EN CHILE LA JUSTICIA ES COMO LAS SERPIENTES
Miércoles 9 de octubre de 2013 por CEPRID
Rodrigo Mundaca
CEPRID
Durante varios días he divagado en torno al significado de la palabra justicia, no soy abogado, menos erudito en torno a los aspectos legales que rigen la convivencia en nuestro territorio, lo que no me impide reflexionar sobre la forma en que se imparte justicia en el país, y como la misma se pone al servicio de los poderosos.
Diversos autores sostienen que la justicia es un valor que “inclina” a obrar y juzgar, teniendo por guía la verdad y dando a cada uno lo que le pertenece, en esta misma dirección se sostiene que para que la justicia pueda existir, se debe observar una imparcialidad absoluta, en rigor, la justicia como valor democrático, es un nivel que se desea alcanzar y esta vinculado estrictamente al valor del bien general.
¿Para que sirve la justicia? En términos simples, sirve para lograr el equilibrio entre las distintas partes, para asegurar que más allá de las diferencias, tengamos los mismos derechos y obligaciones, tomando en cuenta el interés general, y no sólo el de una de las partes, en esencia, la justicia obliga a que la ley sea igual para todos, y se aplique a “todos” por igual sin privilegios de ningún tipo.
Para la comprensión lectora, debo señalar que el año 2012, concretamente el día 11 de mayo, fui notificado de una querella por injurias, interpuesta por los abogados que representan los intereses del político y empresario Edmundo Pérez Yoma, mi “delito” fue haber sostenido que en la provincia de Petorca, V región, existen individuos, incluyendo a Pérez Yoma, que para salvaguardar sus intereses económicos asociados a la producción de Paltas de exportación, no han escatimado esfuerzos para acaparar agua de forma impropia, lo que ha incluido la construcción de obras ilegales en los lechos de los agotados ríos Ligua y Petorca, entiéndase obras bajo tierra conocidas como Drenes, los que tienen por propósito apropiarse de las aguas subterráneas, pozos de captación de agua sin derechos legalmente constituidos, corridas de cerco hacia los lechos de los ríos y finalmente grandes piscinas de acumulación de aguas obtenidas de forma “impúdica”.
Las prácticas impropias de acaparamiento de aguas, se han dado en un escenario de sequía feroz, lo que en la práctica ha significado que la provincia de Petorca en los últimos 5 años, haya sido declarada zona de catástrofe precisamente por la falta de agua de bebida para la población.
El periplo por los tribunales ha sido largo, en total siete veces, la “penúltima” comparecencia el día 2 de Septiembre al segundo juzgado de garantías de Santiago, y previamente 3 veces a tribunales de la ciudad de la Ligua, y tres veces a tribunales de la ciudad de Quillota.
Los abogados de Pérez Yoma han insistido una y otra vez en que debo pedir perdón por mis actuaciones y declaraciones, pedir perdón por sostener que la usurpación de aguas ha comprometido la vida de las mayorías sencillas de la población de Petorca, pedir perdón por sostener que la privación de agua atenta contra los derechos humanos, pedir perdón por sostener que los que usurpan agua cometen delitos de lesa humanidad, pedir perdón por señalar que no es posible que en Chile el agua sea objeto de lucro y usura.
Los detalles judiciales de la querella están llenos de recovecos y “artilugios”, tengo juicios abiertos en la ciudad de la Ligua por un discurso pronunciado el día 22 de Marzo del año 2012, en el marco del día mundial del agua, juicio en Quillota por entrevistas concedidas a medios locales, juicio en Concepción por entrevista concedida a radio Bio Bio, y debido a que esta emisora tiene domicilio comercial en Concepción, y finalmente juicio en el segundo juzgado de garantías de Santiago, por una entrevista dada a CNN, juzgado al que concurrí al inicio del mes de la “patria”.
Me parece que esta es la primera vez que escribo en primera persona, no tengo ánimo de mártir, lo hago porque sentí la necesidad de hablar de “justicia”, esa misma justicia que hace la vista gorda ante todas las evidencias que confirman la usurpación de aguas en los ríos Ligua y Petorca y sus esteros adyacentes, me refiero a los informes técnicos de la Dirección regional de aguas, a los cientos de testimonios de hombres y mujeres denunciando la usurpación de aguas, a los materiales gráficos, audiovisuales, a los reportajes televisivos, a los informes de la comisión investigadora para el delito de usurpación de aguas de la cámara de diputados, a las evidencias empíricas que están presentes en el territorio, cerros transformados en vergeles, y pequeños agricultores pauperizados por la falta de agua para sus siembras, hombres y mujeres sencillos declarando a voz en “cuello”, que no tienen agua para sus necesidades básicas, porque los grandes empresarios los privan de agua.
Septiembre del 2013 ha estado plagado de testimonios de arrepentimiento por los dolores inflingidos durante la dictadura, incluyendo el perdón de los que deben impartir justicia. Los derechos humanos se han tomado la pauta de los medios, sin embargo, poco o nada se dice acerca de cómo los Derechos Humanos se han continuado violentando en estos años de “Democracia”, esta Democracia de los poderosos, esta Democracia que ha continuado perfeccionando el modelo de lucro y usura de bienes naturales que son indispensables para la vida de las personas, los “demócratas” han insistido en acallar a los que han seguido luchando, resistiendo y preservando su dignidad, y para cumplir con sus propósitos de preservación de sus privilegios, hacen uso de una institucionalidad jurídica, siempre genuflexa ante los que conectados a los centros neurálgicos del poder, se sitúan por encima del bien y del mal.
“La justicia obliga a que la ley sea igual para todos y que la misma se aplique sin privilegios”, esto es los que sostienen los teóricos, a mi juicio, la justicia en Chile es como las serpientes…….muerde a los descalzos.
Rodrigo Mundaca es Ingeniero Agrónomo y Secretario General MODATIMA