CEPRID

La miseria en el Egipto de Sisi

Domingo 23 de abril de 2017 por CEPRID

Neil Ketchley y Thoraya El-Rayyes

MERIP

Traducido para el CEPRID (www.nodo50.org/ceprid) por Julio Fucik

El 6 de marzo de 2017, cientos de residentes locales salieron a las calles de pueblos y ciudades en el Alto Egipto y el delta del Nilo después de que el gobierno cortó su ración diaria de pan baladi subvencionada. Al día siguiente, miles protestaban en 17 distritos de todo el país. En Alejandría, los manifestantes bloquearon una calle principal a la entrada de un puerto importante durante más de cuatro horas, mientras que los residentes de clase obreza del barrio de Imbaba, en Giza barrio, bloquearon la carretera del aeropuerto. En otros lugares, las mujeres en Dissuq, ciudad del delta del Nilo, realizaron ruidoso plantón en las pistas de la estación de tren local donde coreaban, “Uno, dos, ¿dónde está el pan?” Y pidieron el derrocamiento del gobirno del presidente Abdel Fattah El Sisi. [1] No pasó mucho tiempo antes de que el hashtag árabe #Supply_Intifada fuese tendencia en el Twitter egipcio. En un intento por restringir aún más la movilización, el gobierno respaldado por los militares se comprometió a restaurar la subvención del pan y a aumentar la ración en las áreas donde se había producido la protesta.

Las protestas de los alimentos

Última ronda de protestas de alimentos de Egipto llega en medio de las crisis de precios en curso resultantes de la flotación de la libra egipcia en noviembre de 2016. La devaluación de la libra es parte de una serie de medidas, que incluyen recortes de gastos y la introducción de un impuesto sobre el valor añadido, exigidas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de un préstamo de 12.000 millones de dólares para apuntalar la economía. [2] En febrero de 2017, la inflación de alimentos alcanzaba el 42%. [3] Los productos básicos clave han sido particularmente afectados: en el último año, los egipcios han visto el precio del pan y aceite de cocina subir en casi un 60%. [4] Para poner esto en perspectiva, en el año previo a la primavera árabe de 2011, los precios de los alimentos en Egipto estaban sujetos a un aumento anual de alrededor del 15%. [5] Los estudiosos han argumentado que las quejas que surgen de la inseguridad alimentaria son un factor clave en el estallido de la Revolución del 25 de enero de Egipto. [6]

Hay precedentes históricos aquí. En Egipto, el precio del pan ha sido visto como un tema potencialmente explosivo desde la “intifada del pan” en 1977, cuando la promesa del entonces presidente Anwar Sadat de poner fin a los subsidios a varios alimentos básicos provocó protestas rebeldes en todo el país se saldó con una dura represión. Sin embargo, el Estado se Al cabo comprometió a dejar el sistema de subsidios intacto. En otras partes de la región los intentos de recortar los subsidios estatales han sufrido un destino similar: en los últimos años, las medidas de austeridad se han visto frustradas por la movilización a nivel de calle en Marruecos, Túnez, Jordania, Yemen y Mauritania. [7] Ahora en 2017 la contestación en Egipto está cogiendo forma puesto que la inflación es creciente y también es muy alto el desempleo. [8] Las condiciones para un nuevo levantamiento en masa, como en a primavera de 2011, están aparentemente dadas.

Visto en este contexto, un examen minucioso de las recientes protestas de los alimentos en Egipto puede proporcionar nuevos conocimientos sobre la dinámica que despliega la acción política en el país y, en particular, las profundidades de la resolución del gobierno respaldado por los militares para seguir aplicando las reformas impuestas por el FMI y cómo va a reaccionar a la renovada movilización de la calle si la situación económica continúa deteriorándose. Para llevar a cabo nuestro análisis, hemos compilado un catálogo de las protestas recientes de los alimentos en Egipto a partir de informes y videos de protestas subidos a las redes sociales de noticias en árabe. La información registra la ubicación de una protesta, el número de participantes, las tácticas de los manifestantes, si la protesta fue reprimida por las fuerzas de seguridad egipcias, y cualesquiera actuaciones novedosas. En total, se identificaron 24 protestas por los alimentos entre 6 y 7 de marzo de 2017, en 17 distritos de cinco provincias.

Las diferentes formas en que los egipcios obtener acceso al sistema de subsidios es clave para entender el patrón de las recientes protestas por los alimentos. El pan subvencionado cuesta cinco piastras un pan. A raíz de la reciente subida de los precios de los alimentos, esto es hasta diez veces más barato que el costo de un pan sin subsidio que se vende en el mercado abierto. Al igual que otros productos alimenticios subsidiados por el Estado, el pan subvencionado sólo se puede adquirir en los comercios registrados oficialmente. Mientras que algunos de ellos son administrados como cooperativas, la mayoría operan como empresas privadas. Desde 2014, la compra de productos subvencionados ha sido nominalmente regulada a través del uso de un sistema de tarjeta inteligente, implementado como parte del programa de austeridad que ha puesto en marcha el gobierno. Este sistema permite a los titulares de tarjetas inteligentes que no reclaman su asignación de pan recibir créditos, que pueden ser utilizados para comprar otros productos subvencionados. Sin embargo, la distribución de las tarjetas inteligentes individuales ha sido parcial. En el presupuesto de 2016-2017, el Ministerio de Finanzas ha previsto que 82 millones de egipcios (92% de la población) reclamen el subsidio de pan. [9] Sin embargo, según las últimas cifras oficiales publicadas, sólo 69 millones de egipcios tienen acceso a tarjetas inteligentes, dejando a 13 millones de egipcios (16%) dependientes de las tarjetas de papel para recibir el subsidio. [10] Como medida de emergencia, el Ministerio de Abastecimiento ha emitido “tarjetas de oro”. En este sistema paralelo, los comerciantes tienen asignada una cuota diaria de 1.000-4.000 barras de pan, dependiendo del número de titulares de la tarjeta de papel en su área. Cada vez que un comerciante vende una cantidad de pan subvencionado a un cliente con una de las viejas tarjetas de papel, se supone que debe registrar la venta de esa “tarjeta de oro”, que es, a su vez, deducida de su cuota diaria. Este proceso está coordinado a nivel de subdistrito por las oficinas locales de suministro. [11]

El 6 de marzo, el Ministerio de Abastecimiento anunció que la cuota de pan de cada día disponible en tarjetas de oro debía ser reducido a sólo 500 panes. Incapaz de satisfacer la demanda, las panaderías estatales cortan la ración diaria de pan a disposición de los titulares de la tarjeta de papel de cinco a tres panes, provocando manifestaciones frente a las oficinas de suministro en varios distritos. Para dar un ejemplo: en Asiut, una de las provincias más pobres de Egipto, hay más de 870.000 subsidios tarjetas inteligentes en circulación, para apoyar a 3’2 millones de personas (75% de la población). [12] Esto deja un número significativo de residentes que dependen del viejo sistema de la tarjeta de papel. Los productos alimenticios subvencionados están disponibles para su compra en más de mil puntos de venta registrados, los cuales son a su vez supervisados por 65 oficinas de suministro. En respuesta a la reducción de la cuota de tarjeta de oro, las protestas improvisadas por los titulares de la tarjeta de papel se llevaron a cabo frente a las oficinas de suministro en los distritos de Abnub, Abu Tig, al-Fath, y Asedi. También en Abu Qurqas en la gobernación de Minya. [13]

Aunque ubicadas de manera desigual, estas oficinas comparten algunas características comunes: alto nivel de analfabetismo y pobreza.

También ha habido protestas en Asiut, Kafr al-Sheik, y Minya, con lo que se han extendido a las zonas más urbanas. En Alejandría, varios cientos de residentes se movilizaron frente a las oficinas de al-Dukhaylah y al-Manshiyah, mientras que grandes multitudes bloquearon carreteras y líneas de tranvía en Asafra, al-’Atarin, y al-’Amriyah coreando “Queremos pan” y “usted roba mi sustento, está tratando de matarme”. En Giza, los residentes locales en al-Warraq e Imbaba también realizaron movilizaciones por el pan. Mientras tanto, nuevas protestas estallaron en los distritos previamente tranquilos situados en las provincias de Asiut, Minya y Sinaí del Sur. En todos estos casos, parece que los residentes locales siguieron modelo de movilización similar al del levantamiento de 25 de enero. [14] En lugar de tratar de ocupar plazas y espacios urbanos políticamente simbólicos, los manifestantes actuaron de forma local, en sus lugares, infligiendo un coste inmediato a las autoridades al impedir el flujo de tráfico y perturbar el funcionamiento de los gobiernos locales.

El régimen responde

Desde el golpe de estado de 2013 que derrocó al presidente islamista Muhammad Mursi, el gobierno respaldado por los militares ha utilizado una draconiana ley anti-protesta para detener a miles de manifestantes. Es sorprendente entonces que de las 24 protestas por los alimentos que hemos sido capaces de identificar sólo cuatro fueron reprimidas. Todos los eventos que fueron reprimidos tuvieron lugar en los grandes centros urbanos de Alejandría y Giza, y parece que se empleó solamente una fuerza mínima. En el episodio más grave de al-Warraq en Giza, las fuerzas policiales dispersaron finalmente manifestantes que bloqueaban la oficina local de suministro, deteniendo a varios manifestantes. La policía también disolvió la protesta en Imbaba después que los residentes intentaron bloquear la carretera del aeropuerto. Sin embargo, estas fueron excepciones a la tendencia general. En Dissuq, donde algunas de las primeras protestas de alimentos estallaron, el jefe del consejo de la ciudad se reunió con los manifestantes en un intento de persuadirles que pusiesen fin a su bloqueo. [15] Cuando se negaron, el gobernador se comprometió a presionar al gobierno para restablecer la cuota. A la noche siguiente, se anunció que la cuota de tarjeta de oro en panaderías de Kafr al-Sheik se había incrementado, lo que llevó a los manifestantes a desmovilizarse. [16]

Algo parecido ocurrió en Alejandría y en Asafra. [17] Esa tarde, los agentes de policía fueron fotografiados distribuyendo pan a los residentes. [18] Por otra parte, los manifestantes que participan en los bloqueos a pequeña escala de las oficinas locales de suministro se quedaron para continuar sus plantones, con sólo una mínima interferencia de las fuerzas de seguridad.

Por la tarde del 7 de marzo, informaron los medios estatales egipcios que el gobierno había emitido una disculpa y reafirmó que “Todo ciudadano tiene derecho a pan subvencionado.” [19] Al día siguiente, el Ministerio de Abastecimiento corrió a distribuir 100.000 nuevas tarjetas inteligentes en seis provincias donde había habido protestas para reemplazar las tarjetas de papel existentes. También aumentó la cuota de pan tarjeta de oro en cuatro provincias, tres de los cuales habían sido testigos de protestas. [20] En un intento de desviar las críticas por los recortes, el Ministerio del Interior y el Ministerio de Abastecimiento anunciaron lanzarían una campaña de inspecciones en las panaderías registradas ante el estado para acabar con la corrupción. [21] Mientras tanto, temeroso de que las protestas puedan ser ampliadas de nuevo después de la oración del viernes, el Ministerio de Dotaciones emitió un sermón que pidió a los egipcios tener en cuenta las circunstancias económicas más estrictas del país y estar preparados para hacer sacrificios por la patria. [22] Esto fue seguido por una declaración pública del propio presidente Sisi comprometiéndose a que la cuota de pan no sería suprimida de nuevo. [23]

En la miseria

¿Qué podemos aprender de este episodio? En muchos sentidos, esta Intifada por la alimentación subraya el potencial permanente de las políticas del gobierno de Egipto para ser generadoras de protesta. En este caso, la decisión de reducir la cuota disponible en tarjetas de oro fue recibida casi inmediatamente por una movilización. Al mismo tiempo, la trayectoria de la movilización sugiere que las quejas económicas por sí solas no pueden predecir la magnitud de la protesta. Entre los días 6 y 7 de marzo, millones de egipcios se enfrentaron una amenaza inmediata para la seguridad alimentaria, pero sólo una pequeña minoría de los afectados salieron a las calles en lo que fueron unas protestas muy localizadas. Aún así, los contextos de las primeras protestas por los alimentos son reveladoras. Hay una sabiduría comúnmente aceptada en los círculos políticos (sobre todo los de las instituciones financieras internacionales) que las clases medias urbanas son más propensos a movilizarse en respuesta a los recortes a sus subsidios. [24] Pero lo que las protestas de marzo muestran claramente, es que los pobres, tanto rurales como urbanos, también están dispuestos y son capaces de movilizarse contra recortes en los subsidios.

El comportamiento del régimen frente de estas protestas disruptivas muestra que no sólo las autoridades no están preparadas para esta reacción, sino que hay un cierto temor en el régimen como se manifiesta en el inmediato cambio de actitud que se produjo y en la renuencia de la policía al reprimir a los manifestantes. Esto sugiere que incluso unas pequeñas protestas localizadas pueden ser una herramienta eficaz para extraer concesiones al régimen de Sisi.

Notas finales

[1] Ver imágenes de vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=RCR5WCjmFAQ ; https://www.youtube.com/watch?v=6gQSkCqCJo4.

[2] Fondo Monetario Internacional, " Preguntas clave sobre Egipto ," Febrero 16, 2017.

[3] Agencia Central de Movilización Pública y Estadística (Capmas) 9 de marzo, 2017.

[4] Ibid.

[5] Capmas, " Boletín Mensual del Índice de Precios al Consumidor: Diciembre 2010 ".

[6] Jeroen Gunning e Ilan Baron, ¿Por qué ocupar una casilla? Personas, protestas y movimientos en la revolución egipcia (Londres: Hurst, 2013) .

[7] El-Laura Katiri y Bassam Fattouh, “Una Breve Economía Política de subsidios a la energía en el Oriente Medio y el Norte de África”, Instituto Oxford para Estudios de Energía Working Paper Series , MEP-11 (2015); Carlo Sdralevich et al,. Reforma de los subsidios en el Oriente Medio y el Norte de África: progresos recientes y retos futuros (Fondo Monetario Internacional, 2014).

[8] Capmas, " Boletín Mensual del Índice de Precios al Consumidor: Enero 2017 ."; Capmas, " Boletín Mensual del Índice de Precios Consumper: November el año 2016 ".

[9] Ministerio de Finanzas, " estado financiero 2016-2017, " Mayo 2016. [árabe]

[10] Ministerio de Abastecimiento, Enero el 2016.

[11] Para una lista de comerciantes y oficinas de alimentación, consulte: http://subsidy.egypt.gov.eg/CardCitizens/Login .

[12] Ministerio de Abastecimiento, Enero el 2016.

[13] Para imágenes de vídeo de entrevistas con los residentes locales ver: https://www.youtube.com/watch?v=Y5Ii3tAwtIs

[14] Véase Neil Ketchley, Egipto en tiempos de revolución (Cambridge: Cambridge University Press, 2017).

[15] Al-Masry al-Youm 7 de marzo de 2.017 mil.

[16] Al-Masry al-Youm 8 de marzo de 2.017 mil.

[17] Mada Masr 7 de marzo de 2017. Masr al-Saudí 7 de marzo, 2017.

[18] Al-Ahram 7 de marzo de 2017.

[19] Al-Ahram 7 de marzo de 2017.

[20] Ministerio de Abastecimiento 8 de marzo, 2017.

[21] Al-Watan 8 de marzo de 2017.

[22] Ministerio de Dotaciones 8 de marzo, 2017 http://ar.awkafonline.com/wp-content/uploads/2017/03/1438-06-02.pdf

[23] Daily News Egipto , 14 de marzo de, 2017.

[24] Véase, por ejemplo, Sdralevich et al., Reforma de los subsidios en el Oriente Medio y el Norte de África: progresos y desafíos pendientes reciente (Fondo Monetario Internacional, 2014) y Paolo Verme, “reformas de los subsidios en la región de Oriente Medio y el Norte de África: una revisión,” Documento de trabajo 7754, Banco Mundial, 2016.


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