraniana en un severo contexto de mercado. Así, en la estrategia estadounidense, Ucrania entrará al espacio geopolítico de Occidente y su separación de Rusia no le permitirá a ésta dar el salto económico, manteniéndola en Asia, porque sin Ucrania, Rusia será una potencia asiática y no eurasiática y Ucrania se convertirá en una ganancia para Occidente en el gran juego geopolítico mundial.

Para aumentar la crisis, Ucrania ha decidido atacar militarmente a la población rusa y rusohablante. Sputnik sostiene que Rusia no abandonará a sus nacionales en las repúblicas autoproclamadas de Donetsk y Lugansk (Donbás) en caso de su invasión por Ucrania y dará una respuesta proporcionada a las dimensiones de la agresión, declaró la presidenta del Consejo de la Federación (Senado) de Rusia, Valentina Matvienko. Y la respuesta de Rusia ha sido terminante al atacar a Ucrania, para impedir que éste país ingrese a la OTAN y aumente la presencia militar de Occidente en las fronteras rusas, todo lo cual constituye una amenaza real y determinante para la seguridad de Rusia.

En las proclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk vivieron días, meses y años insoportables con continuos ataques a las milicias y a la población civil por parte de las fuerzas militares de Ucrania. En este contexto y a petición reiterada de los gobiernos de Donbás tuvo que responder Rusia y acudir en defensa de la vida de los ciudadanos rusos asentados en las proclamadas repúblicas de Donezt y Luganzk. Rusia no los abandonará a su suerte. Hará todo lo posible para defenderlos…   La respuesta de Rusia será proporcionada a las dimensiones de la agresión y la situación político-militar que surja para aquel momento", dijo en una entrevista con el periódico Parlamentskaya gaceta Matvienko que relató que Rusia se ve obligada a adoptar medidas de todo tipo –incluidas las de carácter militar– en una situación en que Ucrania está saturándose de armas de ataque y van surgiendo focos de tensión cerca de las fronteras de Rusia.

"La OTAN está utilizando el territorio ucraniano con fines militares y Rusia se ve obligada a tomar medidas para fortalecer su seguridad… Para ello emplea todas las medidas disponibles, sean políticas, diplomáticas, militares o informativas… Las fuerzas mencionadas apuestan por crear focos de tensión cerca de la frontera rusa", indicó. También dijo que determinadas fuerzas en EEUU y en Occidente en general, se empeñan en arrastrar a Ucrania a una guerra con Rusia. "Incluso diría que están forzando a Kiev, fomentando las tensiones a escala internacional", remarcó la jefa del Senado ruso.   Lo que ha pedido Rusia a EE UU y la OTAN es más seguridad, pues se siente amenazada por fuerzas de ese origen en sus fronteras o muy cerca de ellas. Entonces plantea dos cosas: que las bases militares y armamentos ofensivos de la OTAN vuelvan a sus posiciones originarias de 1997, o sea que se retiren de los 14 miembros donde se implantaron desde entonces, en especial de los países que habían sido socialistas, como Polonia, República Checa, Rumania, etc. Y que en particular la OTAN no acepte el ingreso de Ucrania como miembro número 31.

La OTAN argumenta que no puede cerrarle las puertas a nadie, una forma elegante de decir que quiere admitir a Kiev. Y además de los despliegues militares y envío de armas a Ucrania, ha ratificado sus amenazas de sanciones económicas graves a Rusia, como prohibir el gasoducto Nord Stream II y desconectarla del sistema de pago internacional SWIFT.   Putin no acepta una derrota en Ucrania, nación que se constituyó como tal con la revolución bolchevique de 1917 y la creación de la URSS después de 1922. En 2014 hubo en Kiev un golpe de Estado pro OTAN que derribó al gobierno y se alineó contra Rusia. Así se inició la guerra contra zonas del este, en el Donbass, donde vive población rusa. Moscú recuperó en 2014 la península de Crimea y el puerto-base de Sebastopol, pero no hizo lo propio con el Donbass, donde murieron miles de personas de origen ruso.   Y la tensión crece por la prepotencia amenazante de Estados Unidos, sus aliados y socios de UE y la OTAN.


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