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El dinero habla en Washington, D.C.

Miami: La vergüenza del Sur de la Florida

Sábado 10 de mayo de 2008 por CEPRID

Álvaro F. Fernández 10 - V - 2008 Progreso Semanal

Durante años Lincoln Diaz-Balart, Ileana Ros-Lehtinen y Mario Diaz-Balart han sido la vergüenza del Sur de la Florida en la Cámara de Representantes. Y puede que 2005 les haya asegurado su lugar en el Salón de la Infamia de los políticos sin corazón. Ese año nuestros tres cubano-americanos en el Congreso votaron en contra de incrementar el salario mínimo a $7,25. Luego en noviembre de ese mismo año, los tres apoyaron el recorte de $784 millones de dólares a los fondos de las escuelas públicas, como también recortaron fondos para Medicaid. Con anterioridad se habían negado a proteger los beneficios personales de más de 120 000 trabajadores de United Airlines.

El año pasado los tres continuaron incrementando su listado de hechos deleznables al votar contra el Programa Total de Seguro de Salud (CHIP), un programa que protege a niños y adolescentes pobres que no son elegibles para otra ayuda médica. Y que no se olvide que los tres votaron a favor de la guerra de Irak y lo siguen haciendo. Según ese historial, se pensaría que Lincoln, Ileana y Mario debían haber sido expulsados de sus cargos. Sin embargo, resultan elegidos consistentemente a sus cómodas posiciones en el Congreso, donde sus hijos no tienen que preocuparse por el seguro de salud y sus salarios están en el entorno de las seis cifras —otro ejemplo de derroche del dinero de los contribuyentes.

En el artículo de Lesley Clark en The Miami Herald, "Demócratas se Debaten entre su Partido y amigos del Partido Republicano" ella informa que los representantes Debbie Wasserman Schultz, una niña mimada de la dirigencia del Partido Demócrata, y Kendrick Meek, miembro del Grupo de Trabajo de los 30 y Tantos de la Presidenta de la Cámara Nancy Pelosi, citan razones personales y profesionales para mantenerse al margen de la próxima contienda congresional en los distritos 18, 21 y 25 —los que representan Ileana, Lincoln y Mario, respectivamente.

¿Cómo logran Lincoln, Ileana y Mario salirse con la suya?

En primer lugar, son empujados por un sistema corrupto que utiliza el tema de Cuba para generar temor y hacer su trabajo sucio —y los electores se lo han creído. En segundo lugar, sus patrocinadores, a cambio de montones de dólares del gobierno, alguno que acaba en los cofres de sus campañas, han logrado controlar los medios de Miami y de esa manera secundan sus mentiras a cada paso y ocultan el daño que hacen en el Capitolio. Por último, como ya he mencionado, hay demócratas que los han apoyado.

El Partido Demócrata siempre ha temido a los republicanos cubano-americanos. Pero peor que el miedo es el amor que algunos como Wasserman Schultz y Meek les demuestran.

Lincoln, Mario e Ileana han tenido buenas relaciones con Wasserman Schultz y Meek desde sus días en la legislatura de la Florida. Y Lincoln, Mario e Ileana siempre se han preocupado por crear con los dos demócratas el tipo de relación que les encanta a los políticos. Debbie y Kendrick han recibido anteriormente dólares políticos cubanos. Ahora en el Congreso, Wasserman Schultz ha sido responsabilizada de distribuir los dólares destinados a muchos de los nuevos miembros demócratas por parte del Comité de Acción Política EEUU-Democracia Cuba. Hay informes que también prueban que la propia Wasserman recibió $22 000 y Meek $10 500 de manos del mismo PAC.

¿Capitulación? ¿Ambición de dinero? No lo sé. Pero a pesar de lo respetables que puedan ser, ambos han mostrado un aspecto suyo que no juega con su reputación. El Representante Meek, junto con su madre Carrie, a quien él reemplazó recientemente en la Cámara, ha tenido que responder a preguntas acerca de dólares federales que Kendrick dirigió al Sur de la Florida, pero que nunca llegaron a los muy necesitados programas de viviendas baratas en Liberty City. Mientras tanto, Carrie Meek recibió emolumentos por cabildeo y el uso de un Cadillac Escalade de manos del dudoso urbanista. En cuanto a Wasserman Schultz, en conversaciones cara a cara ella me ha demostrado que cree que la unidad familiar tiene un precio.

¿Quién paga? El Comité de Acción Política EEUU-Democracia Cuba, en el que por un precio ella lidera el ataque entre los demócratas en apoyo a las crueles regulaciones de Bush que limitan los viajes familiares a Cuba.

Un alto número de demócratas y republicanos en Washington están controlados por el mismo motivo: el dólar todopoderoso. ¿Por qué van a ser diferentes los demócratas del Sur de la Florida? Pero me resulta muy difícil comprender cómo es que un ser humano decente, incluyendo a políticos, pueden apoyar a tres personajes de Miami merecedores de estar en el Salón de la Infamia. (Y al mantenerse al margen en las próximas elecciones, eso es exactamente lo que Wasserman Schultz y Meek están haciendo.) Especialmente cuando se supone que se debe estar en contra de todo lo que estos tres republicanos apoyan.


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